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SANTIAGO, 23 de marzo, (Quadratín México).- Los chilenos apoyarían la candidatura a la presidencia de Chile de la la doctora socialista y ex presidenta Michelle Bachelet, por lo que el oficialísmo tiene “encono y miedo” ante su inminente irrupción en la campaña electoral, afirmó la diputada María Antonieta Saa.
La legisladora del opositor Partido Por la Democracia (PPD) dijo que la fuerte adhesión popular que tiene Bachelet explica el “miedo” que le tiene la derecha política, que a su juicio teme perder los comicios del 17 de noviembre próximo.
El gobierno que encabezó Bachelet, del 11 de marzo de 2006 al 11 de marzo de 2010, se caracterizó por un sello social, y enfrentó con éxito la crisis económica mundial de 2008, y eso acrecentó su popularidad, alcanzando índices históricos de aprobación de la ciudadanía chilena, ya que finalizó su mandato con un 84.1 por ciento de aprobación.
“Le tienen mucho miedo porque hoy día la ciudadanía está con ella y por el cariño que despierta, por su cercanía natural con las personas y su forma de ser”, añadió Saa.
Según la más reciente encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), Bachelet lidera la intención de voto de los chilenos con 54 por ciento de apoyo, pese a que la ex mandataria aún no ha oficializado su postulación a las elecciones presidenciales.
El “secreto” de la popularidad de Bachelet, que en los próximos días debe anunciar su candidatura presidencial, “es su modo de hacer política, que puede definirse como femenino”, acotó Saa.
“Es lo que le gente acepta, porque la gente no quiere más políticos autoritarios como presidentes, no quiere políticos lejanos, quiere gente que la escuche. Y Michelle representa todos esos valores”, afirmó la legisladora del PPD.
Subrayó, en ese sentido, que la ex mandataria “escucha, no es autoritaria, es dialogante, es serena. No tiene ningún gesto autoritario, es muy sencilla. No es ese poder inalcanzable, sino que es un poder que está muy cercano a la gente”.
“Esas son las formas políticas que le gente quiere hoy día y creo que ella lo representa”, enfatizó Saa, quien expresó su convicción de que Bachelet se convertirá de nuevo en presidenta de Chile, al frente de la opositora Concertación de Partidos por la Democracia.
“Mientras más la ataquen, más se va a afirmar la opción de ella”, aseveró la diputada opositora, tras advertir que “la gente no sólo la quiere por su cercanía, sino que también por sus obras, como la reforma previsional, los jardines infantiles, salud pública”.
La diputada recordó además que “está el reconocimiento de que la gestión de Michelle logró que no cayéramos en la crisis (económica) desatada en 2008 y los bonos que se entregaron durante su gobierno para mantener la demanda interna y que sorteáramos la crisis”.
Saa consideró que un eventual retorno de Bachelet al presidencial Palacio de La Moneda “significará que se podrá avanzar más en los temas de género, en visibilizar más mujeres líderes, tendrá gabinete paritario y gobierno paritario”.
Mientras tanto, Sebastián Piñera cumplió su tercer año como actual presidente de Chile e inició sus últimos 12 meses de gestión en un escenario marcado por una campaña electoral presidencial y parlamentaria que culminará en los comicios del 17 de noviembre próximo.
El mandatario eligió la ocasión para anunciar un bono especial para marzo de 40 mil pesos (unos 85 dólares) y de siete mil 500 pesos (16 dólares) por cada carga familiar, además de incorporar a estos beneficios a 300 mil familias de la llamada “clase media”.
En total, los bonos favorecerán a dos millones de familias, lo que equivale a más de siete millones de habitantes, representando más del 42 por ciento de la población nacional, con un costo cercano a los 200 millones de dólares.
Piñera anunció además el envío de un proyecto al Congreso, con carácter de urgencia, para anticipar el reajuste de salario mínimo para los trabajadores, que corresponde al mes de julio, dejando el monto en 200 mil pesos (425 dólares). Las medidas anunciadas por el presidente de Chile fueron criticadas por la oposición y las organizaciones sindicales, que calificaron esas políticas oficiales como “populistas” o “electoralistas”.
“Hay una inconsistencia, porque por un lado se habla de que el país crece, que estamos todos están bien. Pero el gobierno se tiene que ver en la obligación de subsidiar a al menos tres millones de personas a través de bonos”, dijo la dirigente sindical Bárbara Figueroa.
El presidente del opositor Partido Socialista (PS), Osvaldo Andrade, declaró por su parte que los anuncios de Piñera ”tienen mucho olor a ofertón” en medio de un año electoral.
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