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CIUDAD DE MÉXICO, 29 de mayo de 2021.- Un gol en el primer tiempo definió la final inglesa de Champions League entre Manchester City y Chelsea, que se quedó el trofeo conocido como la Orejona, en la que ya toma el té por segunda vez.
El impulso inicial del juego no fue el pitazo, sino el espectáculo virtual del dj Marshmello y los intérpretes Selena Gómez y Khalid, quienes hicieron olvidar la tensión por lo que se venía después.
El primer gol lo tuvieron los Blues, al minuto 14, cuando Mount entró al área, a velocidad, retrasó para Timo Werner, quien controló y remató, rápido y a la altura del manchón penal, pero a las manos del cancerbero Ederson.
Los primero 45 minutos se jugaron a gran ritmo, de ida y vuelta, en toda la cancha y aunque los equipos pisaban la zona de gol, fallaban en el último toque o las defensas bien aplicadas mataban el peligro, hasta el 42’:
Luego de balón largo, cruzado y filtrado de Mount, Kai Havertz, ya dentro del área y sin controlar primero la pelota, dribló al guardameta Ederson y tocó a las redes para el 1-0; todo ello a velocidad y espectacularmente. También por Chelsea, tres minutos antes, por una lesión muscular, dejó el campo Thiago Silva y entró Christensen.
Por el choque de su cara con el hombro de Antonio Rüdiger, Kevin De Bruyne dejó el campo al minuto 59, con fuerte golpe a la altura de un ojo y llorando, y en su lugar entró Gabriel Jesus.
En contragolpe y luego de pase filtrado de Havertz, al minuto 73, Christian Pulisic entró al área y disparó, con marca pegajosa, apenas afuera; el gol fue ahogado en el Estadio Do Dragao. En el resto del juego, Manchester City apretó, pero no pudo acercarse a la gloria.