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BERLÍN, 9 de abril (Quadratín México).- Los 16 gobernadores alemanes, los líderes de las fracciones legislativas de los partidos en el Bundestag y representantes de la sociedad civil se reunieron hoy aquí para deliberar sobre qué hacer con la basura nuclear, ya que es rechazada en este país y en el extranjero.
En el marco del proceso de poner fin al uso de la energía atómica en Alemania, el gobierno necesita uno o varios depósitos adicionales donde almacenar la basura nuclear, ya que los residuos nucleares se mantienen radiactivos durante cientos de miles de años, durante los cuales hay que almacenarlos y gestionarlos de manera adecuada.
El tema es álgido en el país europeo porque ningún ciudadano acepta tener cerca de su localidad un basurero nuclear, por temor a la contaminación, a pesar de las estrictas medidas de seguridad. Las decisiones que se tomen en esa reunión se esperan hasta la tarde o noche de este martes.
El ministro alemán de Medio Ambiente, Peter Altmeier, quien encabeza la reunión en Berlín, reclama que los consorcios propietarios de las plantas nucleares paguen los costos de investigación geológica y construcción de un nuevo depósito nuclear. Los costos calculados ascienden a dos mil millones de euros.
El depósito de residuos nucleares más conocido de Alemania es el de Gorleben, aunque hay otros de menores dimensiones en el territorio alemán.
Nadie en las inmediaciones de esa localidad acepta el basurero y para ello se unen la población, los grupos antinucleares, ecologistas y partidos como el de los Verdes, así como muchos socialdemócratas.
Las manifestaciones y las protestas son frecuentes, y alcanzan grandes dimensiones cuando hay convoys de trenes que llevan nuevos cilindros con residuos nucleares a ese depósito.
El conflicto dura ya 35 años y nunca ha habido trazas de que vaya a disminuir. Gorleben espera deshacerse de ese depósito.
El estado alemán ha invertido en la construcción y preparación de Gorbelen a lo largo de esas décadas mil 600 millones de euros, de forma que a pesar de la fuerte oposición civil y política, no es probable que esa población se libre de los deshechos nucleares.
Un criterio importante en la búsqueda de un nuevo depósito de deshechos nucleares en Alemania es el de las condiciones geológicas pero lo que ya está garantizada es la fuerte oposición a la que se enfrentará la decisión por parte de población civil, partidos y múltiples agrupaciones.
Por eso se evaluará también en la reunión de Berlín la posibilidad de “exportar” la basura nuclear alemana al extranjero para su depósito.
Una vez que se tome la decisión, cualquiera que sea ésta, tendrá que ser votada tanto por el Bundestag como por el Bundesrat, los dos órganos legislativos alemanes. El camino por recorrer es aún largo.
Todo deberá estar listo para 2031. Parece un tiempo largo pero en ese lapso se llevarán a cabo investigaciones geológicas sobre los lugares propuestos, negociaciones políticas, los preparativos para garantizar la seguridad del nuevo depósito o nuevos depósitos.
Las centrales nucleares producen residuos muy tóxicos y de muy compleja degradación y la industria nuclear continúa produciéndolos sin haber encontrado ninguna solución satisfactoria para su gestión.
Hasta los años 80 muchos países arrojaban los residuos al mar, pero luego esta práctica fue prohibida, en parte gracias a la campaña de denuncia realizada por organizaciones ecologistas como Greenpeace.
Las soluciones que propone la industria nuclear actualmente son el enterramiento, el almacenamiento geológico profundo y el almacenamiento en superficie (en seco o en piscinas).Todos ellos pueden ser considerados como soluciones temporales, pues incluso el almacenamiento geológico profundo no ha conseguido demostrar que será capaz de albergar los residuos sin fugas radiactivas durante los miles de años que será necesario.
De todos los métodos hasta ahora conocidos, el menos peligroso, según la organización ambientalista no gubernamental Greenpeace, es la construcción de almacenes temporales individualizados (ATI) en seco (sin necesidad de usar un refrigerante líquido) y construidos junto al lugar en que los residuos nucleares se generan: las centrales nucleares.
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