El poder del nombre
Anteriormente comentamos en este espacio acerca de los temores y riesgos de conducir sin licencia de manejo en los Estados Unidos. Que además de pagar multas, cortes y abogados más caros que los demás, se corría el riesgo de ser deportado. Pues bien, si de los primeros gastos no nos hemos de librar, las posibilidades de ser deportados por falta de licencia se disminuyen considerablemente una vez que el Congreso estatal de Illinois aprobara la expedición de licencias de conducir para quienes no cuentan con un número de seguro social.
Una lucha comunitaria que tomó más de una década. Los beneficiados, por supuesto, somos los “Ilegales” de Illinois que ya tendremos el privilegio de obtener una licencia de conducir a pesar de que esta tenga una característica que la distinguirá de las regulares: en la parte superior podría ser de color morado.
Para esto primero habrá que cumplir con requisitos como presentar pasaporte, matrícula consular (“el ID con más candados de seguridad en el mundo” pero que no sirve en México), comprobantes de domicilio como recibos de luz, gas, seguro de auto, un “itin” numero para declarar impuestos. Sin embargo, también están los desconfiados, señalando que en los detalles está escondido el diablo como el color que delata el estatus migratorio.
De hecho, el estado de Illinois ya expide este tipo de licencias para quienes están temporalmente en el estado por razones de estudio, trabajos específicos, familiares de diplomáticos, entre otras. Conocidas como ‘Temporary Visitor Driver’s License’, TVDL. Aunque para el caso que nos ocupa, difícil es creer que un paisa típico con bigotito cantinflesco, manejando una troca para jardinería o los que recogen metales por los callejones; y para colmo lleve una calcomanía en la defensa trasera con dichos jocosos como “si no te gusto, para que me sigues güey” o “la migra y la poli me ponen sus esposas”, pase por diplomático junior o estudiante en ciencias políticas en la De Paul University, como para exigirle a un policía se haga el desentendido de los detallitos del ‘profile’, como piden los activistas.
La policía dentro del perímetro de la ciudad de Chicago se supone ya tiene la consigna de sus jefes: superintendente de la policía, alcalde, gobernador y secretario de estado, influyentes promotores de esta medida, para que sus subordinados no se fijen en el perfil racial. Criterio o voluntad que se antoja difícil de aplicar en todo el territorio de Illinois incluso en el área metropolitana, y quede en algo parecido como sucede con el presidente Barack Obama que dice: “solo deportaremos a los criminales”, y miren, los números dicen lo contrario.
Así haya aprobado la legislatura la iniciativa que entrará en funciones en aproximadamente 10 meses, no hay que pasar por alto que esta se logró con 65 votos a favor y 46 en contra. Es decir, un porcentaje alto de Representantes estatales (diputados locales) no están de acuerdo con la decisión. La mayoría de estos en los suburbios.
Por supuesto que es un alivio y una defensa legal, si se maneja siguiendo las reglas. Porque, ojo, la responsabilidad ahora será de los paisanos. Si ese entusiasmo se refleja en un exceso de confianza ésta pudiera convertirse en un riesgo que iría no solo en contra del argumento de “safe highways”, sino contra el mismo espíritu político encaminado hacia una reforma migratoria.
Y si el ‘que me sigues güey’ se ve como una actitud que refleje imprudencia al manejar, podríamos estar incitando al diablo. Porque, a decir verdad, muchos de nuestros güeyes hacen del barrio su corral al manejar sus autos como si anduvieran montándose en su buey. Comprometiendo a quienes en verdad hacen uso apropiado del privilegio. Porque, vale aclarar, no es un derecho ni para los ciudadanos.
La licencia regular para cualquier conductor está sujeta a sanciones incluida el abuso de sonido estridente de música, así sea el alma ya en pena de Yenni Rivera.
Por lo tanto, multas, cortes, abogados y hasta deportaciones no estarán exentos si una vez comprobado el mal uso del privilegio aun con la TVDL de diplomático en ‘landscaping’ o maestría en ciencias chatarras, el ‘give me a break’ mi poli, poco servirá y la cosa se pondría color de hormiga.
QMX/rf