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CIUDAD DE MÉXICO, 25 de junio (Quadratín México).- El desencanto y la decepción no será lo único que dejen las campañas electorales, sino que también un montón de basura que se estima en 2 mil 500 toneladas.
El desperdicio consiste en material electoral como son las pancartas, pendones, globos, máscaras, papelitos de colores, y otros objetos propagandísticos como las cornetas o los “aplaudidores”, ya sean de globos o láminas plásticas en forma de manitas, papelitos de colores, entre muchas otras cosas que terminarán en la basura.
La mayoría de estos recuerdos electorales está realizada en buena medida de plástico uno de los principales materiales de contaminación pues tarda cientos de años en degradarse.
Ante ello, la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC) hizo un llamado al Instituto Federal Electoral (IFE) e institutos estatales, así como a los partidos políticos, para que acepten un acuerdo a partir del cual se coordinen con las empresas de reciclaje.
Mediante un convenio, se evitaría la contaminación con la basura electoral derivada de la promoción de imagen de los candidatos a la Presidencia y a curules en el Congreso, así como a gubernaturas, presidencias municipales y diputaciones locales, entre otros.
En conferencia de prensa, el director General de la ANIPAC, Luis Gerardo Álvarez Espinosa, refirió que dentro de un ambiente político de “cambio”, reciclar la basura electoral sería un paso importante en materia ambiental para que este se siga en lo consecutivo.
Lo anterior es esencial para la formación de la cultura ambiental, sobre todo si se considera que actualmente de 6.2 millones de toneladas que se procesan al año, sólo un 17 por ciento se recicla.
Para el directivo de ANIPAC, es indispensable que quienes asuman la Presidencia de la República y el Congreso tomen conciencia ambiental y dentro de esto emprendan programas que promuevan la “economía verde”, a partir de acciones concretas que den certeza jurídica relacionada con la Ley de Compras de Primera Mano e incentivar con ello la inversión en plantas de reciclaje.
La construcción de la “economía verde”, puntualizó, debe partir de los lineamientos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, impulsando el reciclaje de residuos con la adopción de un esquema de comprobación de compras de primera mano de materiales reciclables.
“Este mecanismo de recaudación fiscal propuesto en dicha iniciativa es sencillo en su aplicación y le permitiría al Estado mexicano aumentar el monto de lo recaudado, ya que incorporaría a los pepenadores de materiales para reuso al régimen fiscal de manera indirecta, de tal forma que no los obligaría a tener una estructura administrativa para cumplir sus obligaciones fiscales, ya que ésta recaería en la industria recicladora que compra de primera mano los materiales reciclables”, explicó el representante empresarial.
Sostuvo que la comprobación de compras de primera mano de materiales reciclables contribuiría a reducir sensiblemente el no pago de dichas obligaciones fiscales cuando las transacciones se realicen en el territorio nacional y se destinen al reciclaje.
“Esto podría aumentar de forma automática los ingresos del gobierno entre 10 mil y 15 mil millones de pesos anuales adicionales a lo recaudado actualmente por concepto de los impuestos al Valor Agregado (IVA) y Sobre la Renta (ISR), además de que incentivaría el incremento de éste mercado, cuyo valor en México, se estima en 100 mil millones de pesos”, puntualizó.
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