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CIUDAD DE MÉXICO, 21 de mayo de 2017.- Fue un lunes negro para las dos profesiones que ya son las más peligrosas en México: periodismo y el sacerdocio.
Así lo advirtió la Arquidiócesis de México este domingo a través de su editorial titulada Lunes negro, en la que afirma que la va violencia en México no sólo no cesa, sino que es ya incontenible.
«Mientras los burócratas están sentados en el escritorio haciendo mesas y más mesas de diálogos estériles, medidas inútiles y altamente costosas para el país, la realidad los tiene rebasados, están perplejos, no saben cómo salir del abismo. En este sexenio van 33 periodistas caídos, y son 17 sacerdotes los que han dejado de existir bajo circunstancias violentas», expresó.
Lamentó que la semana pasada, el luto cubrió dos brazos que hacen fuerte a la sociedad frente a la corrupción, la impunidad y el delito.
«En Culiacán, Sinaloa, el periodista Javier Valdez Cárdenas, de 50 años de edad, cayó por las balas del crimen: doce tiros, como el nombre del semanario que fundó: Ríodoce; el gremio periodístico no salía de su asombro cuando, la misma tarde de ese lunes fatídico, la opinión pública recibía otro golpazo al conocer el lamentable deceso de Jonathan Rodríguez Córdova, de 26 años de edad, y la agresión contra su madre, Sonia Córdova Oceguera, quienes dirigían el semanario El Costeño de Autlán en Jalisco».
En el otro lado, señaló el caso del sacerdote apuñalado en Catedral Metropolitana, mientras celebraba misa por el Día del Maestro.
Ese lunes, José Miguel Machorro Alcalá «fue arteramente apuñalado, tiñendo de rojo un recinto de paz y misericordia, sólo porque un desequilibrado supuso que su ley: la violencia, era la mejor forma para consumar sus irracionales pretensiones».
«Los periodistas cayeron por demostrar la verdad y develar a la opinión pública las alarmantes relaciones entre el crimen y las autoridades que han sido corrompidas por el poder del enemigo que nos está destruyendo. Periodistas que dan nombre e identidad a los desaparecidos y a las víctimas en el entramado de muerte en el que estamos cayendo vertiginosamente, y en el que se registran hasta 70 asesinatos diarios que engrosan la cifra de homicidios dolosos. Con razón, México es el segundo país más violento del orbe», condenó.
La Iglesia cuestionó en su editorial:
¿Quiénes están detrás de la obstrucción de la justicia? ¿Cuáles son esas maniáticas colusiones de las autoridades y el crimen? ¿Por qué se ha hecho tan fácil matar a periodistas y sacerdotes en México?