Cielo nublado con clima fresco en CDMX
CIUDAD DE MÉXICO, 22 de octubre de 2016.- Zombies ensangrentados, acuchillados, con los ojos desaforados, algunos con la piel al rojo vivo y otros en busca de contagiar a los demás, llegaron al Zócalo.
Fanáticos de los muertos vivientes salieron a marchar del Monumento a la Revolución desde las 15 horas y después de las 16:30 horas llegaron al Zócalo, algunos gruñían y otros saltaban para asustar a los no infectados.
Incluso, se presentó un contingente del EZLN, pero no era el del Ejército Zapatista, sino el Ejército Zombie de Liberación Nacional.
También, marcharon los enemigos de los zombies, los cazazombies armados con rifles y sierras eléctricas, o con mazos forrados de alambres de púas, como personaje de Walking Dead, o mujeres vestidas como sacadas de Resident Evil, e iban dispuestas a acabar con los seres infestos y así salvar al mundo o protagonizar una Guerra Mundial Z.
Quienes no llegaron en la misma cantidad como otros años fueron los payasos zombies. Según algunos asistentes se debió a la psicosis que otros payasos han desatado en México y en el mundo con sus ataques, pero los valientes que sí se disfrazaron así fueron recompensados con peticiones de selfies.
En esta novena marcha de muertos vivientes los personajes disfrazados de zombies llegaron de la capital y también de otras entidades. Carina, quien traía un hueso expuesto de su brazo y se comía la de otro ser, llegó de Michoacán; Black hawk, con su pistola y un cubrebocas –según explicó a Quadratín es la baba zombie la que contagia a los normales– llegó desde Oaxaca para exterminar a los malos.
Otros fueron con maquillajes fosforescentes, estilo pop-art, algunos de ellos desde Iztapalapa. Todos llegaron para contagiar de terror y de colores al Zócalo, y en una celebración colectiva al final se tomaron fotos zombies con cazazombies, o ambos con la gente normal y aprovechar para convocar a donar comida para personas en situación de vulnerabilidad.