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TOKIO, 18 de octubre (Quadratín México).- México es una nación en la que la mayoría de sus micro, pequeñas y medianas empresas nacen con el fin de que sus creadores sobrevivan económicamente y no con el objetivo de convertirse en un gran corporativo que genere empleos y sobresalga a escala internacional, como sucede en la gran mayoría de los países industrializados.
El director del Reporte de Desarrollo del Banco Mundial, Martín Rama, resaltó que una compañía mexicana duplica su número de trabajadores en 35 años.
Dicha cifra forma parte del Informe sobre Desarrollo Mundial 2013 del Banco Mundial, según el cual una gran cantidad de personas que buscan emprender un negocio en los países en desarrollo, sólo lo hace para sobrevivir.
“Esta es una de las cosas que en este informe queremos mostrar. Normalmente se analizaba a firmas formales y con ello estábamos ignorando buena parte de la historia que ocurre en las microempresas. Hicimos un esfuerzo grande para estudiar la vida de las compañías, incluyendo las micro, y ver en qué medida se parecen a las de los países industrializados”, puntualizó.
Según el especialista, “la verdad es que no se parecen. En naciones en desarrollo las firmas grandes tienden a nacer grandes, bajo protección de contactos y privilegios, mientras que las chicas tienden a ser medios de sobrevivencia”.
Asegura que en países industrializados hay muchos ejemplos de compañías que nacen en garages y se transforman en grandes corporativos. “Microsoft, Honda, Apple, son un ejemplo de muchas, y no sólo en el sector de la tecnología en la época moderna. Honda arrancó en un pequeño taller de reparación de motonetas”.
El informe pone énfasis en qué se puede hacer en la dinámica de las pequeñas empresas, para que se vuelvan productivas y ver dónde están los obstáculos para que se conviertan en empleadores a corto plazo.
“Empezamos con una visión tradicional de que los obstáculos están en la regulación, en el papeleo y la corrupción de una normatividad mal diseñada. Una de los principales referencias está en la capacidad, hay intervenciones que se han hecho para dar entrenamiento a gente que tiene potencial como empresarios que han sido muy exitosos, pero cuando se trata de hacer con todas las microempresas no funciona, pues son grupos muy heterogéneos”, explicó.
Martín Rama mencionó que “hay una pequeña parte, 3 o 4 por ciento de la fuerza de trabajo que tienen potencial empresarial, y hay una gran parte en las naciones emergentes que sólo buscan sobrevivir y hacer que llegue a fin de mes de un modo u otro”.
Sobre los otros factores que influyen para que una pequeña compañía pueda convertirse en una “fábrica” de plazas laborales, Rama dice que debe haber flexibilidad del mercado para que los empleadores pueden crear compañías que se establezcan, crezcan y sobrevivan.
Respecto a que actualmente se está discutiendo la reforma laboral en México, aseguró que el mundo está dividido entre gente que es empleada y otros que son dueños.
“A escala global, la mitad de la población que trabaja es asalariada. La otra mitad son autoempleados que laboran, por ejemplo, en la agricultura. Tenemos políticas que en general están pensadas o diseñadas para los asalariados, desde las de protección social hasta las de representación colectiva. Uno de los desfíos es lograr la integración”, puntualizó.
Rama asegura que las políticas y normativas deben ser costeables para todas las partes.
“Los trabajadores tienen que valorar lo que reciben y estar dispuestos a tener menos ingresos si tienen seguridad social. Deben verlo como un beneficio”, concluyó.
QMX/bhr