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Abanico
LA PANDEMIA Y LA ECONOMÍA LXXV…Repunte de la pandemia y el recrudecimiento de la violencia y los asesinatos y un gobierno federal empeñado en no modificar su estrategia…
Testarudo y necio, Andrés Manuel López Obrador sigue obcecado ante la realidad. Por un lado, la tercera ola de Covid-19 en México ya generó 61,000 nuevos casos de contagios en tan sólo cinco días, más que en la peor semana de la primera ola, y por el otro, los altos grados de violencia en los estados de Guanajuato, Michoacán, Baja California, Jalisco, México, Chiapas y Oaxaca; pero con un acelerado incremento de agresiones armadas y homicidas en los estados de Sonora y Zacatecas.
Pero vamos por partes. En este contexto, preocupa que la violencia se esté expandiendo aceleradamente hacia territorios donde parecía que se había superado, y que ahora están registrando nuevos eventos sangrientos que constituyen luces de alerta por un posible resurgimiento de confrontaciones entre grupos criminales que ya se han incrustado entre diversos grupos étnicos, como son los casos de Oaxaca y Chiapas.
En la última semana se dieron a conocer en redes sociales diversos videos en los que se observan enfrentamientos en las ciudades de Tepic, Tuxtla Gutiérrez y Zacatecas, así como ataques a un cuartel del Ejército en el estado de Michoacán. En lo que va de julio de 2021, según los datos sobre víctimas de homicidio emitidos por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, se tiene una cifra de 635 personas asesinadas, de las cuales 68 casos fueron en Guanajuato, 61 en Michoacán; 52 en Baja California; 51 en Jalisco; 51 en territorio mexiquense; 25 en Zacatecas y 23 en Sonora.
En estas condiciones, ante una violencia expansiva en el país, se profundiza la preocupación por los casos de personas defensoras de derechos humanos, pero también de periodistas locales, que viven la amenaza constante y permanente del crimen organizado, pues en muchas ocasiones, su activismo regional precisamente se da en contra de la depredación que ejercen las bandas delictivas sobre los recursos disponibles en sus territorios.
Así ocurre en Chiapas y Guerrero, pero también en amplias zonas aguacateras, limoneras o madereras de Michoacán, donde el cobro de piso, o incluso la confiscación de tierras, es la realidad que padecen los productores y ejidatarios, sin que haya autoridad que pueda garantizarles una vida en normalidad económica y social.
Y en ese contexto, en la edición 74 del Festival de Cannes se entregaron reconocimientos a las películas mexicanas “La civil” y “Noche de Fuego”. Estas dos cintas fueron aclamadas con temas relacionados con la violencia desatada y el acenso del crimen organizado, en un país como México que sufre una violencia desbordada. Además, la serie de Netflix “Somos” basada en testimonios reales de pobladores de Allende, se mantiene en altos índices de popularidad.
En ese sentido, una de las afirmaciones menos controvertibles y más sensatas que ha dicho el propio López Obrador la semana pasada fue: “Si no terminamos de pacificar a México, por más que se haya hecho, no vamos a poder acreditar históricamente a nuestro gobierno”.
Y es que, ante la galopante violencia en distintas regiones, es discutible que se pueda mantener con su política de abrazos y no balazos. Los resultados de esa política son incontrovertibles, a pesar de que siga diciendo que es culpa de los gobiernos anteriores. Dijo:
“Se ríen, se burlan de que he dicho que abrazos, no balazos y vamos a demostrar que funciona, no soy partidario de la ley del Talión, del diente por diente y el ojo por ojo porque no nos podemos quedar chimuelos todos y tuertos, la paz es fruto de la justicia, es un enfoque completamente nuevo, por eso creció tanto el problema de la seguridad y la violencia, nunca atendieron al pueblo, se dedicaron a robar”, aseveró el presidente.
Una reportera le preguntó
–Presidente, la semana pasada se registró un ataque de un grupo armado contra militares y policías en Pantelhó, Chiapas. ¿Qué lectura les da a estos actos violentos que tuvieron características poco comunes en esta zona? Si este tema lo trató ahora con el gobernador en su gira durante el fin de semana. ¿Y qué medidas de prevención se decidieron o se decidirán implementar para que no haya una escalada de violencia en esta parte del sureste mexicano?
— López Obrador: Se está trabajando en Chiapas. Últimamente ha habido estas manifestaciones de violencia; incluso, hubo un asesinato en Tuxtla de varias personas, y lo que está sucediendo en Pantelhó y en otros sitios donde hay grupos que están actuando de manera violenta, pero no representan ningún riesgo a la estabilidad, a la gobernabilidad. Ya se está actuando. No se trata de los conflictos que vienen de tiempo atrás, son cosas nuevas, es gente que está optando por la violencia en esa región, pero ya estamos actuando. La pregunta es ¿cómo?
Es imposible que su administración trascienda mientras una parte importante de la población siga expuesta a los baños de sangre, como ha estado sucediendo en Tamaulipas, Michoacán, Guanajuato, Guerrero, Zacatecas, Oaxaca o Chiapas. Y también es debatible su obcecada actitud ante los gobernadores de Tamaulipas y Michoacán, Javier García Cabeza de Vaca y Silvano Aureoles Conejo, respectivamente, a quienes se les ha negado audiencias y le guste o no, siguen siendo los mandatarios constitucionales de sus estados. Con ellos no aplica su propia frase de “seguimos trabajando de manera coordinada para seguir enfrentando la violencia que hay en regiones”, referida solamente a los 17 gobernadores electos y en funciones de Morena con quienes tuvo audiencia.
