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CIUDAD DE MÉXICO, 17 de octubre (Quadratín México).- El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, resaltó la importancia del programa “Conduce sin Alcohol” que ha salvado a miles de personas y dijo que es un tema humano esencial, no una ocurrencia, y se ha aplicado de manera rigurosa sin salvedades.
Recordó que contra todos los pronósticos, el Programa Conduce sin Alcohol no violenta los derechos humanos de las personas y ha dejado claro que “somos una sociedad madura, de avanzada y que somos capaces de resolver nuestros problemas si nos unimos y respetamos las reglas de convivencia”.
Al encabezar el noveno aniversario de dicho programa en el Teatro de la Ciudad de México, el mandatario local dijo que en 2003, antes de la puesta en marcha del alcoholímetro, fallecían decenas de personas entre la 1:00 y las 4:00 de la mañana y centenas de personas quedaban lesionadas de por vida.
Acompañado por el secretario de Seguridad Pública local, Manuel Mondragón y Kalb, el Ejecutivo local agradeció a todas las personas que están detrás del programa, dado que no están exentas de que “les avienten” el automóvil o incluso han motivado “bajas” por el mismo.
Explicó que el alcoholímetro tiene como ventaja que es exacto, que no es discrecional, no importa de dónde vengas, a quién conozcas, cuánto tengas o incluso si eres representante popular -que hemos tenido casos también- o grandes celebridades o magistrados, responsables de aplicar la ley que nos dicen “no, pero a nosotros no, por favor”.
Ebrard Casaubon recordó las palabras del secretario de Seguridad Pública “tenemos que tener un sistema que sea exacto, porque si no va a perder su legitimidad muy pronto”.
Comentó que el peligro de tomar medidas de control legítimas como puede ser un alcoholímetro, en las sociedades inmaduras,es que devenga en extorsión, corrupción y abuso. “Y otra vez quien tenga el problema sea quien que no conozca a alguien o no tenga los recursos para eludir la norma, en las sociedades inmaduras”.
“No devino en extorsión, no devino en un programa que se olvide, como una ocurrencia que dura un año y al año siguiente se pierde, se diluye, sí cambió hábitos de las personas y sí tuvo un efecto disuasivo, que es lo que estábamos buscando”, precisó.
A su vez, Mondragón y Kalb precisó que un año antes de la puesta en marcha del “alcoholímetro”, en 2003, fallecieron 719 personas por accidentes relacionados con conductores en estado de ebriedad y destacó que a nueve años el programa ha ganado el respaldo de la sociedad, además de que es conocido y respetado.
Mencionó que al inicio del programa se buscó imponer una sanción ejemplar, por lo cual se decidió una pena de 20 a 36 horas de arresto, dejando claro que se trataba de una falta administrativa y no un crimen.
Reconoció que sin importar influencia o nivel socioeconómico, el programa castiga a quien viola los niveles de alcohol, aunque siempre se requiere redoblar esfuerzos en pro de la salud y sobre todo de la vida.
En el acto, el gobierno local informó que desde el inicio del programa se han realizado tres millones 465 mil entrevistas y en lo que va del año suman 570 mil entrevistas y 102 mil pruebas de alcoholemia.
Del total de pruebas, 14 mil han registrado más de 0.40 mg/l de alcohol en la sangre, en tanto se han remitido al depósito vehicular ocho mil 883 automóviles.
Precisó que en 2008 se incrementaron de siete a 20 los puntos de revisión (cinco matutinos y 15 nocturnos) y se cuenta con siete Juzgados Cívicos itinerantes y actualmente el programa se ha instalado en 75 localidades a nivel nacional con distintas variantes, sólo en Cancún es igual que en el Distrito Federal.
Antes, representantes del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y Procuración de Justicia del Distrito Federal, empresas socialmente responsables, asociaciones civiles, instituciones educativas y sociedad en general hicieron un reconocimiento al programa por nueve años de trabajo ininterrumpidos en beneficio de la sociedad, al prevenir accidentes automovilísticos por el consumo de alcohol.
QMX/bo/bhr