Doble rasero del populismo: Trump, AMLO y la manipulación de los nombres
Vivimos una época de nuestra Civilización marcada por muchos parámetros, uno de ellos, repercusiones hondas, difíciles, venenos sibilinos, vitaminas saludables, pistas infinitas, algarabía múltiple, dardos multimillonarios…
Estamos hablando del bombardeo tupido – multitud de colores y sabores – , contínuo, en la amplia esfera de las comunicaciones humanas, faceta particular, énfasis en este trabajillo, sobre los mensajes cortos.
140 caracteres, titulares de periódico breves, contundentes, resumen de un artículo amplio a base de un minúsculo párrafo, declaraciones recortadas, etiquetas, conclusiones…
Se lanzan al mundo ideas, como alimentos precocinados, ecos múltiples, resonancias selectivas…, proyecciones gigantescas, contenidos variables, sedimentos repetitivos, a veces cuestionables, prácticamente intocables…
Esta mañana oía por la radio esta perla, una de tantas, sobre una cuestión analizada, por decir algo, desde estamentos políticos. “La Sanidad Pública – proclamaba una lideresa, ante infinidad de micrófonos – no solo No es mas cara que la Sanidad Privada…, sino que es ¡¡ mas barata !!”. Ante esta afirmación de tamaña trascendencia, profundidad, claridad… mis mas respetuosas reverencias; merece ser repetida esta frase una y otra vez por las ondas, faltaría mas. Pues así ocurre, corte informativo, declaración lapidaria , una y otra vez…, hasta encontrar le perla siguiente.
Estamos en medio de un caos declarativo indescriptible, repleto de frases cortas que parecen mostrar las flechas de marcha deseables para la Humanidad entera, este status priva en los mas variados ámbitos, proliferan carteles, declaraciones múltiples, siempre entrecortadas, consignas para manifestantes, eslóganes coreados, resúmenes informativos, titulares aparatosos…
Transitamos por una especie de escenarios, donde rigen las frases cortas como látigos, sin mayores respaldos intelectuales, narcóticos múltiples, usados como droga o medicina, todo perfectamente entrelazado…; la clase política, diferentes colores, es consciente de estos nuevos escenarios y se apresta a cubrir espacios con lluvia tupida de dardos orientadores…
Lo que ocurre en estas batallas, es que no importa que se pierda o desperdicie material, a fin de cuentas, estas municiones son muy baratas, lo importante es inundar el terreno con millones de gotas, para formar el tsunami correspondiente, aunque estas no contengan mas que veneno diluido, valores insinuados, vacío con azúcar…, o todo mezclado.
En este mundillo tenemos que hablar, como unidad de medida, de millones, cientos de millones…destinatarios. Si un ciudadano leyera los mensajes que le llegan a razón de 1 cada 15 segundos, si empleara todo el tiempo en esta labor, sin comer, dormir, café, copa, puro…, podría llegar a leer 5760 misivas en 24 horas, estos son los números.
Cuando presumen los poderosos del mundo de recibir 300.000 frases de seguidores – o detractores – cada día, haz cuentas e imagina como es posible asimilar esa avalancha imposible…, así entran en juego los “filtradores” – parte de esta reflexión -, que resumen el maremágnum a base de muestras selectivas, ínfimas respecto al material de alimentación y con posibles criterios amañados, desde la brújula…, que paga.
Vivimos presos por una marabunta informativa-orientativa, cantidad desbordante, inabarcable, contenidos preseleccionados…, sin mayores controles de calidad.
La reflexión amplia, serena, profunda, fundamentada…, está desaparecida de amplios sectores en la Sociedad…, así nos va.
Estamos en pleno incendio y los bomberos destacan por su ausencia; profesión maldita, opuesta a la “libertad de expresión” argumento ridículo, estúpido; pero que sirve de eficaz ofensiva para los nuevos “sabios”
Para liberarse de esta peligrosísima situación, parece hay que recurrir al mundillo de los mensajes cortos…, terrible tener que salvarse con las olas del mismo tsunami…
¿Hay alguien más por ahí…?
QMX/cg