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Ante el panorama de polución que se registra en el mundo, algunas empresas han comenzado a tomar conciencia respecto a la sustentabilidad y a la industria verde, no obstante a nivel doméstico aún falta mucho por hacer.
A nivel residencial, en familias grandes de cuatro o cinco miembros, el calentador de gas “genera de 200 a 300 kilos de CO2 al año, si esto se multiplica por los millones de casas y a nivel mundial”, la contaminación es extraordinaria, señala el ingeniero Guillermo Triana director de Fostek, empresa con más de 40 años en la instalación de equipos instantáneos y solares.
En el caso de la ciudad de México, señala Triana en una entrevista con la Agencia de Información Quadratín México, cada familia al calentar el agua con los tradicionales “boilers”, genera de seis a ocho kilos de CO2.
Si se toma en cuenta que en el Distrito Federal hay aproximadamente cuatro millones de casas, son muchas las toneladas de este contaminante en el ambiente.
Además, dijo, hay que sumar las emisiones de los carros, entonces “cada familia estaríamos aventando al menos 800 kilos de CO2 al ambiente de manera continua”.
Conscientes de la importancia de cuidar el entorno, consideró que los calentadores instantáneos y solares son una buena opción no sólo para ahorrar gas, sino también para evitar dañar más nuestro entorno ecológico.
Pese a los beneficios que conlleva instalar en casa equipos como estos para calentar agua para bañarse, es muy lenta su introducción, ya que existe un 90 por ciento de rezago a nivel doméstico y cerca de un 95 por ciento en negocios, en el sector hotelero y en gimnasios.
De 100 casas, sólo ocho o 10 tiene una tecnología eficiente. Aunque refirió que en las unidades habitacionales de reciente construcción se ha comenzado a instalar calentadores instantáneos, es decir que calientan el agua al momento, sin necesidad que éste se tenga que encender con tiempo de antelación.
México es de los pocos países en los que aún se usa el calentador de gas o “boiler”, pues en Centro y Sudamérica las tecnologías son más eficientes.
El estar cerca de Estados Unidos, dijo, influye que se continúe con el uso de los calentadores de depósito, que tiene décadas de que fue inventado, a principios del siglo pasado.
En Estados Unidos por sus temperaturas tan bajas, si favorece más la instalación de un calentador de depósito, ya que se requiere mantener el agua caliente para cuando se requiera.
No obstante en países como el nuestro, en donde no se tienen temperaturas tan frías, y el agua que se recibe a la entrada de la casa está alrededor de 18 o 20 grados, un calentador instantáneo es la opción para ahorrar gas, ya que no se requiere calentar mucho el agua y en pocos minutos se tiene en 25 grados, lista para bañarse.
“No se necesita tener esos calentadores de depósito, grandes con mucha agua caliente” sobre todo porque el gasto de gas y de contaminación es alta al prenderse y apagarse siete u ocho veces al día, se use o no.
México, dice el director de Fostek, Guillermo Triana, por su posición geográfica recibe mucho sol durante todo el año, “realmente tenemos una posición ideal para poder bajar los gastos por concepto de consumo de gas, además de poder reducir la contaminación dramáticamente”.
Entonces si se aplica tecnología de gas instantáneo y/o solar, se reduce entre un 70 u 80 por ciento la facturación de gas y en ese mismo porcentaje se puede reducir la contaminación ambiental.
Considerando que en una casa habitación el segundo elemento que más contamina después del automóvil, es el calentador de agua, se puede afirmar, dijo, que “es una área de oportunidad, de beneficio directo al bolsillo de la familia y no se diga en el corto y largo plazo de la contaminación”.
Una tecnología para calentar agua de manera instantánea, al paso y solamente el agua que se va a consumir y en el momento que lo va a usar, es un gran beneficio económico y para el medio ambiente.
Respecto al rezago en la instalación y uso de esta nueva tecnología doméstica, dijo que también se debe a la falta de conocimiento y capacitación de “nuestros plomeros; en el mercado hay pura tecnología empírica, cuando los plomeros se enfrentan a nuevos” equipos le echan la culpa al calentador, cuando realmente son temas de instalación.
El calentador instantáneo y solar no solamente es conectar tubo de entrada de agua caliente y de agua fría, hay que saberlos ajustar. “Conforme avanza la tecnología los equipos son más modernos y un plomero que no está capacitado no lo podrá instalar, hay un rezago en la capacitación de los plomeros”.
Poco a poco se han ido instalando este tipo de calentadores, su evolución lleva tiempo e inversión de capital y los plomeros en la medida que no están capacitados para instalar estas nuevas tecnologías, seguirán recomendando el calentador de toda la vida.
Sobre los costos, Triana dice que por razón natural la entrada de la nueva tecnología siempre es cara, pero ya se han ido abatiendo los precios. Hoy en día los calentadores instantáneos están al mismo precio que los de depósito.
Un calentador de este tipo para una familia típica promedio, es de dos mil 500 y a cuatro mil pesos.
Un solar se va a rangos de inversión de ocho a 10 mil pesos dependiendo de la capacidad y materiales. Es tres o cuatro veces más caro que un calentador a gas y esto, para las familias no es accesible, es una barrera que superar por la alta inversión.
Sin embargo, sugirió el cambio del calentador de depósito por uno instantáneo, por ser la mejor tecnología para ahorrar gas y evitar la contaminación por CO2.
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