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CIUDAD DE MÉXICO, 8 de octubre de 2016.- La búsqueda de habitantes de la Ciudad de México, extraviados o ausentes, disminuyó hace 26 años con el trabajo que realiza la Procuraduría General de Justicia (PGJ) capitalina, a través del Centro de Atención de Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA), cuyos ejes de acción fueron difundidos en un taller dirigido a menores de edad y padres de familia, a quienes también se les brindó recomendaciones para evitar una situación de este tipo.
De acuerdo con la PGJ, la plática titulada La importancia de la comunicación en la familia y los riesgos que corre en la calle o con otras personas, un menor o adolescente que se ausenta de su casa, fue impartida por la Subdirectora Social del CAPEA, Martha Susana Méndez Cedillo, en las instalaciones de Kidzania, sucursal Cuicuilco.
En su exposición, la funcionaria de la PGJ capitalina destacó la labor de este centro, creado el 3 de octubre de 1990, en la búsqueda de personas de todas las edades, pero sobre todo de menores de edad, por medio de la Alerta Amber.
Señaló que en todos los casos se realiza una investigación sistemática e integral, con profesionales de diversas disciplinas, a través de la vinculación y coordinación interinstitucional con instancias de asistencia social, médicas y agencias del Ministerio Público, para la ubicación y localización de personas extraviadas o ausentes.
Detalló que una vez que el representante social toma conocimiento del caso inicia una carpeta de investigación y activa el Plan Emergente de Reacción Inmediata (PERI); a partir de ese momento se llevan a cabo una serie de acciones ejecutadas por autoridades como el Sistema Penitenciario, las Secretarías de Seguridad Pública, Salud y Desarrollo Social, así como el Instituto de Ciencias Forenses (INCIFO), la Cruz Roja Mexicana, redes hospitalarias y rastreos mediante las cámaras de videovigilancia del sistema C2 y C4 de la Ciudad de México, que permitan descartar que la persona ausente se encuentre detenida, lesionada, fallecida o a disposición de alguna autoridad administrativa.
Una vez consultadas estas bases inteligentes y tras resultar negativa la investigación cibernética se procede a la elaboración de un foto-volante con el retrato más reciente de la persona extraviada, con datos personales que permitan su identificación como nombre, edad, sexo, media filiación, señas particulares, padecimientos o enfermedades, lugar y fecha de su desaparición. En el caso de los menores se elabora un boletín de búsqueda que se difunde a través de la Alerta Amber, la cual se activó en 60 ocasiones del 16 septiembre de 2015 al 31 de julio del presente año.
En este sentido, indicó que muestra del trabajo que realiza este centro es que en el periodo referido atendió a 8 mil 558 víctimas directas e indirectas, y por medio de los Módulos de Atención Oportuna (MAO) se brindó apoyo a mil 02.
Martha Susana Méndez Cedillo resaltó que la prevención es importante para evitar un extravío, por lo que en la plática habló de la importancia de que los padres y sus hijos tengan comunicación para establecer acuerdos o estrategias para no separarse entre ellos cuando acuden a lugares concurridos, como pueden ser parques, plazas, estaciones del Metro o eventos masivos. Una medida, dijo, es fijar un punto de reunión en caso de perderse.