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CIUDAD DE MÉXICO, 3 de marzo de 2019.- El Papa Francisco arremetió una vez más en contra de los practicantes de los chismes
En su visita de este domingo a la parroquia romana de San Crispino de Viterbo, el Sumo Pontífice advirtió que el chisme tiene el poder destructivo de una bomba atómica.
“Las guerras comienzan con el lenguaje. Es como una bomba atómica. Antes de decirle a los demás, tómate un espejo y mírate”, consideró el Santo Padre, según explica la Agencia Católica de Informaciones.
El Papa llegó a la parroquia romana alrededor de las 4:00 de la tarde, hora de El Vaticano, y se reunió primero con niños del catecismo y de post confirmación, para luego encontrarse con personas pobres y enfermas.
No es la primera vez que el Sumo Pontífice se expresa en este sentido, pues el 30 de abril del año pasado, 2018, abordó la curiosidad buena y mala del ser humano.
Durante la homilía de la Misa celebrada en la Casa Santa Marta, en ese momento explicó la diferencia y señaló que es de gran importancia, pues “nuestra vida está llena de curiosidad”.
Ahí, Francisco refirió que la “curiosidad mala” es la de las habladurías y los “chismes”. La mala curiosidad consiste en querer “husmear en la vida de los demás”, indicó Francisco que también advirtió que este tipo de curiosidad es una tentación que acompaña siempre a las personas a lo largo de toda la vida.
De acuerdo a la Agencia Católica de Informaciones, el próximo 28 de marzo de este año se cumplirán 36 años de la visita de San Juan Pablo II a esta parroquia romana de San Crispino de Viterbo.
En la Misa que celebró el Papa Francisco este domingo señaló: “Quiero detenerme en una parábola que Jesús nos ofrece hoy: ¿por qué miras la pajilla que está en el ojo de tu hermano y no la viga que está en tu propio ojo?”.
“Esto es lo que el Señor quiere enseñarnos: no vayas a criticar a los demás, no miremos las faltas de otras personas, miremos las nuestras”, alentó.
“Todos tenemos defectos”, añadió, y lamentó que “estamos acostumbrados un poco por la gravedad del egoísmo a mirar solo las faltas de los demás. Inmediatamente encontramos las faltas de los demás y hablamos de ello. Hablar de los demás parece dulce, nos gusta. Es una cosa mala”.
“Somos especialistas para encontrar la culpa de los demás”, señaló, y advirtió que “si sigues este camino serán hipócritas… El chisme va más allá, siembra discordia y enemistad, siembra mal”.
El Papa finalizó su homilía aconsejando a los fieles que “sería muy agradable pensar en esto en Cuaresma: ¿cómo me comporto con la gente? ¿Cómo está mi corazón frente a la gente? ¿Soy un hipócrita?”.
“Hay dos medicamentos, el primer remedio es rezar y luego morderse la lengua”, concluyó el Santo Padre.
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