Charles Chaplin: El arte de un vagabundo

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Glen Rodrigo Magaña

El arte de manejar el silencio a través de la actuación, colmada de sentimientos y emociones, hace a este referente de la Época de Oro del cine mudo un personaje lleno de profesionalismo, acoplando sus movimientos, gesticulaciones y lenguaje fílmico de manera natural y singular.

Charlot es y será uno de los pocos mimos que se identifican con el pueblo, con las sociedades marginadas, con deseos de amar a la fémina que nunca logra conquistar; el vagabundo que conserva su dignidad a pesar de que no tiene nada material, pero con una personalidad envidiable, llena de ternura, solidaridad, armonía, romance y alegría que refleja en cada una de sus cintas: una imagen fiel del abandonado londinense que vive en las calles, del dictador que juega con el mundo desde su oficina, el maquinista que como robot retrata en desgaste de la sociedad moderna o el viejo payaso que ve con profunda tristeza como se disuelve su carrera artística.

Este gran actor, compositor, guionista, director y escritor inglés, muestra a un hombre torturado por su pasado, insatisfecho, convirtiendo esta debilidad en uno de sus principales pilares para lograr posicionarse como un legendario de la cinematografía. Entre sus principales galardones cuenta con tres Óscares, un premio del Circuito de Críticos de Cine de Nueva York 1940, otro reconocimiento a “La paz mundial” otorgado por los Soviéticos en 1954, un Jussi en 1974, candidato al Premio Nobel de la Paz en 1975 y nombrado “Sir” por la Reina Isabel II en este mismo año.

Chaplin dentro de su caótica vida privada sufrió el abandono y alcoholismo de su padre, luchó con los problemas mentales de su madre y experimentó en carne propia la miseria, el hambre. Tuvo cuatro matrimonios, once hijos y muchas musas en sus andanzas. Fue perseguido, como en sus películas, por las autoridades a tal grado que los Estados Unidos lo exiliaron en la época de los cincuenta.

El sentimental, humorístico y multifacético Charles, es un personaje complejo en detallar, pero lleno de genialidad, amor a su profesión, exigente, tierno, romántico, humano, contradictorio en su vida y sin duda una persona emblemática del siglo XX, logrando todo por medio del arte de un vagabundo.

El origen del artista.

El 16 de abril de 1889 en uno de los barrios londinenses,  para ser exactos en la East Street en Walworth, nació Charles Spencer Chaplin. Hijo de la pareja de actores Charles Spencer Chaplin, actor británico y Hannah Chaplin llamada “Lily Harley”, cantante de la compañía “Gilbert y Sullivan” dedicada a la comedia musical inglesa de aquellos fines del siglo XIX. Sidney, su medio hermano materno (cuyo padre se desconoce), completaba el cuadro de la familia Chaplin.

Tras una gira artística de casi un año, Charles Chaplin padre, en 1901, regresa a casa con su familia y descubre la infidelidad de su esposa y el intérprete Leo Dryden con el que tuvo un hijo, que seria arrebatado de su madre para siempre por el intérprete. El señor Chaplin quedó devastado hundiéndose en el alcoholismo y separándose de Hannha en este mismo año, dejando en el abandono y la miseria a Charles y Sidney.

La pobreza y los fracasos tanto personales como profesionales minaron la salud de la ex señora Chaplin, manifestándose en enfermedades mentales (depresiones severas), al grado de ser hospitalizada en diversos nosocomios de la entidad. En esta etapa Charles y Sidney fueron ingresados al “Asilo Lambeth”. Posteriormente fueron enviados a la escuela para huérfanos y niños pobres “Hanwell”, este periodo se registró entre 1896 y 1898.

Después de esta fuerte y gris etapa de infancia, Charles vivió con la familia de intérpretes Jackson y formó parte de “Los ocho de Lancashire”, dirigidos por William Jackson de 1899 a 1902. Cabe mencionar que en este tiempo, en 1901, muere Charles Chaplin padre a causa de su alcoholismo y dos años después Hannha Chaplin fue internada permanentemente en el manicomio de Cane Hill.

En 1903, el adolecente Chaplin interpreta el personaje de “Billy” en una adaptación teatral de Sherlock Holmes. Para 1908 con ayuda de su hermano Sidney consigue empleo en la compañía de cómicos mudos de Fred Karno´s, empresa que brindara las bases de su actuación, como las gesticulaciones, los movimientos característicos y el lenguaje artístico que provocaba risas al concurrente que asistía a estas presentaciones teatrales.

