
De norte a sur
…con gobiernos del PRI
He sido crítico fuerte, persistente…con gobiernos del PRI, reconociendo en ciertos casos habilidad y acierto para gobernar; sorteando importantes precipicios, derivados de un status social mexicano con desigualdades brutales, ha logrado mantener el orgullo patrio, transitando sobre terrenos plagados de corruptelas, la fachada tradicional de nuestro país en el mundo…
Después de 12 años con el PAN en la presidencia de la República Mexicana, vuelve el PRI a la primera magistratura de nuestro País; fueron algo mas de 70 años de gobiernos priistas ininterrumpidos, los dos sexenios panistas han sido un paréntesis esperanzador, resultaron decepcionantes…
Avances económicos, mas bien macroeconómicos, sobre carriles prácticamente establecidos, problemas fundamentales del país, como la violencia, derivada de poderosas mafias vinculadas al crimen, extorsión, tráfico de drogas…, junto con la fuerte pervivencia de camarillas de poder y sus correlatos inevitables, focos de corrupción, renovados, actualizados…, se mantuvieron o se agravaron.
Las promesas panistas durante campañas electorales, criticas feroces para organizaciones amafiadas, como el “sublime” sindicato de maestros, quedaron en el limbo de gases evaporables; una vez asumido el sillón presidencial por los mandatarios panistas de turno, incluso se abrieron pactos con estos focos, típicamente priistas…
Al mismo tiempo, una importantísima franja de mexicanos, permanecía instalada en los sótanos del rascacielos social, donde disfrutan cotas de riqueza planetaria, ciertos privilegiados instalados en los súper lujosos áticos, difícil y protegido acceso…
La llegada al poder de Peña Nieto, sus primeras decisiones, el estilo y predisposición de unir diversos planteamientos, para colocar a México en alturas que por población, riqueza, situación estratégica, potencial humano…le corresponden, están dando un soplo de esperanza para el futuro de nuestro País, enormemente valioso, absolutamente impostergable.
Las protestas que se desarrollan en México, antes del inicio real de la presidencia, sin mayores argumentos, sin postular alternativas, puramente el grito de la demagogia barata, asamblearia, lejos de planteos nuevos, originales, inteligentes…, me parecen lamentables, casi diría patéticas.
Hoy día es fácil armar manifestaciones y gritos, crear ambientes efervescentes, las nuevas tecnologías juegan a favor de los avances, también de los ruidos incontrolados, desmedidos, sin contenido, enloquecedores, caldo para diluir frustraciones, complejos, incorporar estaturas minúsculas, perversas; bastan unas teclas manejadas por expertos y la revolución está servida, aunque los trasfondos permanezcan vacíos…
Las concentraciones multitudinarias, no reflejan frecuentemente nada, son espacios para que descerebrados de ideas y bien cerebrados de intereses, creen climas de inquietud y hagan que gobiernos temerosos pacten paces precarias, con gentes que jamás deberían estar al otro lado de la mesa de negociación, no representan, en realidad a nadie, fuera de sus nefastas camarillas de “poder adjunto”…, para sus críticos esgrimen solo un “argumento poderoso”, son vendidos al poder explotador, radicales de la derecha…, de risa.
Vivimos época de gritos y los especialistas – decibelios u neuronas juegan líneas contrapuestas, incompatibles – se encuentran con cuotas de poder que jamás alcanzarían por su valor intrínseco o representatividades genuinas…
Con una izquierda exhausta de peleas feroces por la piel del oso, que duerme placidamente a muchas millas de sus presuntos cazadores, alternativa panista desprestigiada, después de frustrantes oportunidades dilapidadas, tras 12 años de usufructuar el máximo poder institucional, aparece Peña Nieto, bandera del PRI, ni derechas ni izquierdas, una extraña amalgama con antecedentes muy malos, al menos dudosos…
Resulta que el joven presidente, aparentemente una figura de televisión, decorativa, manipulable, abre su sexenio con sorprendente fuerza, apuesta por el relanzamiento del País, pactando con todas las fuerzas vivas para apuntar a los grandes problemas que arrastra México, confieso que esta actitud despertó en mi una ola de esperanza…
De momento parece un magnífico comienzo…, vamos a ver como se desarrolla la película. Es difícil entender México desde fuera, pero estoy seguro, yo lo conozco algo desde dentro, que podría llegar muy lejos y muy alto, si las fuerzas logran apuntar, todas, hacia la superación de viejos vicios y potenciación de grandes virtudes, que están ahí dormidas, esperando…
Voto por este nuevo rumbo de México, Espero, confío…, observo.
QMX/cgr