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Además, los consumidores, buscan cada vez más calidad en lo que toman.
El tequila es un aguardiente elaborado en una pequeña región de México. Se produce a partir de la destilación del mosto fermentado obtenido del corazón de una planta conocida como agave azul.
Hace 18 años existían 36 empresas dedicas a la producción del tequila y a la fecha suman 159, una expansión de 341%. En 1995 había 7,500 agricultores dedicados al agave y al cierre de 2011 sumaban 17,500, es decir un aumento de 133%.
Una de estas marcas que actualmente ofrecen gran calidad en su producto es Tequila Omega, elaborado de agave azul tequilana webber, en sus dos presentaciones: tequila blanco y tequila añejo.
Según la Academia Mexicana de Catadores de Tequila, estos tequilas tienen las siguientes características, enfocadas al mercado más exigente:
Tequila blanco 100% de agave azul tequila Webber Omega.
• Vista: Color cristalino con destellos plateados. Limpidez y Transparencia correctos, untuosidad media que denota buen cuerpo.
• Olfato: Aromas propios del agave cocido, con sutiles tonos de frutas verdes. Se detectan notas cítricas y herbales. Balance y Armonía de los componentes.
• Gusto: Sensación de dulzor a la entrada del producto en boca, balanceado con un ligero tono amargo. Sensación de alcohol moderada.
• Tacto: Ligera astringencia. Buena persistencia y muy aceptable fin de boca.
Tequila añejo 100 por ciento agave azul tequilana Webber Omega.
• Vista: Color ámbar claro con destellos cobrizos. Limpidez y Transparencia adecuados, untuosidad alta que denota excelente cuerpo.
• Olfato: Aroma que sigue recordando sutilmente el agave cocido. Maderas finas y notas bien definidas de frutas secas, especia, mieles, cacao y vainilla. Integración armónica de los componentes, al agitar el producto en la copa.
• Gusto: Tonos dulces y amargor casi imperceptible. Posesión de la madera en las zonas blandas de la boca, buen balance del alcohol.
• Tacto: Leve astringencia, persistencia prolongada y apreciable fin de boca.
El tequila blanco, es aquel que se consume luego de ser producido, no necesita de añejamiento ni de maduración, en tanto el tequila añejo, más suave, debe tener un tiempo de al menos un año de añejamiento.
Qmex/fsf