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WASHINGTON, 14 de noviembre (Quadratín México).- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, confió que demócratas y republicanos lograrán un acuerdo que impida caer en el “precipicio fiscal” y prometió formular un proyecto de reforma migratoria al inicio de su segundo mandato.
En su primera rueda de prensa desde su triunfo en las elecciones del pasado 6 de noviembre, Obama sostuvo que el primer paso que puede dar el Congreso es extender la reducción de los impuestos a la clase media, y reiteró que de ninguna forma permitirá extender los recortes impositivos a los ricos.
“Eso lo podríamos tener listo la próxima semana (…) Si logramos eso habremos removido la mitad del precipicio fiscal”, señaló.
El “precipicio fiscal” describe un recorte automático del gasto público y alza de impuestos generales a partir del próximo 1 de enero, lo que según expertos podría provocar una nueva recesión.
La Oficina Legislativa del Presupuesto (CBO) estimó que si Estados Unidos cae al “precipicio fiscal” la economía nacional podría contraerse 0.5 por ciento en 2012 y perder alrededor de 3.4 millones de empleos.
El presidente, quien se reunió el martes con sindicatos estadunidenses y este miércoles se reúne con líderes empresariales, subrayó que la prioridad número uno de la Casa Blanca y del Congreso deben ser el crecimiento económico y la creación de empleos.
“Pero lo que no voy a hacer es extender los impuestos de (la administración) Bush al 2.0 por ciento de los estadunidenses más ricos”, subrayó.
En 2010, durante la negociación presupuestal con los republicanos, Obama se había comprometido a no extender los recortes a los ricos, pero después modificó su postura con el propósito de alcanzar un acuerdo.
Durante la rueda de prensa, el presidente defendió su cambio de posición bajo el argumento de que en ese momento la economía estadunidense se encontraba en una situación de debilidad.
“Como lo dije antes, estoy abierto a un acuerdo, estoy abierto a nuevas ideas y he estado alentado en la última semana al escuchar a un republicano tras otro aceptar más ingresos por parte de los ricos”, comentó el mandatario.
El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, aceptó la posibilidad de una reforma fiscal, pero sin elevar los impuestos a los ricos, sino a través de tapar los huecos y bajar las deducciones en el código fiscal, lo que según expertos es insuficiente.
Obama tiene previsto reunirse el viernes con Boehner, así como el líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid, y otros legisladores para poner en marcha las negociaciones formales sobre el “precipicio fiscal”.
La Casa Blanca puso en la mesa una propuesta para reducir el déficit por 1.6 billones de dólares en 10 años, aunque dejó en claro que es una cifra negociable.
“Creo que ambos partidos pueden trabajar juntos para tomar estas decisiones en forma balanceada y responsable”, señaló.
En otra parte de su mensaje, el mandatario estadunidense se refirió a la posibilidad de plantear una reforma migratoria.
“Tenemos que aprovechar este momento”, dijo Obama ante los periodistas en la Casa Blanca, tras congratularse de que líderes republicanos hayan expresado interés en debatir el asunto en el Congreso.
Por otra parte, evitó especular sobre el proceso que rodeó la dimisión del director de la CIA, David Petraeus, y pidió “esperar” a que concluya la investigación del FBI al respecto.
“Me reservaré mi opinión de cómo surgió todo el proceso relacionado con (la dimisión del) general Petraeus”, expresó.
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