Lilia E. Cárdenas Treviño, líder social y promotora cultural
CIUDAD VALLES, SLP., 28 de julio de 2019.- Nuño Beltrán de Guzmán no quiso en realidad ofrecer un sitio donde vivir: Solo estaba ocupado en recuperar todas las extensiones territoriales que fueran posibles antes de que le notificaran que una Real Cédula fechada el 20 de abril de 1533 le había quitado la gobernación de Pánuco. Fue así como el 25 de julio llegó a la región a fundar la Villa de Santiago de los Valles de Oxitipa, establecida en un emplazamiento estratégico.
Si acaso hay que reconocer que el español fue inteligente al elegir la confluencia de diversos valles, lo que le aseguró al naciente poblado una situación geográfica preeminente, complementada con el caudaloso río que pasaba a un costado, y que le suministraría de agua. Eran características que lo hacían muy superior a la de la ubicación del antiguo pueblo de Oxitipa (cerca de Aquismón) en los tiempos de Moctezuma Xocoyotzin.
No obstante, es difícil olvidar que en su intento de subsanar la ausencia de tesoros -oro y plata- que no encontró en sus expediciones, Nuño de Guzmán se dedicó a la venta de indígenas huastecos a los que convirtió en esclavos, para cambiarlos por caballos y otros objetos. No le importaron el despoblamiento ni las muertes, pero el hecho si contó para los historiadores, que casi cinco siglos después siguen sin perdonarle sus atrocidades.
Por ello la conquista más significativa fue la religiosa -con fray Andrés de Olmos a la cabeza- y para muestra basta la parroquia, concluida en 1607. Valles y la huasteca, pertenecían en el aspecto religioso al Arzobispado de México, y su población, como la del resto de la Nueva España, se formaba por tres razas principales: Indígena, blanca (españoles), y negra.
Cuando la guerra de Independencia, las escaramuzas no llegaron hasta Valles porque las fuerzas realistas asentadas no permitieron ningún movimiento a los rebeldes. El 6 de agosto de 1821 se juró aquí el Plan de Iguala, y con el cambio de gobierno y de organización política, desapareció la intendencia de San Luis Potosí, formándose el estado con este nombre y las alcaldías mayores de San Luis, Guadalcázar, Charcas, Venado y Valles.
El final de 1846, en plena etapa de la Invasión Norteamericana, descubrió a unos huastecos aguerridos, rechazando en El Pujal a los invasores estadounidenses. Sin embargo, años más tarde (1854) al establecerse el Imperio de Maximiliano, Valles se adhirió a él, hasta a finales de 1866 en que fue ocupado por las fuerzas republicanas encabezadas por Benito Juárez.
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