La suerte cambia en 1910 para el joven actor londinense, al ser enviado por Karno a los Estados Unidos. El mismo Chaplin -en su autobiografía- relata su llegada a Norteamérica: “Siempre me acordaré de mi emoción cuando el barco se acercó a los muelles de Nueva York. Éramos catorce jóvenes ingleses; pero estoy seguro que yo estaba más emocionado que ninguno. Grité mientras señalaba la ciudad. ¡Alerta, América: vengo a conquistarte!”.

Descubriendo al vagabundo.

Con su llegada al nuevo mundo de la farándula norteamericana, Charles participó tres años interpretando a un borracho. Durante sus giras, su principal entretenimiento era pasar horas en el análisis y observación de la conducta humana. Dentro de una de sus actuaciones Mack Sennett, Mabel Normand, Minta Durfee y Roscoe Arbuckle quedaron maravillados del talento del artista londinense. Inmediatamente Sennett lo contrató para la productora Keystone, en la que realizó su primer cortometraje (en 1914) llamado “Making a living (Ganándose la vida o conocida como Charlot periodista)”.

Cinco días después de la presentación de “Making a living”, Charles descubrió a Charlot en el rodaje de su segunda película “Kid Auto Races at Venice (Carreras sofocantes)”, personaje que se mantendría eternamente en la memoria del público. Chaplin describe de la siguiente manera la elección de su vestuario: “Entré al guardarropa y tomé un sombrero pequeño, zapatos grandes, pantalón ancho, chaqueta estrecha, un bastón y me rasuré dejándome un pequeño bigote. Considero que la vestimenta creo al personaje y cuando entré al escenario, había vuelto a nacer…”.

Muchos biógrafos del icónico vagabundo mencionan que Charlot fue un retrato social de los recuerdos de la niñez de Charles, el vivir la marginación y la escases económica de los barrios ingleses en los que los hombres vestían camisas desgastadas con abrigos, pantalones anchos que permitían ponerse debajo de éste otros pantalones para protegerse del frio, zapatos grandes por los pies hinchados  provocados por el mismo efecto climático, pero conservando su estilo británico con un sombrero, bastón y moño. Simplemente plasmó en Charlot la realidad triste y digna de la pobreza londinense, acercándose para siempre al pueblo, a la gente, llena de belleza interna.

Con diez meses de estancia en Kyestone, el joven vagabundo hollywoodense brinda 34 cortometrajes y el largometraje “Tillie´s Punctured Romance (El romance de Charlot)”, para dar paso -en 1915- a la firma “Essanay Studios” con la que filmó 14 cintas, dirigidas por el mismo Chaplin. En Essanay conoció a la actriz Edna Purviance, con la que realizó 35 películas, entre ellas “The Bank”, primer rollo que mostraba el lado romántico y sensible del amado vagabundo inglés que nunca lograba obtener el cariño de la chica que entrecortaba su respiración. A finales de 1915 se creó el efecto “Chaplinitis” en toda la Unión Americana.

En 1916, otro giro aparece en la vida profesional de Charles, al cambiarse con la Mutal Film Corporation por la suma de 670 mil dólares para realizar doce filmes durante un periodo de 18 meses. Durante esta etapa el brillante actor y director de cine mudo se volvió más exigente para con los actores y equipo de producción, encontraba hasta el mínimo detalle y decía: “Si la gente sabe como se hace, la magia desaparece”.

Su vida social para esos tiempos era muy agradable, ya que el sólo reconocía como amigo al famoso actor Douglas Fairbanks, que en conjunto con su esposa también actriz Mary Pickford, obtuvieron bonos durante la Primera Guerra Mundial para los Estados Unidos. En apoyo a la causa, Chaplin produjo “Armas al hombro”, reproduciéndose gratuitamente en los cines norteamericanos.

Un nuevo contrato aparece en 1918 con “First National”, de igual forma que su primer matrimonio, con la joven actriz de 16 años Mildred Harris con la que tuvo su primer hijo Norman Chaplin, que desgraciadamente falleció tres días después de nacido. El primer matrimonio de Charles terminó en 1920 y él mismo comenta: “Ella era joven y bonita. Pero mis emociones eran muy encontradas. Sin estar enamorado quería que nuestro matrimonio fuera un éxito”. Cabe destacar que Chaplin abatido por esta pena decide crear “The Kid”. filme que apareció en la pantalla grande en 1921.

“The Kid” es considerada por críticos y grandes directores de Hollywood como la primera obra maestra de Charles Chaplin, protagonizando al vagabundo que encuentra y adopta a un niño (Jackie Coogan) abandonado accidentalmente. Una de las escenas más emotivas de esta joya es cuando las autoridades despojan al chico del vagabundo, mostrando en la actuación del pequeño el drama y el dolor de perder a su amada imagen paterna. El mismo Coogan comenta que en esta parte de la película, Chaplin lo dirigía pidiéndole que imitara sus movimientos, gestos y lágrimas, arte que sólo este genio cinematográfico podría lograr.

