Marchan por policía asesinada a puñaladas en Guerrero
CIUDAD DE MÉXICO, 10 de junio (Quadratín México).- Los contingentes que participan en la marcha para conmemorar los hechos violentos del 10 de junio de 1971 ingresaron al Zócalo capitalino por la calle 5 de Mayo.
A lo largo del trayecto, que inició en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional (IPN), en el casco de Santo Tomás, los contingentes gritaron consignas contra la política neoliberal, la directora general del IPN, Yoloxóchitl Bustamante, y de los partidos políticos, entre otros.
Los participantes exigieron castigo al ex presidente Luis Echeverría, una educación pública y gratuita, dar marcha atrás a la reforma educativa y protestaron contra la reforma laboral y demandaron la presentación con vida de desaparecidos.
En la marcha participan estudiantes de las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM), Autónoma Metropolitana (UAM) y Autónoma de la Ciudad de México (UACM); del Instituto Politécnico Nacional (IPN), así como representantes del magisterio, del Movimiento de 1968, y de grupos calificados como anarquistas.
La manifestación comenzó en la calzada México-Tacuba, cerca de la Escuela Normal de Maestros, con un minuto de silencio en memoria de las personas que murieron el 10 de junio de 1971 en ese lugar.
Pasando el Metro Revolución los anarquistas, cubiertos del rostro, hicieron pintas en negocios y en las instalaciones del Partido Revolucionario Institucional capitalino, así como en las estaciones del Metrobús.
Hoy hace 42 años, miles de estudiantes decidieron manifestarse para demandar al gobierno una apertura democrática real como la había prometido el entonces presidente Luis Echeverría Álvarez. También demandaban la democratización de la enseñanza, el control del presupuesto universitario por los alumnos y profesores y que éste representara un 12 por ciento del Producto Interno Bruto.
También exigían libertad política para que obreros, campesinos, estudiantes e intelectuales gozaran de libertades democráticas reales y controlaran el régimen social; educación de calidad para todos, en especial para campesinos y obreros, y mayor importancia y respeto a la diversidad cultural mexicana; estricta apertura democrática, apoyo a la vida política sindical de los obreros y fin de la represión por parte del gobierno.
De hecho, la protesta era una prueba para comprobar si el gobierno ya no caería en la represión. Ese día murieron 120 estudiantes asesinados por fuerzas gubernamentales de choque, incluyendo los Halcones. Se denunció la desaparición de decenas de personas.
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