Alfa omega/Jorge Herrera Valenzuela
@guerrerochipres
La inclusión, igualdad y respeto ante la diversidad sexual no puede ser solo retórica de moda en el mundo con frecuencia inoperante de lo políticamente correcto. Requiere respaldo en un marco legal, voluntad política, intervención radical y diversamente ciudadana para erradicar prejuicios aquí y ahora.
El Día Internacional del Orgullo LGBT+, conmemorado cada año 28 de junio, es una fecha significativa. Recuerda los disturbios de Stonewall de 1969, un punto de inflexión en la lucha por los derechos la comunidad, y permite recapitular sobre los avances y pendientes.
En ese contexto es crucial reconocer y celebrar las comunidades soporte de legislaciones de vanguardia en favor de esta población la cual en México representa el 6 por ciento, al menos, de las y los habitantes.
La Ciudad de México, gobernada por Martí Batres y a partir de octubre por Clara Brugada, es un ejemplo en legislación progresista en América Latina. Desde la aprobación del matrimonio igualitario en 2009, la ciudad ha avanzado significativamente en la protección y promoción de los derechos LGBT+.
Un año después legalizó la adopción por parejas del mismo sexo, la cual reconoce el derecho a formar familias y garantiza a las y los niños adoptados los mismos derechos y protecciones de aquellos de parejas heterosexuales.
En 2020, durante el gobierno de Claudia Sheinbaum, se convirtió en la primera entidad en prohibir y penalizar los Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género (ECOSIG), las llamadas terapias de reconversión, vedadas solo en 24 países.
Esta semana, en el Congreso de la CDMX, diputados de Morena promovieron la discusión de la tipificación de los transfeminicidios, que forman parte de una recomendación de la Comisión de Derechos Humanos de la capital nacional tras el asesinato en 2016 de Paola Buenrostro, una mujer trans.
Las razones de los avances legislativos revelan los pendientes de la sociedad y los gobiernos. En la capital nacional hay un clima favorable a la comunidad LGBT+, que la ha llevado a ser calificada como una ciudad gay friendly.
Bajo esa noción, el Consejo Ciudadano de la CDMX ofrece asesoría emocional y jurídica gratuita a la comunidad LGBT+ a través de la Línea y Chat Nacional Diversidad Segura, 800 000 5428.
En el mundo, San Francisco es una de las más emblemáticas en la lucha por los derechos de la comunidad. En 1982 fue una de las primeras ciudades en Estados Unidos en prohibir la discriminación por orientación sexual en el empleo, vivienda y servicios públicos, y recientemente adoptó políticas inclusivas para las personas trans, como el acceso a baños públicos de acuerdo con su identidad y la cobertura de atención médica relacionada con la transición de género.
Las legislaciones progresistas contribuyen a crear entornos más inclusivos y seguros, no solo en beneficio de las personas LGBT+, sino también a favor de la sociedad al fomentar la diversidad e igualdad.