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MOSCÚ, 16 de febrero (Quadratín México).- El meteorito que cayó ayer en la ciudad rusa de Cheliabinsk, cuya población y gobierno intenta hoy recuperarse de los daños, liberó una energía que, según expertos, superó 30 veces la potencia de la bomba atómica que se lanzó en 1945 sobre Hiroshima durante la Segunda Guerra Mundial.
El impacto del meteorito, que por defnición es un fragmento de un asteroide que penetra la atmósfera e ingresa a la Tierra, causó más de mil heridos, pánico entre la población, incluso sicosis en algunos casos, y daños por arriba de los 33 millones de dólares, principalmente en cristales que se rompieron en unos tres mil casas y edificios.
Hoy, unos 20 mil trabajadores participan en una gran operación de limpieza y reconstrucción, al tiempo que los habitantes de la ciudad ubicada en el corazón industrial de Rusia se recuperan de la conmoción causada por el meteorito.
El presidente ruso Vladimir Putin ordenó la operación para ayudar a las mil 200 personas que resultaron heridas, entre ellas 200 niños, en su mayoría lesionados por cristales rotos a causa de la onda de choque que generó el estallido de meteoro.
La mayoría de los voluntarios participan en el arreglo de ventanas y en la retirada de restos en los edificios dañados. Cheliabinsk y otras ciudades también han organizado colectas de ropa y alimentos para ayudar a los afectados.
Las autoridades de Cheliabinsk, capital de la región homónima, han reforzado las medidas de seguridad en las infraestructuras e instalaciones vitales de la ciudad, reportó el canal de noticias Russia Today.
Fragmentos del gran meteorito, que al entrar a la atmósfera terrestre empezó a desintegrase, cayeron en un lago cerca de Chebarkul, una ciudad en la región de Cheliabinsk, sin embargo los equipos de buceo no han encontrado ningún resto.
“Los buzos realizaron búsquedas en el lago y no encontraron nada”, indicó el gobernador Mijaíl Yurévich, que no está convencido de que los restos del meteorito puedan ser encontrados.
“Creo que es poco probable, ya que probablemente se quemaron (los fragmentos)”, señaló el jefe de la provincia, que confirmó que, no obstante, los buzos “seguirán buscando”.
“Los expertos están explorando todas las áreas posibles de la caída del meteorito”, afirmó por su parte el Ministro ruso de Emergencias, Serguéi Puchkov, según el cual los fragmentos podrían haber caído en otros tres lugares, además de en el lago Chebarkul.
La Academia de Ciencias rusa confirmó que el meteorito de unas 10 toneladas entró en la atmósfera celeste con una velocidad de entre 15 y 20 kilómetros por segundo, y estalló a gran altura (entre 30 y 50 kilómetros) y se evaporó en su mayor parte.
Pequeños fragmentos llegaron al suelo, a una distancia de hasta un kilómetro de la ciudad de Chebarkul, de 40 mil habitantes.
Las autoridades locales han informado de tres mil edificios afectados, sobre todo con las ventanas reventadas, en una zona donde la temperatura rondaba los 15 grados bajo cero. Los equipos para medir radiación en la zona no han detectado niveles anómalos.
La región de Chelyabinsk, a unos mil 500 kilómetros al noreste de Moscú, es el hogar de muchas fábricas, una planta de energía nuclear y el almacenamiento de residuos nucleares de Mayak y el centro de tratamiento.
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