Y vuelvo a lo mismo, a la comida, porque como buenos mexicanos que somos, a quién no se le antoja unos taquitos de carnitas, de guisado, unos panuchos, una “gordita de chicharrón” con su salsa verde y un refresco de cola para bajársela…¡mmm que rico!, a poco no?, no se vayan hacer de la “boca chiquita” ni se sientan mal de responder afirmativamente, ni les de pena aceptar que son “tragones”; porque no es que uno sea tragón o glotón, resulta que así como el alcohólico es un enfermo, también los que comemos mucho, que casi todos los mexicanos lo hacemos, somos unos enfermos de polifagia, es decir no podemos controlar la cantidad de comida que nos llevamos a la boca.
Esto me asusta, porque imagínense, la mayoría somos glotones y además somos parte de los millones de pobres; ahora si como dice la máxima popular “por si fuéramos pocos, la abuela parió”, pobres y tragones…jajaja a dónde vamos a parar.
Difícil situación la de nosotros porque la dieta mexicana, no precisamente sobresale porque sea rica en frutas y verduras, regularmente estos alimentos saludables los sustituimos por algo que nos “llene” y que generalmente es con la comida alta en grasas y azúcares.
Menudo problema el nuestro, y no me refiero a ese menudo que lleva su cebollita picada con su limón, acompañado con una cerveza muy fría que los mexicanos acostumbramos a consumir luego de una noche de parranda, no, a lo que me refiero es a que “estamos fritos”, pues las familias de escasos recursos normalmente no consumen ni frutas ni verduras, ya que al ser caras para ellos, pues las descartan de su dieta diaria y así vemos que por ejemplo, en lugar de darles leche a sus pequeños, les compran un refresco.
Insisto, menudo problema, pues según los estudiosos, las dietas altas en grasa y azúcares disminuyen la saciedad y aumenta el apetito, pero no sólo eso, al no haber saciedad se come más, nos hacemos adictos a la comida, “engordamos” y nos volvemos parte de las estadísticas de la obesidad y del sobrepeso, y hasta con el riesgo de “pescar” una diabetes, hipertensión, colesterol, triglicéridos altos, etc, etc,…¡noooooo!
Ven porque tengo razón, por si fuéramos pocos, parió la abuela, además de pobres, tragones, con problemas de sobrepeso, colesterol…y ahora hasta adictos…upss como que ya no me resultó un placer comer, ya hasta se me atraganto mi “guajolota” con champurrado…lo cierto es que en la medida de lo posible (los que lo pueden hacer, y digo esto porque obviamente hay muchas familias que apenas les alcanza para un kilo de tortillas) ya no nos atiborremos el plato de comida, hay que prevenir la polifagia…
QMEX/mmv/mgd