Poder y dinero
La marihuana o mota pierde sus efectos dañinos, pero ante la opinión pública que ahora la considera buena para la salud. Ahora Illinois como en otros estados de la Unión Americana su legislatura estatal aprobó su uso, medicinal claro.
¡Ssssh, preessta para andar igual…!, de saludables, pues. Eso si el gobernador Pat Quinn firma la ley, que se da por hecho.
Hay quien dice relajado y a ojos cerrados que la marihuana no ha matado a nadie ni en el uso recreativo, por lo tanto el uso medicinal, según testigos a favor en la asamblea de Illinois, les ayudara hasta el infinito con sus males.
Obviamente las regulaciones serán muy estrictas en su producción y distribución, que será únicamente destinada a pacientes con recetas por médicos calificados y dentro de una lista específica de enfermedades. Además, los lugares de surtido estarán bajo riguroso cuidado. Su uso también tiene variantes que incluye untado e inhalado ¡órale!
Pero hay quienes piensan que la aprobación sienta un mal precedente al presentarla como algo benéfico, lo que podría ser una invitación al uso indiscriminado al consumidor que ya es asiduo, o para aquellos que la venían evitando. Lo que generaría un consumo mayor y por consiguiente una mayor producción clandestina con las respectivas consecuencias criminales. En este sentido también la ONU ya se pronunció a favor de la despenalización como medida para contrarrestar al crimen organizado.
Lo cierto es que la mota o marihuana en gran número de personas detenidas por la policía, que están bajo sus efectos, las combinan con drogas químicas o alcohol produciendo efectos que de medicinales no tienen nada. De hecho, esta costumbre se considera el inicio de una vida disipada que posteriormente hará estragos sociales, físicos y mentales irreversibles en los consumidores.
Si el uso, como lo atestiguaron médicos y pacientes en la asamblea de Illinois, es benéfico en ciertos males físicos, y si su control y distribución es administrado adecuadamente, el efecto será positivo. Además, sostienen médicos y políticos, que la marijuana controlada es mejor que la que se produce clandestinamente, pues esta última está expuesta a fertilizantes sin control para elevar su potencia lo que podría resultar adictivo y dañino.
Lo ideal sería que el ser humano no dependiera de sustancias que alteren el organismo, pero cuando es necesario hay que echar mano hasta de sustancias heroicas. Pero muy diferente es hacerse el malito en una noche loca, e intercambiar dinero por receta para conseguir una dosis y andar “high”, tanto que le gane la risa. Que tampoco es malo pero ya se estaría hablando de otro síntoma, el psicológico, y para eso no faltaría quien quiera sumar a la iniciativa de ley el caldo de peyote “pa’la cruz” a quienes amanezcan malitos.
En ciudades como Ámsterdam donde el uso y abuso de toda droga durante todas las noches y a la vista de todo mundo, es una muestra de degradación que puede llevar a la sociedad por su uso indiscriminado. Consumidores que evadan la realidad y eviten afrontar sus problemas, y cuanto más lo eviten, más problemas se van acumulando.
Por lo pronto la asamblea de Illinois dijo que la marijuana no es tan mala como la pintan, solo hay que tratarla bien pues. Ojala un día no lleguen ellos y ellas todos pachecos. Y mientras a unos les cause alegría y risa a otros preocupación, lo cual confirma que la marihuana ya no tiene la mala fama de antes. Quien quita y algún día ellos mismos la aprueban como medicina para el ánimo.
QMX/rf