Condena el papa el “terrible” atentado en Beirut

CIUDAD DEL VATICANO, 20 de octubre (Quadratín México).- El Papa Benedicto XVI condenó hoy el “terrible” atentado perpetrado al parecer con coche bomba la víspera en Líbano y se unió en oración a la pena de las familias de las ocho personas que perdieron la vida y las más de 70 lesionadas por el ataque.

El pontífice invocó también el “don de la paz” para todo el Medio Oriente en un telegrama firmado en su nombre por el “número dos” del Vaticano, el cardenal secretario de Estado Tarcisio Bertone, y enviado al líder de los cristianos maronitas de ese país, Bechara Boutros Rai.

“Al enterarse del terrible atentado ocurrido en Beirut, que provocó numerosas víctimas, Su Santidad el Papa Benedicto XVI se une en la oración a la pena de las familias en luto y a la tristeza de todos los libaneses”, indicó el mensaje.

“Confía a las víctimas a Dios, lleno de misericordia, rogándole que los acoja en su luz”, agregó el texto en francés difundido aquí por la sala de prensa vaticana.

El papa indicó además que el obispo de Roma expresó su “profunda cercanía” a las personas heridas y a sus familiares, pidiendo a Dios que les conceda ayuda y consuelo en este momento de prueba.

“Así como lo hizo durante su viaje apostólico al Líbano, el Santo Padre condena otra vez la violencia que genera tantos sufrimientos, pide a Dios otorgar al Líbano y a toda la región el don de la paz y la reconciliación”, apuntó.

La activación de un aparente coche bomba en la plaza Sasine, en el céntrico barrio cristiano Ashrafiyeh de Beirut, dejó ocho muertos, entre ellos el general Wissam al-Hassan, jefe de inteligencia de las Fuerzas de Seguridad de Líbano, y un funcionario que pertenece a la campaña contra el régimen de Siria en Beirut.

El estallido, que según testigos pudo escucharse a varios kilómetros a la redonda, dejó 78 heridos, destruyó automóviles y dañó edificios cercanos.

Apenas en septiembre pasado el Papa cumplió una visita apostólica de tres días a Líbano durante la cual, justamente, destacó al sistema político vigente en ese país como una prueba que musulmanes y cristianos pueden convivir pacíficamente.

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