La independencia creativa.

Para 1919 Chaplin, Mary Pickford, Mac Adoo, D. W. Griffith y Douglas Fairbanks, fundan filmes United Artists, sello en la que Charles desarrollaría sus mejores materiales cinematográficos, logra una completa independencia fílmica y se posiciona a nivel mundial como uno de los personajes más famosos del siglo XX. Esta relación duraría hasta los años cincuenta, cuando el cineasta británico vendiera el 75 por ciento de sus acciones.

Dentro de sus principales joyas con la United Artists se encuentran “Una mujer de París” realizada en 1923, película en la que no aparece el vagabundo, la cual dio turno a “La quimera del oro” en 1925 y “El circo”, estrenada en 1928. Resulta imponderable resaltar que “La quimera del oro” es considerada por expertos internacionales como la séptima mejor película del siglo XX, dentro de cien elegidas, sucedida por “Tiempos modernos” expuesta al público en 1936 en la que describe la discrepancia de las clases sociales y critica el abuso hacia los obreros.

Las ateneas y sus desamores.

El célebre cineasta cuenta con decenas de actrices que llenaron sus noches de inspiración, una de sus principales filias eran las mujeres jóvenes, bellas, inocentes y talentosas. Era un chip hormonal que lo poseía al ver alguna musa de corta edad que lo impulsaba inconsciente y conscientemente a la conquista. Incluso el toque artístico de Charlot tenía cierta feminidad en su actuación, trataba de imitarlas provocando ese lado tierno y sensible del pequeño vagabundo, pero a la vez solidario y comprensivo aunque recibiera el rechazo, engaño o abandono de su platónica Venus. Pero el amor en la vida real era otra historia, un poco más dramática.

En 1924 se casó en secreto en México con Lita Grey de tan solo 16 años de edad, ésta le dio dos hijos: Charles y Sydney. Por su parte, Lita en su escasa edad se aburría en las reuniones que organizaba Charles con amigos como el laureado matemático Albert Einstein. Esta incompatibilidad y las infidelidades del célebre vagabundo provocó su segundo divorcio y la justicia incautó su vivienda, además de su estudio de cine. Finalmente, en 1927, el conquistador cineasta indemnizó con un millón de dólares a la joven Lita. En este mismo año, el 28 de septiembre, un incendio devastó el escenario de sonidos de los estudios de Chaplin y acumulado a esto enfrentó una fuerte deuda con Hacienda.

La etapa de 1928 a 1931 fue complicada. Logró reunir el dinero para pagar se deuda con Hacienda; competía con el reciente cine sonoro que diera a conocer All Jolson con el film “Jazz Singer”; un duro golpe llegaría a la familia Chaplin el 28 de agosto de 1928 cuando muere su madre a los 63 años a causa de la vesícula biliar infectada. Tres años más tarde  lanza otra de sus perlas fílmicas, “Luces de la ciudad” -estrenada en 1931-, cinta tierna y sensible en la que relata al pequeño vagabundo que con sacrificios logra reunir recursos para una operación de ojos a una bella dama.

Durante los próximos cuatro años, el renombrado Charles viajó a varias partes del mundo. Conoció a Mahatma Gandhi en una convención en Londres, adquirió nuevas ideas políticas y humanistas. También recorrió el oriente lejano, Viena, entre otros lugares. Al regresar a los Estados Unidos conoció a la actriz Paulette Goddard y se casó con ella en 1936, lógicamente mucho menor a Chaplin. Paulette era comprensiva y amorosa, logró acercar a los hijos de Charles y lo apoyó en su carrera profesional, pero nuevamente otro lio de faldas provocó su tercer y último divorció en 1941.

El amor llegaría definitivamente en 1943. Oona O’Neill fue el amor eterno de Charles Chaplin, hija del dramaturgo Eugene O’Neill; se casaron cuando ella tenía 18 años y él 54, pero el lazo sentimental y el cuidado en su relación fueron los pilares para crear una familia con ocho hijos: Geraldine, Michael, Josephine, Victoria, Eugene Anthony, Jane, Anette y su último hijo  Christopher.

Más cintas y conflictos políticos.

