
Alerta Semar por incremento de oleaje ante advertencia de tsunami
La “austeridad republicana” se la pasan por el arco de triunfo los morenistas y siguen las escenas de violencia.
Hemos insistido que, como presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, debe dar un golpe sólido sobre la mesa y comenzar a sacudirse a esas rémoras corruptas que heredó del sexenio pasado. Ella sostiene que su gobierno no encubrirá a nadie y que “el poder se ejerce con humildad, esa es mi posición”. Eso está bien, pero nadie le hace caso.
“La gente tiene derecho a visitar uno u otro país, pero nosotros tenemos una responsabilidad política, y una responsabilidad que tiene que ver con el movimiento al que representamos y los principios que representamos”, indicó Sheinbaum como si estuviera en un soliloquio.
Esto, en clara alusión a los despilfarros y a las exhibidas de Andy López Beltrán paseando por Tokio. Fotografías que dio a conocer el periodista Claudio Ochoa Huerta, quien fue el que dio a conocer las nuevas imágenes del hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador a su salida de la lujosa tienda Prada, en el distrito de Aoyama, en Tokio, acompañado por dos personas más, en los mismos días en que Morena llevó a cabo su consejo nacional. Por lo que se vio, tiene mucho interés.
Pero no es sólo eso. La llamada “austeridad republicana” está en entredicho, pues muchos de los “integrantes distinguidos” de Morena se la pasan por el arco del triunfo. Ejemplos sobran. Muestra de ello está Mario Delgado, su secretario de Educación Pública, quien reconoció que se tomó unos días de descanso en Portugal; otros integrantes de Morena como Ricardo Monreal, coordinador de los diputados de dicho partido, viajó a España para vacacionar, además del legislador Enrique Vázquez Navarro, fue captado en el exclusivo centro nocturno “Lío” de Ibiza, en España y ya ni se diga de los ex priistas transformados en morenistas Yunes, padre e hijo, que fueron encontrados y fotografiados en un lujosísimo centro vacacional italiano.
Eso no debe sorprender a nadie. El inefable Gerardo Fernández Noroña ha viajado dos veces a Europa, a nombre del Senado, y en todos los casos hay sospechas de que los gastos corrieron de los recursos públicos, aunque salieron presurosamente a decir que dichos viajes fueron pagados de sus propios recursos, es decir de sus bolsillos, lo que nadie les cree.
Hay que recordar cuando Gustavo Ponce Meléndez, entonces secretario de Finanzas del Distrito Federal, fue captado durante tres noches seguidas en las mesas de juegos del casino Bellagio, en Las Vegas, mientras despilfarraba grandes cantidades de dinero y el que era su jefe, Andrés Manuel López Obrador, dijo en una primera instancia que no lo creía y tras las fotografías y las filmaciones que produjo en su momento la televisión le pidió cuentas. Luego su renuncia y posteriormente fue a la cárcel.
Y los videos que difundió en su momento el empresario Carlos Ahumada de René Bejarano, Carlos Imaz --ex esposo de Sheinbaum-- y otros recibiendo fajos de billetes para las campañas perredistas, también en su momento López Obrador las descalificó.
El asunto es más serio de lo que parece. La presidenta está en entredicho, pues en los últimos días, varios miembros del partido Morena, fundado con la promesa de austeridad republicana y cercanía con el pueblo, han estado bajo escrutinio por disfrutar de vacaciones que contrastan con los principios que promovieron al llegar al poder. Los viajes al extranjero y hospedajes en hoteles de lujo han encendido el debate público sobre la congruencia entre el discurso y las acciones de algunos funcionarios y legisladores del partido.
Esta forma de actuar constituye una burla a la ciudadanía e insisto pone en entredicho la fuerza y la calidad moral de la jefa del Ejecutivo que no puede frenar los excesos de estos tipos que efectivamente no son iguales a priistas y panistas, resultaron peores y cínicos, además de que actúan como corruptos, ineptos, mentirosos, rateros y traicioneros con la gente a la que engañan con sus discursos. Ya les va a llegar la hora y la rendición de cuentas.
Entre tanto, la violencia no se detiene. Seguimos viendo cotidianamente enormes escenas de violencia en los medios de comunicación masiva. Ya sea en la televisión, portales de Internet o en las redes sociales, que también podemos visualizar en nuestros teléfonos celulares. Las escenas de violencia superan la ficción de cualquier película que hubiéramos imaginado. Estamos enfermando a la propia sociedad permitiendo la divulgación de dichas imágenes a las que también tienen acceso niños y adolescentes, sobre todo, en esta época de vacaciones.