Tenemos plan A, B y C ante aranceles de EU, asegura Sheinbaum
MUNICH, 2 febrero (Quadratín México).- Una reunión del representante especial de Naciones Unidas para Siria, Lakhdar Brahimi, con el líder de la oposición siria Moaz al-Khatib, y con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, concluyó sin acuerdos en esta ciudad.
La reunión de los representantes se llevó a cabo al margen de la Conferencia internacional de Seguridad que se realiza en la ciudad alemana de Munich, a la que también asistió el vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden.
A pesar del encuentro, las posiciones de cada uno de los representantes continuaron siendo las mismas respecto al conflicto armado en Siria, que ha dejado miles de muertos, heridos y desplazados.
El ministro ruso de Asuntos Exteriores consideró que el único motivo para que continúe la violencia en Siria es la terquedad de Occidente de derribar el gobierno de Baschar al- Assad, como su meta principal.
Rechazó todo tipo de intervención militar extranjera en Siria, tras asegurar que el gobierno sirio mantiene el control sobre su arsenal de armas químicas, ante versiones de prensa que revelaron presuntas intenciones de al-Assad de usarlas contra la población.
Al ser cuestionado sobre si Rusia se declararía dispuesta a aceptar un corredor humanitario para la población civil por medio de aviones militares de combate, Lavrov contestó con un rotundo no.
El ministro ruso manifestó que cualquier amenaza de uso de la violencia y que cualquier uso de la fuerza sería inaceptable.
Lavrov expresó que la situación en Siria no requiere de medios militares, sino de un cese al fuego inmediato.
El jefe de la oposición siria, al Khatib, se reunió varias veces en Munich con el Comisionado Especial de las Naciones Unidas para Siria, con el vicepresidente de Estados Unidos y con el canciller ruso.
El líder opositor sirio acusó a la comunidad internacional de callar ante las masacres que ocurren en Siria.
Expuso que en su país hay al menos tres millones de viviendas destruidas, así como el 40 por ciento de la infraestructura, unos 65 mil muertos, entre ellos cuatro mil niños, y aplicación de torturas a mujeres, hombres y niños.
Mientras, el vicepresidente estadunidense Biden consideró en la Conferencia de Seguridad que al-Assad es un tirano y reiteró las demandas del gobierno de Washington.
Hizo referencia a las aportaciones humanitarias que está llevando a cabo el gobierno de Washington, pero dejó en claro que su país no está preparando una intervención militar activa en Siria.
QMX/ntx/oab