Contexto/Fernando Ramírez de Aguilar L.

LA PANDEMIA Y LA ECONOMÍA XL… “López Obrador contagiado de Covid, contradicciones en el manejo de la crisis y el aumento en los fallecimientos y contagios; Slim también enfermó”

Tarde o temprano se iba a contagiar. Andrés Manuel López Obrador, de nada valió su “fuerza moral”, sus estampitas y todas esas incoherencias. Aunado a ello, la falta de una política de prevención de contagios con las medidas mínimas de seguridad como la sana distancia y el uso constante de tapabocas, así como de un programa de salud integral encaminado a una misma ruta, han puesto al país en un vilo.

Mientras que en las redes sociales contemplamos una población dividida en la que unos festejan que se haya contagiado y otros desean su pronta recuperación, las severas contradicciones que se han registrado en los últimos días entre el gabinete de la llamada Cuarta Transformación, en cuanto al manejo de las vacunas y el tratamiento del repunte de la pandemia, donde ha sido más que lamentable el aumento desmedido de fallecimientos y de nuevos contagios, pues hasta ayer llevamos 149,614 muertos y un millón 763,219 contagiados incluyendo al propio AMLO.

Ayer mismo, en la mañanera, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, aseguró que el presidente Andrés Manuel López Obrador, se encuentra bien, sigue dirigiendo al país y atiendo de los asuntos públicos y los esfuerzos de la Cuarta Transformación del país.

“El presidente es un servidor público comprometido con el pueblo de este gran país, por lo que incluso en estas circunstancias, sigue dirigiendo a distancia los esfuerzos de la Cuarta Transformación; el presidente de todos los mexicanos es uno, el presidente Andrés Manuel López Obrador quien se encuentra en pleno ejercicio de sus funciones como presidente de la República”, comentó Olga Sánchez Cordero.

Aunado a ello, la doctora Laurie Ann Ximénez-Fyvie, especialista en microbiología y jefa del laboratorio de genética molecular de la Facultad de Odontología de la UNAM, acaba de publicar su libro Un daño irreparable. La criminal gestión de la pandemia en México (Planeta, 2021), donde narra puntualmente una serie de pifias, mentiras y errores cometidos por el secretario de Salud, Jorge Alcocer y el subsecretario, Hugo López-Gatell, los cuales más temprano que tarde tendrán que rendir cuentas, por sus criminales acciones.

Doctora en ciencias médicas de la Universidad de Harvard, la doctora Laurie Ann Ximénez-Fyvie, sostiene que “entendemos que COVID19 es una enfermedad altamente contagiosa con un riesgo elevado de muerte y frente a la cual no es posible llegar a la inmunidad de rebaño por medio de la infección natural, incluso sacrificando la vida de millones de personas.

“¿Podía López-Gatell haber sabido todo esto el 16 de marzo de 2020? No. Por lo menos, no todo.

“Pero cualquiera que sabe dos cosas de lo que sea entiende que, en la toma de decisiones, ante la duda, se debe asumir el peor escenario y actuar en consecuencia para disminuir los riesgos. Lo que sí se tenía claro era que, por la tasa de transmisión del virus, se requeriría que por lo menos 70 % de la población se infectara y adquiriera inmunidad para poder aspirar a la protección comunitaria «de rebaño». En un país con 129 millones de habitantes como el nuestro, esto significaría 89.6 – millones de infectados. El 16 de marzo de 2020, la tasa de letalidad por COVID-19 en el mundo era de 3.9 por ciento, de tal manera que la cifra que arrojaban los cálculos en esa fecha, sobre cuántas vidas se estaría sacrificando en México si se persiguiera una estrategia de inmunidad de rebaño, como en aquellos días lo sugería López-Gatell, era de más de 3.5 millones.

La científica narra las erróneas decisiones que nos han llevado a ocupar los primeros lugares del mundo en muertes por Covid-19; el lugar número 13 en casos de contagio, el sitio 138 del planeta en pruebas por millón de habitantes; así como el primer lugar en muertes de personal médico. Eso sin contar, con el cotidiano peregrinaje de miles de familias que deambulan en busca de una cama o hacen colas de ocho horas para recargar un tanque de oxígeno.

Y para acabarla de amolar, el millonario empresario mexicano Carlos Slim Helú, también tiene Covid-19, informó su hijo Carlos Slim Domit: «Les comento que mi papá de manera preventiva asistió al Instituto Nacional de Nutrición para análisis clínicos, monitoreo y tratamiento oportuno, está muy bien y ha tenido una evolución muy favorable al Covid a más de una semana de síntomas menores», escribió en Twitter.

Slim Helú nació el 28 de enero de 1940 en la Ciudad de México, por lo que cumplirá este mes 81 años. Estudió en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la carrera de Ingeniería Civil, donde también impartía la cátedra de Álgebra y Programación Lineal. Cuenta con una fortuna estimada en 55 mil millones de dólares, por lo que es el hombre más rico de México y el número 23 del mundo. Y ha apoyado al gobierno mexicano comprando vacunas para poder hacer frente a esta pandemia.

Hay que tomar en cuenta de que la estrategia contra el Covid en México está calificada como una de las peores a nivel mundial. Una muestra de ello es la reciente renuncia de la encargada de la estrategia nacional de vacunación la cual dijo que renunciaba por «motivos personales», pero todo mundo sostiene que fue por desavenencia con López-Gatell, el cual dijo la semana pasada que las vacunas solamente las iba a comprar el gobierno federal, pero el propio López Obrador lo desmintió y abrió el camino para que los gobiernos estatales las puedan adquirir.

Son muchos en la comunidad científica que piensan lo mismo que la doctora Laurie Ann Ximénez-Fyvie:

“Y sí, tanto el secretario de Salud como su supuesto subalterno, López – Gatell, tienen las credenciales suficientes para ocupar sus cargos. Tristemente, sin embargo, su desempeño durante la crisis sanitaria que vivimos no ha estado a la altura de sus estudios y diplomas. Entonces, cómo estos dos profesionales de la salud se han subido a este espectáculo patético de mentiras y desinformación, sin importarles el descrédito que su comportamiento ya tiene entre la comunidad científica local e internacional ni las muertes. Alcocer y López-Gatell aceptaron la tarea que se les encomendó: manejar la pandemia en México sin gastar un peso.

Y ahí están las consecuencias. Gastar en programas sociales inútiles, regalando el dinero público y acabarse las reservas nacionales que los gobiernos “neoliberales” ahorraron y no se robaron. El peje por su propia boca muere.