Libros de ayer y hoy
Reconozco que mi visión sobre la situación española, azotada por una crisis profunda e interminable, no resulta compartible por algunos interlocutores, es más puede generar irritación, incluso furia…
Mi planteamiento es simple. La crisis de fondo que se ha desatado en España, ha propiciado la emergencia por escenarios públicos de una enorme cantidad de corruptelas, miserias, trampas, robos descarados al erario público, otros mas sutiles, pero de gran calado, venenos en numerosas salas de exhibición, diversos calibres y concentraciones…; el abanico depredador, abarca gran parte del espectro político, institucional, sindicatos, asociaciones, la misma corona…, prácticamente todos están, diversas tonalidades, manchados…
“No, no todos los políticos, los operadores de instituciones, la gente pública…son corruptos, la inmensa mayoría son honestos” claman los defensores a ultranza del status imperante.
Vamos a ver, lo que estaba, está, impregnado de podredumbre, a la vista de todos los que no están ciegos, o lo simulan, son ciertos estamentos del aparato público, que son alimentados con recursos ciudadanos, de acuerdo, pero desde el momento en que esto queda constatado, todos los canales de conexión, directa o indirecta, quedan contaminados; acción, omisión, indolencia, ignorancia…, me es igual, el cuerpo público ha quedado gravemente dañado, al estar clamorosamente “tocado” algunos de sus componentes y – ojo, aquí está la clave – haber permanecido así tiempo, mucho tiempo…, desangrando nuestro país.
La Sociedad Española está atónita, ¿como es posible que en sus entrañas organizativas, estuvieran instalados tantos y tan poderosos focos corruptos…?
Pero la crisis no ha provocado la corrupción, no ha generado estos sucios apaños que todos los días salen en los carteles, estos estaban ahí…, vivían plácidamente en sus madrigueras.
Jamás se hubiera descubierto la gravísima situación que está saliendo a la luz, en sus múltiples vertientes, si no es por la crisis, que está ahogando a la ciudadanía y entonces, las válvulas “antiexplosión cárter”, para evitar el estallido social, obligan a abrir compuertas para desahogar porquería acumulada…, de forma selectiva, quizás, pero esta avalancha de denuncias, manejos turbios, nauseabundos, aparecen en la plaza pública a causa, alta probabilidad, de la crisis que se expande como una neblina maligna, también, en cierta medida y manera, purificadora…
Yo pondría en valor, entre otros colaboradores de la catarsis nacional que está en candelero, dos elementos importantes en este desatascamiento masivo que se escenifica en España; algunos elementos del Poder Judicial que han salido al ruedo, haciendo honor a sus juramentos profesionales, para sacar a la luz las miserias escondidas de nuestras organizaciones públicas…
Otro factor clave en esta enorme campaña de denuncias, está siendo buena parte de la prensa libre, con sus trabajos de investigación, poniendo inteligencia, estrategia, tenacidad, al servicio de causas justas, escondidas; tocando intereses “non sanctos”, están levantando la liebre de tantísimos manejos turbios que estaban ahí…
Si, nos asfixia la pestilencia imperante, pero es que si no la reconocemos, la señalamos desde todos los púlpitos, que es a lo que está forzando, en buena medida, la gran crisis que sufrimos, el mal no desaparecería nunca…
Estoy exultante, debo reconocerlo, a pesar del escándalo que esta afirmación puede provocar en muchos ciudadanos…, este viejo país español, tiene la grandiosa oportunidad de barrer una enorme situación, profundamente viciada y que pasaba, muchos, muchísimos años, como un estigma de nuestra idiosincrasia racial…, tan rica en muchos aspectos y tan desfigurada en otros
Oportunidad grandiosa, que jamás se hubiera presentado sin la aparición de la profundísima crisis por la que estamos transitando…
Hay dos grandes líneas, entre otras varias paralelas, que se pueden poner en marcha, ante la gigantesca cirugía pública que se está operando en el quirófano nacional…
Por un lado se tienen que ir abriendo cauces para cambios de fondo, aspectos políticos, económicos, sociales, institucionales…, donde la vieja podredumbre sea un estigma terrible, perseguido radicalmente, como la peste bubónica…
Cambios de fondo, que es preciso ir sacando a los escenarios.
Finalmente decir que esta terrible crisis, con sus consecuencias de enorme, incontenible indignación, tiene que generar, entre servidores públicos, un compromiso absoluto de rechazo radical para las viejas componendas…; la castigadísima ciudadanía no entendería otra actitud, se palpa en el ambiente un reclamo durísimo para abandonar, denunciar, rechazar…las prácticas que nos han arruinado, llevándonos muy cerca del gran precipicio…
Este clamor puede parecer una bagatela, para algunos “enterados”, pero hoy día, con todas las tecnologías apoyando los genuinos vientos ciudadanos, puede ser una bomba nuclear de efectos cósmicos, por calificarlos de alguna manera sugerente…
Apertura de nuevas vías, amplio espectro, para entrar en altos recintos, donde se ventilan los grandes temas del mundo…
Estoy razonablemente feliz, sin una crisis de la magnitud que está vigente hoy en España, nunca hubiéramos roto amarras, para desembarazarnos de unas estructuras terriblemente contaminadas…
Bueno, la crisis ha puesto su parte para la solución de fondo de nuestros grandes problemas…, el resto es cosa nuestra, ya sé que muchos “agudos observadores” dirán que esto no va a cambiar, que es ingenuo pensar otra cosa…; yo creo que los sufrimientos que estamos atravesando nos ayudarán a persistir en este dificilísimo viraje que estamos, casi sin darnos cuenta, trazando…
Ya nada será igual, mal que les pese a los antiguos usufructuarios…
¡¡¡Bien por la crisis!!!, las puertas podridas tienen que cerrarse para siempre, allá en el horizonte, no tan lejos, otras nuevas van a abrirse…. No nos acordaremos de la crisis, pero esta habrá tenido parte importante del éxito final…
La labor es inmensa, casi del tamaño de la indignación imperante, el combustible necesario para la escalada…, veremos.
QMX/cgr