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CIUDAD DE MÉXICO, 1 de junio (Quadratín México).- Habitantes de las costas mexicanas del Atlántico, Pacífico y del Golfo de México deben prepararse para recibir unos 32 ciclones en la temporada que oficialmente inició hoy.
La cantidad de ciclones, aunque menos de los 36 registrados el año pasado, sigue siendo mayor al promedio histórico, precisaron expertos en meteorología de México.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que en la temporada de huracanes 2013, que inicia este sábado en el Océano Atlántico, se pronostican 18 ciclones tropicales, mientras que en las costas del Pacífico habría 14 meteoros.
Sin embargo, la Conagua señaló que en 2012 se registró un total de 36 ciclones y huracanes con nombres frente a las costas nacionales, de los cuales 17 se originaron en el Océano Pacífico y 19 en el Atlántico.
De ese total, México fue afectado directamente por seis ciclones: Ernesto y Helene en el Atlántico, y Bud, Carlotta, Paul y Norman en el Pacífico, que dejaron más de 20 muertos y daños millonarios en Veracruz, Tabasco, Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Baja California Sur, entre otros.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), en 2012 se formaron en el Océano Pacífico 17 ciclones, “cifra ligeramente superior a los 15 que normalmente se generan en esa zona”, y en el Océano Atlántico 19, “muy por arriba del promedio anual, que es de 12″.
El huracán Carlotta, originado en el Océano Pacífico y que afectó Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Colima, dejó siete personas muertas y casi 12 mil casas dañadas en 30 municipios de la costa y sierra sur del estado de Oaxaca.
Carlotta azotó Puerto Escondido el 19 de junio con un saldo de siete muertos y casi 12 mil casas dañadas en 30 municipios de la costa y sierra sur, y el 20 de ese mismo mes, a 315 kilómetros al suroeste de Acapulco, alcanzó la categoría II de la escala Saffir-Simpson, con vientos máximos sostenidos de 165 kilómetros por hora y rachas de 205.
Este fenómeno meteorológico siguió con la misma tendencia de intensificación y esa noche alcanzó la categoría IV, con vientos máximos sostenidos de 215 kilómetros por hora y rachas de 260, cuando se encontraba a 330 kilómetros al suroeste de Zihuatanejo, Guerrero.
A su vez, el huracán Ernesto llegó a las costas de Veracruz el 9 de agosto del año pasado, y dejó a su paso una estela de 12 muertos y cuantiosos daños económicos y materiales, aunque originó “59 por ciento más lluvias que lo registrado normalmente en esa semana” de dicho mes, según el SMN.
Ese meteoro también afectó Tabasco, Campeche y Yucatán, y sólo en Quintana Roo provocó daños económicos por más de 200 millones de pesos y dejó sin vivienda a centenares de familias de estas entidades federativas.
Por su parte el huracán Bud, el primero que alcanzó la categoría III el año pasado, afectó a Michoacán, Jalisco y Colima, pero los daños materiales fueron mínimos, no hubo decesos y sólo provocó fuertes lluvias en dichas entidades.
La tormenta tropical Helene tocó tierra en Veracruz el 18 de agosto con un saldo blanco, es decir sin víctimas y únicamente originó lluvias torrenciales y algunos deslizamientos de tierra.
En tanto el huracán Paul azotó las costas de Baja California Sur el 17 de octubre, con un saldo de casi 16 mil personas y más de mil viviendas dañadas, así como daños a la infraestructura hidráulica y eléctrica, y los municipios de Loreto y Mulegé quedaron incomunicados varios días.
El 27 de septiembre de ese año, Norman impactó las costas de Sinaloa y afectó también los estados de Sonora y Baja California Sur, aunque solamente dejó como saldo fuertes lluvias y no hubo muertes qué lamentar ni daños económicos severos.
La Conagua aclaró que los pronósticos de la temporada de ciclones deben tomarse con cautela, porque puede haber cambios en las condiciones de la atmósfera y de los océanos, por lo que no se puede afirmar con total certeza cuántos ciclones tropicales afectarán el territorio, ni en qué fechas o con qué intensidad.
La temporada de tormentas tropicales, ciclones y huracanes inició en México el 14 de mayo en el Océano Pacífico, y este sábado 1 de junio en el Atlántico y Golfo de México, y concluyen el 30 de noviembre de cada año.
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