Lilia E. Cárdenas Treviño, líder social y promotora cultural
CIUDAD DE MÉXICO, 2 de noviembre de 2017.- Entre flores de cempasúchil, el Museo Nacional de Culturas Populares recordó la tradición de los pregoneros con la puesta en escena El Vendedor de Juguetes, que se presentó en el marco de la Jornada Cultural de Día de Muertos 2017.
Para que el público no olvide nuestras tradiciones, añadió la Secretaría de Cultura en un comunicado, un equipo teatral remontó el tiempo y mostró a los asistentes cómo se vendía en las calles de la Ciudad de México, con los famosos merolicos quienes con su voz, ofrecían una gran variedad de mercancías.
Pajareros, niños papeleritos que ofertaban periódicos, los vendedores de merengues, tamales, flores y muéganos, aparecieron en el escenario del Patio Jacarandas del recinto ubicado en Coyoacán, para recordar ese México de antaño que hoy ya no existe.
En medio de todos estos personajes, la obra presentó el cuento de El Vendedor de Juguetes, la trágica historia de una familia que en Navidad, vendía juguetes en un mercado ambulante que en esa época del año, se colocaba al lado de la Catedral Metropolitana.
Ángela, la hija de la pareja, adoraba a un pequeño Niño Dios y cada día sufría ante la posibilidad de que la figura fuera vendida por sus padres. Pasaban los días y las ventas eran insuficientes para el sostén de la familia, hasta que un día antes de Nochebuena, finalmente llegó un comprador.
Por 20 monedas de oro, adquirió la figura del Niño Dios que la pequeña Ángela adoraba, con lo que el padre pudo comprar la comida para la cena, una piñata y hasta una libra de colación fina para su hija, la cual, al enterarse de la venta del objeto amado, murió de tristeza.
El Vendedor de Juguetes es un cuento anónimo que fue escrito entre 1895 y 1905, el cual fue rescatado por la Secretaría de Educación Pública (SEP).
La historia fue presentada como un homenaje al impresor Antonio Vanegas Arroyo en su centenario luctuoso, ya que fue él quien publicó por primera vez esta bella y trágica historia, acompañada de grabados de José Guadalupe Posada.
Después de la puesta en escena, realizada para recordar a esos personajes emblemáticos de los pregoneros, los asistentes fueron agasajados con las mercancías que ofertaban y recibieron tamales, flores, merengues y muéganos para su degustación.
La Jornada Cultural de Día de Muertos 2017 continuará hasta el próximo 5 de noviembre con una serie de actividades que incluye ofrendas y altares típicos de diferentes pueblos de la Ciudad de México.
Además, hay una expo-venta artesanal y gastronómica donde, directamente de los productores, se pueden adquirir una amplia gama de artículos típicos de esta temporada.
Las tradiciones calaveritas de azúcar, chocolate y hasta de gomita, dulces típicos, moles de todo tipo, miel y café, además de incienso y copal, calaveras de cartón, artesanías de barro, joyería y jabones artesanales, forman parte de la oferta que el visitante podrá adquirir.
Pero como ya es tradición, la comida no podía faltar y los asistentes pueden degustar una gran variedad de antojitos como los vaporcitos yucatecos, el exquisito zacahuil, pinole y hasta acociles y chapulines, traídos directamente de Oaxaca.
Las actividades de la Jornada Cultural de Día de Muertos se llevarán a cabo hasta el domingo 5 de noviembre en el Museo Nacional de Culturas Populares, ubicado en avenida Hidalgo 289, colonia Del Carmen, en Coyoacán.