Celebran los 80 años de Pitol y Poniatowska en la UNAM

CIUDAD DE MÉXICO, 6 de mayo (Quadratín México).- Al recordar el 80 aniversario de Sergio Pitol y 81 de Elena Poniatowska, la Dirección de Literatura de la UNAM recordó que cuenta con “Material de lectura número 9 de Cuento contemporáneo” y el libro y CD “Elena Poniatowska, obra reunida”.

Detalló que el primero contiene relatos del escritor nacido en Puebla y avecindado en Veracruz como “El asedio del fuego” “Semejante a los dioses”, “Ícaro” y “Mephisto-Waltzer”, con un prólogo de Juan Villoro.

En su texto, Villoro sostiene que la prosa de Pitol parece, a primera vista, “un manto de agua, una superficie inmóvil que conoce los saltos del diálogo a los cortos de la acción”.

Sin embargo, añade, “la lectura depara una sorpresa esencial: las corrientes de ese mar son submarinas y se desplazan caudalosamente en los cambios temporales y en las extensas frases que parecen tender un cerco que reduce su diámetro a medida que el relato avanza”.

De la escritora y periodista Elena Poniatowska, anotó, cuenta con el libro y CD “Elena Poniatowska, obra reunida”, de la colección Voz Viva de México, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El material, precisó, incluye el relato “Las pachecas”, un fragmento de “Hasta no verte Jesús mío” y otro de “La flor de lis”, narrados en voz de la autora.

El CD viene acompañado de un cuadernillo que contiene los textos mencionados de forma impresa y una presentación de Emilio Abreu Gómez, donde hace una crítica de “Hasta no verte Jesús mío”, cuando se publicó por primera vez.

“Mientras una parte de la novela joven de México ordena sus temas, unas veces, con sutil y hasta grave inteligencia y otras con arbitrario desgano, aparece una obra llena de emoción y sin remilgos metafísicos, con un idioma sazonado y un trasfondo humano veraz y valiente”, apunta Abreu Gómez.

La portada del CD corrió a cargo de Vicente Rojo, quien sin duda remite a las novelas y cuentos de la primera mujer en recibir el Premio Nacional de Periodismo, dándole un ritmo a las frases pronunciadas con los silencios y cadencias propios de la autora, finalizó la máxima casa de estudios del país.

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