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CIUDAD DE MÉXICO, 30 de noviembre de 2016.- Con el objetivo de respetar los derechos humanos de la población de los Centros Federales de Readaptación Social (Cefereso), el titular de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), Renato Sales Heredia, se comprometió en el cumplimiento de los acuerdos establecidos en la nueva Ley Nacional de Ejecución.
En el marco de la Firma de convenio de colaboración entre la Comisión Nacional de Seguridad y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en el ámbito penitenciario, el funcionario aseguró que se cumplirá con estas obligaciones en coordinación con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), además de permitirle el acceso a las prisiones para evaluar y atender las problemáticas que hayan.
Sales Heredia insistió en que la dignidad de una persona que ha sido sentenciada es más importante por encima del delito que haya cometido o sentencia que se le otorgó por este acto.
“Es un convenio que posibilitará que se resuelvan necesidades, se atiendan quejas, se solucionen problemas, que mejor que la oficina que representa a la CNDH esté presente al interior de los centros penitenciarios, qué mejor que suscribir un instrumento que nos haga cumplir con nuestras obligaciones relativas al respeto a la protección y garantía de los derechos humanos en el ámbito penitenciario.
“Una persona no se define por lo peor que hace, una persona puede haber perdido su libertad ero nunca su dignidad, es la fuente y la razón de ser de todos los derechos, queda la esencia, la médula de los derechos”, comentó.
Reveló que los Ceferesos no son un espacio para la corrección integral y completa de los reos, pero sí darles una nueva oportunidad de reinserción con la sociedad, por lo que el respeto a sus derechos humanos es un paso, consideró, para que puedan ubicarse de una forma más fácil con la población.
El comisionado destacó que la equidad también forma parte en la impartición de justicia, por lo que es la nueva concepción moderna del sistema penitenciario en el mundo.
“Que no tenga una función correctiva, pero tampoco una función corruptora, que no pretenda hacer al reo mejor, pero tampoco lo haga peor, pero se precisan actividades específicas, diferenciadas y personalizadas, es necesario que las condiciones de vida dentro de la cárcel sean para todos lo mas humanas posibles, que en todas instalaciones se vea el trabajo no obligatorio si no facultativo, junto al mayor número de actividades colectivas, recreativo o cultural.
“Que la vida carcelaria se abran espacios de libertad, la más amplia garantía de todos los derechos fundamentales de la persona, que al fin se promueva la apertura de la cárcel no con la previsión de premios y privilegios, si no con derechos iguales para todos. Esta es la concepción moderna del sistema penitenciario y la pena, qué implica la pena, la suspensión de ciertos derechos como el derecho a la libertad, por excelencia, es el más importante de todos bajo esa idea, aquel que ha perdido la libertad, no la dignidad, si la sentencia condenatoria no limita otros derechos, debemos ser capaces de respetar e impulsar el respeto de estos derechos no estrictamente limitados por la pena”, aseguró el funcionario.
Por su parte, el Ombudsman nacional, Luis Raúl González Pérez, reconoció que su personal ha tenido acceso a las prisiones federales para tratar los diferentes casos que existen, para atenderlos y darles una pronta solución.
Reveló que ya han tenido contacto con reos en tres centros de readaptación, con el objetivo de que se cumplan los lineamientos de los derechos humanos.
“Es importante tener las condiciones para su pronto acceso, así como de los elementos para el desarrollo de su función, para que nos permitan los accesos oportunos a las diferentes instalaciones de los centros penitenciarios.
“Así este inicio se está dando en el Cefereso número 1 del Estado de México, en el número 14 de Durango y en el número 16 de Morelos, trabajando en hacer un cambio, donde los centros penitenciarios cumplan con el fin de la pena de prisión, conforme a las reglas mínimas para el tratamiento de los reclusos, conocidas como reglas Mandela, en donde se insiste en las buenas prácticas, promoviendo las seguridad e internamiento para las personas en reclusión, recordando que la rehabilitación social debe ser uno de los objetivos esenciales del sistema penal”, manifestó.