La zozobra que se vive en Aguililla, Michoacán, por la imposibilidad de sus pobladores para abastecerse de alimentos y el sospechoso asedio al cuartel basta para probar que los gobiernos municipal, estatal y federal han sido incapaces de cumplir su principal obligación: garantizar la seguridad de los gobernados. A todo esto hay que sumar las crecientes cifras de desaparecidos y su búsqueda por parte de mujeres en cementerios clandestinos.
Además, la retención ilegal en Textitlán, Oaxaca, de 44 policías y efectivos de la guardia nacional ilustra el grado de contención que las fuerzas constitucionales del Estado padecen para realizar su trabajo.
Por otra parte, el pasado sábado, al final de la semana epidemiológica anterior, los casos totales en México eran 2,567,821 casos contagiados de Covid-19. El nuevo reporte técnico diario del 15 de julio reportó 2,629,648 casos. La diferencia es de 61,827 nuevos casos, todavía con dos días pendientes de la semana epidemiológica.
Ciudad de México encabeza el número de casos activos, con 25,704 casos. Le siguen el estado de México con 6,513; Sinaloa con 3,669; Veracruz con 3,154 casos y Jalisco con 2,926 casos.
Pese al repunte, ya superior en números al de julio del 2020, la vacunación no se ha sido detenido. En la semana 29 del 2020 se registraron 5,716 defunciones, pero en la actual semana se han registrado 1,282 defunciones, menos de un cuarto de las de hace un año; con todo y que el incremento de casos en los cinco días de esta semana respecto a toda la semana 29 del 2020 es ya del 25 por ciento.
La tercera ola no tiene, por ahora, los números de la segunda ola que ocurrió en enero, cuando los casos confirmados se dispararon hasta los 108,000 en la primera semana del año. No obstante lo anterior, en la semana 26 los confirmados fueron 40,869, así que en solo 12 días ha habido un incremento del 51 por ciento. Si el ritmo de nuevos contagios no cesa, México podría llegar nuevamente a los 100,000 casos en solo un par de semanas.
El desprestigiado Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de Salud, destacó que durante la tercera ‘ola’ de contagios de Covid-19 en México se ha logrado reducir la enfermedad grave en la población, en particular en aquella considerada de riesgo como lo son los adultos mayores. Señaló que la tercera ola tiene cuatro semanas desde que dio inicio el incremento acelerado de casos.
“Si bien se presenta este tipo de casos, no se presenta aumento en la hospitalización. Esta es la consecuencia positiva de tener la población vacunada”, sostuvo. López-Gatell Ramírez detalló que los beneficios del plan de inoculación están vinculados con las hospitalizaciones y las defunciones, esto debido a que hay una reducción superior a 75 por ciento en esos indicadores.
Al respecto, el presidente Andrés Manuel López Obrador enfatizó que en estos momentos hay una reducción en el número de fallecimientos por coronavirus: “Ahora que hay esta incipiente, pero nueva ola de contagios, como lo ha probado el doctor Hugo López-Gatell, hay menos hospitalizaciones y lo más importante de todo, menos fallecidos”, remarcó.
El problema es que los ciudadanos tenemos “otros datos”.
Por último, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público denunció a Emilio Lozoya ante la Fiscalía General de la República (FGR) por el caso Odebrecht. La denuncia, que es la sexta en su contra, es por su presunta responsabilidad en el desvío y lavado de más de tres mil millones de pesos provenientes del erario, en complicidad con Odebrecht, empresa también denunciada.
Se presume que entre 2012 y 2016, Lozoya Austin utilizó varias empresas para triangular el dinero y retirarlo después en estados Veracruz, Tamaulipas, Michoacán, Guanajuato, Nuevo León y Ciudad de México. Una investigación señaló que en octubre de 2020 la UIF encontró indicios de que Odebrecht creó en México una red de empresas fachada para desviar parte de los recursos que recibió por contratos signados con Pemex y sus subsidiarias.
Las sospechas se confirmaron en junio pasado cuando se estableció que la red estaba compuesta por al menos 38 empresas, aunque se tiene reporte de que parte del dinero también salió al extranjero mediante transferencias bancarias. Cabe destacar que Emilio Lozoya fue detenido en febrero de 2020, en Málaga, España, país donde estuvo detenido hasta su extradición, el 17 de julio, cuando llegó en un vuelo especial de la FGR a ciudad de México. Es acusado de cohecho, asociación delictuosa y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Su caso se agrava porque Lozoya no ha cumplido lo prometido a la Fiscalía General de la República (FGR) para demostrar las acusaciones de corrupción en el gobierno de Enrique Peña Nieto. Esto se debe a reveses que ha sufrido el ex director de Pemex, ya que dos de sus testigos estrella, negaron los señalamientos de su exjefe.
Lozoya ofreció “presentar” al Ministerio Público de la Federación a Rodrigo Arteaga Santoyo y Francisco Olascoaga Rodríguez para que “el primero aportara los recibos que se firmaban para la entrega de los recursos mencionados, y el segundo, un video en el que se apreciará el momento exacto de una de las entregas de dinero al enlace del Partido Acción Nacional”. Pero Arteaga Santoyo rechazó tener “recibos de entrega de dinero firmados por Rafael Jesús Caraveo Opengo”; mientras que Olascoaga Rodríguez negó contar con un video de entrega de dinero a este mismo personaje. ¿Y los peces gordos? Por lo visto, gozan de cabal salud. ¿Y el lopezobradorcismo? Espera la consulta para ver si son enjuiciados los expresidentes.