Visibiliza Tratado de Invisibilidad lo sucio para trabajadoras de limpia
CIUDAD DE MÉXICO, 30 de agosto de 2016.- En lugar de rosarios y lectura de misterios dolorosos, decenas de personas muestran su luto afuera de Bellas Artes con canciones de Juan Gabriel, el querido compositor mexicano fallecido el 28 de agosto en Los Ángeles.
Uno de dichos grupos entona La Diferencia, luego de concluir el Noa Noa. Dos hombres, uno de sombrero y corbata, otro de aspecto joven, encabezan el coro colectivo, y pese a estar afónicos, su ánimo se ve incólume.
Dolientes, señoras con sombrillas, personas de la tercera edad y también jóvenes pusieron una especie de altar u ofrenda con fotos del llamado Divo de Juárez, acompañado de flores y veladoras.
En una de las puertas laterales hay una señora que en silla de ruedas y equipada con un micrófono y bocina canta por su parte Amor Eterno, canción de luto que Juanga dedicó a su madre y que la española Rocío Dúrcal inmortalizó.
Entre canciones la mujer dedica frases de reconocimiento al cantante, donde resalta su personalidad diferente. Otros aprovechan para dedicar porras al autor de Querida.
Manifiesto está el deseo de despedir al compositor de La Muerte del Palomo en el templo de la cultura en México, donde ofreció tres conciertos inolvidables.
Latente esta la idea de que su cuerpo llegue a las 5 de la tarde -aunque solo es un rumor- y entonces darle el adiós a Juanga, que lo mismo hacia bailar que llorar con sus canciones y todavía lo sigue haciendo.