Bajan expectativas de crecimiento para este año: IMEF

CIUDAD DE MÉXICO, 18 de junio (Quadratín México).- La economía mexicana está estancada y sin dinamismo alguno, por lo que urge que el gobierno empiece a tomar acciones para reactivarla, como echar a andar realmente el gasto público, consideró el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).

El vicepresidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF, Jonathan Heath, estimó que otra de las medidas para ello es reactivar al sector de la construcción.

Advirtió que si no se toman ya estas medidas, difícilmente la economía crecerá arriba de 3.0 por ciento al cierre del año.

Expuso que la desaceleración que presentó la economía mexicana en el primer trimestre del año, al crecer sólo 0.8 por ciento anual, motivó que la Secretaría de Hacienda revisara a la baja su expectativa de crecimiento a 3.1 por ciento, desde el 3.5 por ciento previsto a principios de año.

Señaló que para el segundo trimestre las expectativas no han mejorado, pues en abril pasado las exportaciones no petroleras, las importaciones, la producción industrial y las ventas en tiendas departamentales reportaron tasas negativas respecto al mes previo.

En su opinión, esta información revela que el crecimiento del segundo trimestre de este año será, en el mejor de los casos, de 1.5 por ciento a tasa anual, aunque estimó más probable que sea menor a 0.8 por ciento registrado en el primer trimestre.

Precisó que para crecer 3.0 por ciento o más al cierre de 2013, como esperan las autoridades hacendarias, la economía tendría que subir en la segunda mitad del año arriba de 4.5 por ciento y más cercano a 5.0 por ciento.

Heath aclaró que si bien es posible una recuperación pronunciada en la segunda mitad del año, “tampoco se ve para tanto” y será muy difícil registrar una tasa superior a 3.0 por ciento anual al cierre de 2013.

Por ello, apuntó, el Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF revisó a la baja su expectativa de crecimiento para este año a 3.0 por ciento, desde el 3.3 por ciento previsto en mayo pasado, aunque con probabilidad de un nuevo ajuste a la baja.

En su opinión, el factor que está detrás de la desaceleración económica de México es la debilidad de la demanda externa, reflejada en una tendencia lateral de las exportaciones no petroleras desde mediados del año pasado.

“Sin este motor de crecimiento, la economía interna ha perdido fuerza y poco a poco muestra menos crecimiento”, añadió el vicepresidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF.

También la construcción ha contribuido al debilitamiento de la economía, pues cambios en las leyes y regulaciones de vivienda desde mediados del año pasado tienen a muchos constructores parados.

Si a esto se le agrega el subejercicio del gasto público que se ha presentado en los primeros meses del año, “el resultado es una economía estancada, sin dinamismo alguno”, afirmó el economista.

Por su parte, el presidente nacional del IMEF, Víctor Manuel González Olivares, consideró que la iniciativa de reforma financiera que está en análisis en la Cámara de Diputados tiene aspectos positivos, como buscar darle solidez al régimen prudencial y financiero del sistema, así como promover que ejercicio de garantías sea eficaz y expedito.

También es benéfico que la reforma busque otorgar mayores facultades a los reguladores, en particular una mayor capacidad para sancionar, así como que puedan anunciar que alguna institución está bajo investigación.

No obstante, puntualizó, la propuesta de reforma incluye también algunos aspectos de preocupación, entre ellos, un enfoque intervencionista, pues al permitir que el gobierno evalúe qué banco contribuye al crecimiento, puede ser discrecional y arbitrario.

De acuerdo con González Olivares, también es contradictorio el objetivo de la reforma, el cual busca que la banca preste más y más barato para lograr un desarrollo económico incluyente.

“Si se va a prestar más, se buscará hacerlo a los segmentos de la población que aún no son usuarios del crédito y, por ello, no es posible prestarles más barato, pues esos créditos implican necesariamente una prima de riesgo mayor”, acotó.

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