
Historias surrealistas
LA PANDEMIA Y LA ECONOMÍA LXXXIX…La violencia en los estados del país y la inoperancia del gobierno federal. Los ataques a la UNAM se explican como un ataque a la inteligencia.
En los estados de Guanajuato, Michoacán, Guerrero, Jalisco, San Luis Potosí, Zacatecas y Tamaulipas, por mencionar algunos, la inseguridad y los hechos de violencia se siguen presentando cada vez con mayor frecuencia y todo ello ha provocado el abandono de comunidades enteras, el desplazamiento masivo inclusive hasta la frontera norte –como es el caso de los habitantes de Aguililla, Michoacán, hacia Tijuana–, el cese de actividades agropecuarias, el surgimiento de grupos de autodefensa y el empoderamiento de grupos delincuenciales. Eso, sin contar con las desapariciones, secuestros, asesinatos, extorsiones y cobro de “derecho de piso”.
Pero todo ello tiene una explicación. Las autoridades municipales han sido rebasadas o infiltradas por los grupos de narcotraficantes y del crimen organizado, y los gobernadores salientes y entrantes no han podido frenar a estos grupos. Pero lo más grave, ha sido la actitud miserable y mezquina del presidente Andrés Manuel López Obrador y de su gabinete de la seguridad y justicia, que, por diferencias con los gobernadores surgidos de otras esferas políticas, haya preferido dejar esas entidades a la deriva y permitiera que grupos locales, como los magisteriales de Chiapas, Oaxaca y Michoacán hagan lo que se les pega su gana, afectando la economía nacional y regional, como es el bloqueo de las vías ferroviarias o asaltando las tiendas de autoservicio.
Tanto el Senado de la República como la Cámara de Diputados, como lo hemos visto en los últimos días, todo se debate, menos los problemas que más nos interesan a los mexicanos y las mayorías parlamentarias de Morena, y sus aliados, son unos levanta-dedos que tanto criticaban cuando eran oposición. Los asuntos de salud, economía, empleo y prosperidad se han ido postergando en debates inútiles. Con mentiras y medias verdades, no se puede hacer frente a los gravísimos problemas que afronta el país, se tienen que tomar medidas inmediatas y drásticas para frenar la violencia, como la que está incrustada en el estado de Quintana Roo, que ya está afectando las actividades turísticas y que significan importantes ingresos para esa industria que se ha visto severamente afectada con motivo de la pandemia. Pero como hemos visto en los últimos meses, la inoperancia del gobierno federal para atender estos gravísimos problemas de inseguridad, impiden que la economía se vaya recuperando a pesar de que la mayor parte territorio nacional se tardó casi 18 meses en volver a “semáforo verde”. Y es que López Obrador prefiere que Rosa Icela Rodríguez esté más el pendiente de las vacunas que de la guardia nacional. En fin.
Con 367 mil alumnos, 41 mil académicos, 133 carreras profesionales, 15 Facultades, 35 Institutos, 9 Escuelas Nacionales, 9 Preparatorias, 5 Colegios de Ciencias y Humanidades; presencia en las 32 entidades del país y 9 naciones del mundo, la UNAM es hoy un santuario indiscutible del conocimiento y la razón. Además, está considerada entre las 20 universidades más importantes e influyentes del mundo
En sus aulas se han formado 3 Premios Nobel: Alfonso García Robles, Octavio Paz y Mario Molina Pasquel y Henríquez, así como una pléyade de grandes personajes entre las que están Carlos Fuentes, José Emilio Pacheco, Carlos Monsiváis, José Vasconcelos, Ignacio Chávez, Antonio Carrillo Flores, Héctor Fix Zamudio, Vicente Leñero, Sergio Pitol, René Drucker, Rosario Castellanos, Esperanza Martínez Romero, Diego Valadés Ríos, Sergio García Ramírez, Fernando Benítez, Miguel León Portilla, Julieta Fierro, Ana María Colomé, Silvia Torres Peimbert, Daniel Cossío Villegas, Arcadio Poveda, Luis Villoro Toranzo, Julia Carabias, Rubén Bonifaz Nuño, Concepción Company, Javier Barros Sierra, Guillermo Soberón, Julio Frenk, Eduardo García Máynez, Susana López Charretón, entre un prolongadísimo etcétera.
Además, la UNAM es el bastión de la investigación científica, plataforma de desarrollo que ha permitido educación de calidad a millones de personas, entre las que me incluyo, mis hermanos, primos y sobrinos. Todos siempre agradecidos. Y todos, siempre UNAM.
Por ello, es incomprensible que un tipo que se tardó más de 15 años de titularse y fue considerado en su momento como “un fósil” haga una crítica sin ningún sustento. La molestia de López Obrador contra las universidades e instituciones académicas, incluida la UNAM, no nos debería de sorprender. Finalmente representan sitios donde prevalece la diversidad de ideas, la libertad de pensamiento, el rechazo a dogmas y fanatismos en aras de tesis y teorías más apegadas a la realidad.
Todo ello contraviene el pensamiento político del proyecto obradorista. Recordemos que AMLO bautizó a su movimiento como la Cuarta Transformación para no llamarle “Cuarta Revolución”, por aquello de que ese término se asocia con la violencia. Pero siempre insiste en que se trata, no un programa reformista o de un cambio de régimen. No se trata de una revolución, en la que la mayor parte de los mexicanos rechaza.
Una verdadera revolución social, que intente transformar de raíz a la sociedad, requiere de un poder de convencimiento masivo y que afortunadamente López Obrador y sus seguidores no tienen. La dispersión de poder y los contrapesos democráticos pone trabas a ese poder omnímodo que quiere modificar todo de acuerdo con su proyecto dictatorial. Por ello, todo le estorba, incluyendo la UNAM, los intelectuales, los periodistas, los críticos a su administración, los otros poderes públicos, pues la democracia, la división de poder, las autonomías y la diversidad de ideas y los contrapesos, son veneno para sus obsoletas ideas. Y va contra el tiempo, su peor enemigo.
Por último, el Instituto Nacional Electoral (INE) dio a conocer que, con corte al 15 de octubre de este año, la lista nominal de electores está conformada por 94 millones 845 mil 915 ciudadanos. Con ello, para realizar la revocación de mandato se van a requerir de 2 millones 845 mil 378 firmas que representan el 3 por ciento del listado nominal.
El 15 de octubre concluyó el plazo para que la ciudadanía interesada en ser promovente de la revocación de mandato diera el aviso de intención al INE, ya sean personas en lo individual, u organizaciones o asociaciones civiles. Al corte, el listado de personas con la intención de promover dicho ejercicio de participación registraba mil 832 notificaciones. Además, con base en lo establecido en la Ley General de Revocación de Mandato, se requiere del respaldo del 3 por ciento de ciudadanos inscritos en la lista nominal en al menos 17 de entidades.