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CIUDAD DE MÉXICO, 28 de junio de 2016.- El jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera acudió al ejido de San Nicolás Totolapan, un ecosistema boscoso dentro de la capital y ahí, tomó la pala, cavó un agujero en la tierra y sembró un oyamel.
Acompañado de la secretaria de Medio Ambiente, Tanya Müller, del diputado local Iván Texta y del jefe delegacional de Magdalena Contreras, Fernando Mercado Guaida, Mancera hizo la siembra simbólica para celebrar el Día Internacional del Árbol.
Ahí, desde ese bosque de la Magdalena Contreras, que aún puede presumir de tener tres ríos vivos, Mancera pidió a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal apoyar con la aprobación de recursos para la reforestación en la capital.
El mandatario capitalino destacó que el lugar ofrece servicios ambientales a la capital y por los cuales el ejido recibe seis millones de pesos al año.
“Con contingencias estos son los pulmones que queremos mostrar en este importante día del árbol”, resaltó.
Aprovechó también para decir que el ejido es un espacio de ecoturismo con tirolesa y 34 cabañas “muy románticas”.
“Esto es lo que queremos mostrarte, no tienes que irte a otro estado para hacer tirolesa”.
Pidió combatir la tala y hacer patrullajes con el gobierno federal para dicho fin e incluso será un tema que llevará a la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe).
Explicó que en suelo urbano se han sembrado ya mil de los 3 mil 500 árboles que este año su administración se comprometió a sembrar de especies propias para la ciudad.
“El error que se llegó a cometer es plantar árboles no propios para la ciudad, de los que rompen banquetas o los que buscan agua, como los ahuahuetes no encuentran y se mueren”.
Al concluir el evento Mancera se quedó a convivir con ejidatarios, quienes le ofrecieron café y tamales.