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CIUDAD DE MÉXICO, 17 de agosto (Quadratín México).- Dos importantes obras impulsadas por el gobierno federal fueron canceladas, la presa La Parota, en Guerrero, y el proyecto eólico, en Cozumel, Quintana Roo.
En el primer caso, opositores al proyecto de la hidroeléctrica de La Parota y el gobernador Ángel Aguirre Rivero firmaron un acuerdo para cancelar definitivamente la obra, que impulsaba el gobierno federal a través de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Luego de diez años de lucha, los integrantes del Consejo Ejidal de Comunidades Opositoras a la presa La Parota lograron que el mandatario estatal firmara la cancelación, en la que fungió como testigo de honor el arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos.
Lo anterior fue informado por el vocero del consejo, Marco Antonio Suástegui Muñoz, quien dijo que tras la reunión se espera que el gobernador interceda ante el presidente Felipe Calderón para que la cancelación sea definitiva.
Los comuneros, entre ellos Felipe Flores y Suástegui Muñoz, los ejidatarios, los representantes del comisariado de los Bienes Comunales de Cacahuatepec, el gobernador, el secretario general de Gobierno, Humberto Salgado Gómez, y el arzobispo Garfias Merlos, firmaron los acuerdos en los que el mandatario estatal se comprometió a dejar de impulsar el proyecto y pedir al presidente Felipe Calderón desistirse.
“Nada puede estar por encima de la voluntad mayoritaria de los campesinos. Habrá quienes tal vez le den una lectura diferente a lo que ahora estamos realizando. Habrá quienes manifiesten que el gobierno de Ángel Aguirre no alienta a las inversiones, sino al contrario, las descalifica; sin embargo, he mantenido una postura muy firme, de una gran convicción para que aquellas inversiones vengan al estado sin afectar a los guerrerenses. Es un logro histórico”, expresó el gobernador.
Los ejidatarios de los bienes comunales de Cacahuatepec pidieron a Aguirre Rivero que cumpla con los acuerdos y que reconstruya el tejido social de sus comunidades afectadas por el inicio de obra de La Parota.
“Por lo tanto ya no hay ningún inconveniente y por eso se firmaron los acuerdos de Cacahuatepec, con la cancelación definitiva del proyecto de la presa, eso se lo habíamos pedido al ex gobernador René Juárez Cisneros y a Zeferino Torreblanca Galindo, que no se hiciera La Parota, y eso es lo mismo que le exigimos al gobernador Ángel Aguirre Rivero”, dijo Suástegui Muñoz.
El vocero de los comuneros dijo que “a lo largo de diez años el proyecto hidroeléctrico de La Parota representó un parteaguas, pues la movilización de los campesinos de las comunidades opositoras a la obra ocasionó para los ejidatarios, por parte de las autoridades de los gobiernos de René Juárez y de Zeferino Torreblanca, un cúmulo de amenazas, persecuciones, muertes, encarcelamientos, sufrimiento y sangre, pero el final fue mejor”.
Respecto al proyecto eólico, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) dio a conocer la cancelación del polémico y ambicioso parque eólico de Cozumel, que el año pasado anunció el presidente Felipe Calderón como primero de tres a construir en Quintana Roo, Zacatecas y Baja California.
Precisamente en Cozumel, el anuncio fue recibido con entusiasmo por un grupo de ambientalistas, quienes señalaron el pasado 21 de julio que el parque acabaría con las famosas golondrinas, emblemáticas de la isla, donde tienen un monumento de bronce en el malecón.
El proyecto, realizado por la empresa Mexico Power Group, representaba una inversión de dos mil 500 millones de dólares y contemplaba la instalación de 121 torres generadoras de energía con la fuerza del viento.
Al valorar el proyecto, la dirección de Impacto y Riesgo Ambiental de la Sermarnat señaló que está en la zona regulada por el Programa de Ordenamiento Ecológico de Cozumel, que prohíbe la instalación de infraestructura para generar y conducir energía eléctrica.
Ese programa también restringe el corte, tala, quema y remoción de vegetación natural; el proyecto eólico afectaba también una zona establecida por el convenio Ramsar para la protección del arrecife mesoamericano, humedales y manglares de la isla.
Otras causas de la cancelación fueron imprecisiones e inconsistencias en la descripción del proyecto y en eventuales impactos ambientales que representaría.
La animadversión de la gente hacia el parque fue fruto de la campaña de concientización de grupos ambientalistas y organizaciones sociales que pidieron al gobierno federal no permitir que el parque afectara a la isla.
También denunciaron el desmonte anticipado de la zona, cuando la autoridad ambiental no había autorizado los permisos.
El Parque Eólico de Cozumel fue proyectado en tres mil 560 hectáreas, desde Mezcalitos a Punta Molas, en el oriente de la isla, con 121 torres aerogeneradoras de 80 metros de alto y aspas de 100 metros de diámetro, con capacidad para producir 2.3 megavatios.
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