Con un mensaje de paz, conmemoran en Japón 67 aniversario de rendición

TOKIO, 15 de agosto (Quadratín México).– Japón conmemoró el 67 aniversario de su rendición en la II Guerra Mundial con un mensaje en favor de la paz, pero en medio de la creciente tirantez de sus relaciones con Corea del Sur, con la que aún quedan profundas cicatrices de la colonización nipona (1910-1945).

En una ceremonia para recordar la rendición que supuso el fin definitivo de la contienda, el primer ministro, Yoshihiko Noda, reconoció que la expansión bélica de Japón “causó daños y dolor considerable a ciudadanos en muchos países, en particular en Asia” y expresó un “profundo remordimiento” por ello.

También renovó el compromiso de su país de “buscar sin cesar la paz mundial”, en un acto al que asistieron los emperadores de Japón, Akihito y Michiko, y unos cinco mil familiares de caídos en la contienda.

El emperador, Akihito, de 78 años, rindió tributo a los fallecidos en una guerra que dejó 2.3 millones de soldados y 800 mil civiles muertos, y pidió “que la tragedia no se repita”.

Fue el padre de Akihito, el emperador Hirohito, el que hoy hace 67 años anunciaba, pocos días después del lanzamiento de las bombas nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki, la rendición incondicional de Japón en un histórico discurso retransmitido por radio.

En aquel mensaje Hirohito negó por primera vez el halo divino que hasta entonces se otorgaba a su figura en Japón, donde se veía al emperador como un “dios viviente”.

Aunque han pasado más de seis décadas, la brutal campaña colonizadora de Japón en Asia todavía se deja sentir en las relaciones diplomáticas con vecinos como Corea del Sur y China, con los que el gobierno japonés mantiene además distintas disputas territoriales.

En la última semana los roces se han incrementado con Corea del Sur, especialmente después de que el presidente surcoreano, Lee Myung-bak, visitara el pasado viernes las islas Dokdo (conocidas como Takeshima en Japón), cuya soberanía se disputan los dos países.

La visita fue la primera de un mandatario surcoreano al archipiélago y motivó al gobierno japonés a presentar una protesta formal y llamar a consultas a su embajador en Seúl.

El malestar se incrementó después de que el presidente surcoreano pidiera  ”una sincera disculpa” del emperador de Japón por los fallecidos durante la colonización

El gobierno de Tokio respondió con una nueva protesta diplomática y las críticas del primer ministro nipón, quien definió como “lamentable” la actitud de Seúl.

Hoy, Lee insistió sobre el peso histórico de la colonización nipona y afirmó que “dificulta” las relaciones con Japón.

Se refirió, en concreto, al espinoso asunto de las mujeres esclavizadas sexualmente por el Ejército imperial japonés durante la II Guerra Mundial (1939-1945), un acto que supuso una violación “de los derechos humanos y la justicia histórica”, dijo.

Corea del Sur ha pedido en repetidas ocasiones a Tokio compensaciones para las víctimas y una disculpa sincera, y hoy Lee volvió a urgir a Japón a “tomar medidas responsables” para resolver el asunto.

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