Visibiliza Tratado de Invisibilidad lo sucio para trabajadoras de limpia
CIUDAD DE MÉXICO, 14 de septiembre de 2019.- Y con Antes de que nos Olviden, acompañada de un video recordando a los desaparecidos y periodistas asesinados, Caifanes pisó sólido la tarima del Auditorio Nacional a las 20:25 horas y continuó con Hasta Morir, como avisando que el setlist era extenso, de casi 25 canciones.
Luego de externar al público “tú eres el espectáculo más grande” y ya en su cuarta entrega, el Coloso de Reforma detonó con la Célula que Explota, un pasaje por los viejos y buenos momentos sonoros de los noventa.
Para dejar atrás el “problema de las drogas, cárteles y muertes, hay una solución, es muy difícil, se necesita mucha voluntad, no a consumir”, clamó Saúl, entre quejas de unos y aplausos de otros, y luego el combo ofreció el tema Piedra.
Y Para que no Digas que no Pienso en Ti (público), el quinteto dio esta bocanada para corear y lo fue, al unísono, un karaoke que se extendió prácticamente toda la tocada.
Luego dedicó Ayer me Dijo un Ave a “los pequeños gigantes”, los niños, “porque son la salvación de la humanidad”; mientras detrás de la banda se proyectaba un video en el que aparecían infantes; “para que nadie” les haga daño.
Al introducir su nuevo single, Heridos, la voz de Caifanes pidió cerrar los ojos, “porque la vida va a cambiar”, ante un fuerte grito de aprobación de los presentes, ya con la garganta bien caliente.
El sintetizador de Diego Herrera avisó que iniciaba otro clásico de la historia del rock en español, que da para contar varias anécdotas: Cuéntame tu Vida, mientras detrás de los músicos se proyectaban imágenes de cuando eran chavales.
“A la vida no le tengas miedo, pero ten coraje para sobrevivir y al amor tampoco nunca le tengas miedo”, externó Saúl y acompañó el mensaje con Miedo y No Dejes que.
Ya con poquito más de una hora de descarga caifan, el concierto encontró a los Dioses Ocultos, que inició con Saúl y Sabo fundidos en un abrazo y cantando a capela con un Auditorio entregado.
Y porque es “hasta dónde quieras”, la voz de Saúl liberó Aviéntame, cuando la tocada era madura y la caída del telón se acercaba, pero antes, Afuera, cuando el público estaba bien metido en las resonancias y antes de despedirse por primera vez, Caifanes encontró Perdí mi Ojo de Venado.
Antes de presentar a las demás piezas de la agrupación, Saúl reconoció a las gargantas que hicieron eco este sábado: “eres imbatible raza, eres muy cabrona; el aplauso es tuyo, definitivamente”.
“Me van hacer llorar. Hace treinta años tocamos por primera vez aquí. Gracias”, añadió Sabo para luego presentar al vocal del grupo, quien fue aplaudido y coreado, para luego irse con Nos Vamos Juntos.
Y ante los gritos y celulares encendidos que iluminaron como estrellas el techo del recinto, los músicos retornaron para seguir dando vida al show con Mátenme porque me Muero, Nubes, Viento y se fueron, definitivamente, con La Negra Tomasa, casi a las 22:25 horas.