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CIUDAD DE MÉXICO, 25 de enero de 2019.- En una ciudad de casi nueve millones de habitantes, las emergencias ocurren todo el tiempo, sin embargo, pese a existir diversas corporaciones para la atención prehospitalaria, el servicio suele ser muy deficiente.
Al día surgen en la Ciudad de México más de 300 emergencias, entre accidentes y lesionados por disparo de arma de fuego o arma punzocortante, de las cuales un porcentaje considerable son atendidas por ambulancias particulares.
De acuerdo con información oficial, el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas, dependiente de la Secretaría de Seguridad Ciudadana cuenta con más de 20 ambulancias, sin embargo, no todas salen a cubrir las emergencias.
A principios de año, las nuevas ambulancias, entregadas por el entonces jefe de gobierno capitalino, José Ramón Amieva, fueron retiradas de la corporación lo que dejó a la corporación con una menor disponibilidad de ambulancias, pues al día retornan a taller al menos cuatro unidades por fallas mecánicas diversas.
En igualdad de situación se encuentra el Centro Regulador de Urgencias Médicas, pues de las 18 unidades con las que cuenta, 13 se encuentran en el taller por reparaciones mayores.
Pese a que en días pasados, 17 nuevas ambulancias fueron entregadas a esta institución, estas aun se encuentran en proceso administrativo, por lo que no se encuentran listas para atender las emergencias de la capital.
Por lo que hace a la Cruz Roja Mexicana, de las 30 unidades con las que cuenta, sólo salen por turno entre seis y ocho unidades, por lo que la posibilidad de reacción ante las emergencias también es limitada.
Deambulan ambulancias patito
En contraste, en la capital del país circulan decenas de ambulancias de servicio particular, mismas que intervienen las frecuencias oficiales para acudir a las emergencias.
En la mayoría de los casos, las unidades operan acatando el reglamento y con placas debidamente reguladas, sin embargo, no todo el personal que en ellas trabaja se encuentra calificado para una atención prehospitalaria.
Esto, además de ir contra el reglamento capitalino, expone a quienes tienen una emergencia a no recibir la atención adecuada, sin contar que los costos por este servicio son altos.
Pese a los constantes operativos por parte de las autoridades capitalinas, estas ambulancias, conocidas como patito, deambulan por la capital atendiendo emergencias y trasladando a los lesionados, aunque no lo amerite, a hospitales particulares.
En muchos de los casos, estas unidades de atención prehospitalaria no mencionan los costos hasta que el paciente se encuentra a bordo, y aprovechando la urgencia, cobran hasta seis mil pesos por un traslado al hospital.
Esto se convierte en un negocio redondo, pues en estos nosocomios privados, los costos por la atención también son elevados, sin embargo, por la urgencia, muchas personas acceden a pagarlos.
Un fenómeno que se repite todos los días, es que al llegar a las emergencias, estas unidades patito, aprovechando los altos tiempos de respuesta de las instancias oficiales, brindan atención al paciente, pero si no cuenta con recursos para pagar, es dejado en el lugar sin hacer traslado, aunque lo requiera.
Los operativos por parte de las autoridades capitalinas son constantes, sin embargo, bajo el amparo de las placas de vehículo de emergencia, estas unidades continúan brindando servicio.
Al día por lo menos 30 emergencias son retrasadas por la poca disponibilidad de ambulancias, sumado a los largos tiempos de espera para las recepciones de pacientes en los hospitales del sector gubernamental.