La primera película hablada de Chaplin fue “El gran dictador”, proyectada en 1940, definitivamente uno de los filmes más valientes de Chaplin presentando la parodia de Hitler en el personaje Adenoid Hynkel, dictador de Tomainia. El impactante rollo fílmico reta a la incompetencia nazi por la verdadera integración social, el final suele ser uno de los mejores discursos dentro del cine que han existido y a su letra dice:

“Lo lamento, pero yo no quiero ser un emperador, ése no es mi negocio, no quiero gobernar o conquistar a alguien. Me gustaría ayudar a todos si fuera posible, a los judíos y a los gentiles, a los negros y a los blancos. Todos deberíamos querer ayudarnos, así son los seres humanos. Queremos vivir con la felicidad del otro, no con su angustia. No queremos odiarnos y despreciarnos. En este mundo hay sitio para todos, y la tierra es rica y puede proveer a todos. El camino de la vida podría ser libre y hermoso…”

En 1947, en el rodaje de “Monsieur Verdoux”, Charlot cayó bajo las injurias del gobierno estadounidense en el maccarthismo, movimiento que tenía como finalidad ligar el espionaje ruso a intelectuales y artistas de Hollywood, implicando en 1949 al Comité de Actividades Antinorteamericanas.  Para 1948 mientras Chaplin promocionaba su reciente filme por Europa, se ordenó a las autoridades de inmigración de Inglaterra negarle su regreso a los Estados Unidos. Chaplin decepcionado por las acusaciones del director del FBI, Edgar Hoover, decidió no volver jamás y residió en Corsier sur Vevey, al lado del lago suizo de Léman, frente a Ginebra.

“Candilejas”, en 1952, fue su última creación maestra. Aclamada y recordada por el mundo esta obra muestra un viejo payaso en decadencia que decide ayudar a una joven inválida a recuperarse y caminar. En sus últimas escenas se muestra al payaso muriendo, como si Chaplin reflejara la muerte de Charlot al subir la sábana y declarar el fallecimiento del vagabundo.

Entre el ocaso y el reconocimiento.

Un agotado Charles, en 1956, dirigió “Un rey en Nueva York” cinta que describía su resentimiento e impotencia hacia la Unión Americana. Este filme no fue muy bien visto por el público y la crítica. En 1958 comenzó a escribir su autobiografía y en 1962 fue nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Oxford. Para 1964 publicó sus memorias y en 1965 comenzó a dirigir “Una condesa de Hong Kong” protagonizada por Sophia Loren y Marlon Brando, película estrenada en 1966 que concluyó siendo un fracaso y con lo que terminó con la vida profesional de Chaplin como director y actor.

En 1972, regresó y se reconcilió con los Estados Unidos por medio de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas que le rindió un homenaje y le otorgó el premio Óscar Honorífico. Con una gran ovación -dos minutos de plausos-, al recibir la presea, dirigió este mensaje: “Las palabras parecen tan insignificantes, tan inútiles. Sólo puedo decir: Gracias por el honor de ser invitado aquí, son gente maravillosa y dulce, gracias”.

En el lapso de 1969 a 1976, Charles utilizó composiciones musicales y partituras usadas en sus películas  para reeditarlas como “La clase ociosa” de 1971, “El circo” de 1969, “The Kid” de 1971, por citar algunas.  El 2 de marzo de 1975, la Reina Isabel II de Inglaterra le otorgó el título de “Sir de la Orden del Imperio Británico”.

Los últimos días.

En su postrera etapa de vida, su esposa recuerda como el gran y vital vagabundo se desvanecía, alejándose poco a poco como si la muerte se acercara de forma amable, con delicadeza al gran maestro y ser humano conocido como Charlot. Aunque no le gustaba la fechas decembrinas por que recordaba sus años de infancia, la vida le brinda no vivir otra fecha de Navidad. El 25 de diciembre de 1977 Charles Spencer Chaplin fallece a la edad de ochenta y ocho años. Con un total de 79 películas filmadas en más de cincuenta años de actividad como actor y director. En casi la totalidad de ellas fue también guionista y compositor de las bandas sonoras de sus apasionadas cintas.

Si llegaste hasta aquí amigo homoespaciero, te he de comentar que este sentimental, disciplinado y carismático personaje es una de las personalidades favoritas para este servidor, no por su fama, ni gloria, más bien por su sensibilidad, su humanismo, pero principalmente por el gran y profundo arte del vagabundo soñador. Chaplin, interpretando al hombre pobre de la calle, logró ser una de las personas más ricas que han existido, no por su dinero, si no por su autenticidad.

“Mirada de cerca, la vida parece una tragedia; vista de lejos, parece una comedia, pero nunca te olvides de sonreír, porque el día en que no sonrías será un día perdido. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive cada momento, antes de que baje el telón y la obra termine sin aplausos…” Charles Chaplin.

Como es costumbre, te dejamos los siguientes links donde podrás ver tres de las grandes películas del pequeño vagabundo:

The Kid (1920). http://youtu.be/5QDIJ-3hcCg

Luces de la ciudad (1931). http://youtu.be/ghR64rkKkto

El gran dictador (1940). http://youtu.be/a2F97rI43GU

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