Avanza IPN en desarrollo de vacunas experimentales y vectores virales
CIUDAD DE MÉXICO, 5 de noviembre de 2019.- “Hace muchos años había un señor dedicado a vender colibríes muertos cerca del metro Copilco. Un día lo fui a ver y me dijo: son para que los hombres atraigan el amor, ellos deben portarlo en la bolsa de su camisa y así todas las mujeres estarán locas por él. Yo les decía a mis alumnos: ¿De verdad creen que con un ave muerta en la bolsa una chica los amará?”, cuenta María del Coro Arizmendi Arriaga, académica de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, de la UNAM.
Desde la época prehispánica los colibríes han sido sagrados, considerados portadores de buenos deseos y también de buena suerte, pero hoy son sacrificados dentro de la brujería para realizar los llamados amarres, según detalla un comunicado de la Máxima Casa de Estudios.
Arizmendi Arriaga dijo en entrevista para UNAM Global que esta actividad es común y ha trascendido fronteras. De hecho, hace algún tiempo en Estados Unidos encontraron en la aduana un paquete muy extraño y al revisarlo descubrieron colibríes muertos. Más tarde detectaron que estas aves eran enviadas para usarlas en la brujería: “amarres de amor”. Podían pedirse en una página de internet.
¿Podrían extinguirse los colibríes? De acuerdo con María del Coro “si continuamos con este tipo de actividades no sólo los ponemos en peligro, sino que los llevaremos a la extinción”.
¿Por qué son importantes?
“Son aves sumamente chiquitas, con una cabeza enorme, unas patitas diminutas y unas alas majestuosas, fisonomía que las convierte en las mejores voladoras de la naturaleza: aproximadamente realizan 200 batidos de alas por segundo”.
Son originarios de América, existen 330 especies: 58 pertenecen a México, de las cuales 17 se reproducen durante el verano en Canadá y Estados Unidos, posteriormente emigran a este país para pasar el invierno. “Tenemos una diversidad considerable”.
Es una especie polinizadora. El 98 por ciento de su dieta es el néctar que proviene de las flores, éstas producen miel para que los colibríes las visiten y así muevan el polen que es la célula masculina de la planta y la transporten hacia otra planta femenina. De esta forma las flores llevan a cabo su reproducción sexual.
Los colibríes son los responsables de polinizar un gran número de especies en la naturaleza, le ayudan a reproducir sus frutos y sus semillas, que serán la nueva planta.
¿Qué hacer?
No sacrifiquemos a los colibríes para hacer brujería. Estas aves siempre han sido de buena suerte y portadoras de buenos deseos, pero vivas, no muertas. Un colibrí muerto no sirve para atraer la buena suerte ni el amor, recalca.
Es mejor crear jardines en nuestros hogares con bebederos, para que ellos se puedan alimentar y además de polinizar varias especies, lleven los buenos deseos y pensamientos de un lado a otro, concluye María del Coro Arizmendi.