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MONTERREY, 10 de noviembre (Quadratín México).- Una “comunión perfecta” donde “afuera nadie existió”, fue la que logró anoche la banda mexicana de rock Caifanes con sus miles de seguidores regiomontanos que acudieron al macro concierto al aire libre.
Unas 18 mil personas se dieron cita en el Parque Diego Rivera, ubicado en el municipio de San Pedro Garza García, para disfrutar de un ritual rockero y ser parte de este evento masivo, algo que no se realizaba desde hace casi dos décadas en la ciudad.
Minutos después de las 22:00 horas, Saúl Hernández, voz y guitarra; Alfonso André, en la batería; Diego Herrera, en el teclado y saxofón; Sabo Romo, en el bajo, y Alejandro Marcovich, en la guitarra, aparecieron en el escenario para abrir el repertorio con “Viento” y “Para que no digas que no pienso en ti”.
“Raza, no hay palabras, Caifanes a tus pies, gracias por estar aquí, por acompañarnos y seguir estando en esta locura tan hermosa que es la vida, y en la vida nunca hay que tener miedo, sino coraje” dijo Hernández antes de interpretar “Miedo”.
Recordando los viejos tiempos del rock en español, la agrupación tocó “Aquí no es así”, “Cuéntame tu vida” y “Miércoles de ceniza”, para después crear la comunión perfecta con sus seguidores con el emblemático tema “Mátenme porque me muero”.
“En el alma de Caifanes, Monterrey está tatuado… Has sido una ciudad que se ha enfrentado y que valientemente ha sobrevivido y ha tenido esto que tenemos ahora”, expresó el vocalista refiriéndose al “ritual” que se estaba consumando en el parque sampetrino.
Durante esta celebración se dio paso a cortes enmarcados en profundas reflexiones como “Sombras en tiempos perdidos”, “Antes de que nos olviden” y “Ayer me dijo un ave”, con una dedicatoria especial para los hijos de los presentes, que fueron bien recibidos por el público.
Conforme el espectáculo avanzó, la euforia de los asistentes aumentó y se hizo notorio en los temas “Piedra”, “Detrás de ti”, “De noche todos los gatos son pardos” y “Perdí mi ojo de venado”, con los que el quinteto logró la ovación del público.
Al término de ésta, los músicos interpretaron “Los dioses ocultos” y “Nos vamos juntos”, con los que se despidieron del escenario por primera vez; sin embargo, el público quería más.
Y fue para beneplácito de los asistentes que el quinteto regresó para cantar sus éxitos en el inicio de su trayectoria como “Afuera”, “La célula que explota”, “Hasta morir” y “Nubes”, que desataron la locura de los asistentes.
Tras dichas canciones, la agrupación eligió el título “La negra Tomasa” para concluir este ritual de libertad mediante una forma festiva y alegre, agradeciendo con ello a quienes formaron parte de él.
Con esta legendaria velada del recuerdo, Caifanes dejó en claro por qué es considerada una de las más importantes precursoras del rock en español.
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Caifanes se presentó ante 18 mil personas en Monterrey – Al Momento Noticias.