Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
LA ABSURDA POLARIZACIÓN Y LOS DESPLEGADOS
Por: Fernando Ramírez de Aguilar L.
Andrés Manuel López Obrador, tiene 18 años buscando la Presidencia de la República. Jamás ha gobernado el país. Y cuando gobernó la capital mexicana, si bien es cierto que implementó importantes programas sociales que beneficiaron a miles de personas que formaban parte de las clases sociales más desprotegidas –y también a su partido, en ese tiempo el PRD–, menospreció las demandas de seguridad que demandaban decenas de familias que sufrieron el secuestro y mutilación de uno de los suyos o su asesinato, después de cobrar los millonarios rescates.
Cuando gobernó la ciudad, se llevó a cabo su desafuero en la Cámara de Diputados por no haber atacado una sentencia definitiva de amparo en favor de una familia que tenía un predio en Santa Fe. No hubo revocación de mandato, como él propuso, sin que simplemente fue desaforado y destituido por desacatar una sentencia definitiva emitida por el Poder Judicial de la Federación. Ante la División de Poderes, él propuso “al Diablo con las instituciones”.
Ahora, en sendos desplegados los hombres más ricos de México y los más importantes empresarios, han manifestado ante tantas acusaciones de López Obrador, que en el país todos “requerimos de un liderazgo que convoque a la unidad, no a la división; que reconozca el México diverso que somos, que esté dispuesto a escuchar todas las voces y que no genere encono.
Le advirtieron que “todos” formamos parte de esta gran nación y es juntos, como debemos de seguir construyéndola. No somos un puñado, somos cientos de miles de mujeres y hombres, empleadores en todos los rincones del país, que nos levantamos temprano, arriesgamos nuestro dinero, pagamos impuestos, generamos empleos y junto con millones de colaboradores ayudamos a sacar este país adelante.
Estas organizaciones empresariales dijeron estar dispuestos a “construir con los gobiernos legítimamente electos” e hicieron un llamado a un diálogo respetuoso, en el que exista libertad para disentir y pensar diferente.
En su desplegado titulado “Trabajamos por México”, señalaron que “responsabilizar a las empresas de ser las causantes de la mayoría de los males que aquejan al país es no entender la naturaleza del sector productivo que arriesga y genera 9 de cada 10 empleos y aporta 8 de cada 10 pesos que se invierten en el país…Las empresas somos parte de la solución no las causantes del problema”.
Por eso, hicieron un llamado a tener “un debate constructivo abierto a dialogar las diferencias con evidencia y argumentos de fondo para que hagamos realidad el México al que todos tenemos derecho”.
Apenas el pasado domingo, el candidato López Obrador adelantó que se publicaría este desplegado y dijo “zafo” a un pleito con el sector empresarial. Pero además, aprovechó el foro que le dio la 59 Semana Nacional de la Radio y la Televisión para responder al desplegado del Consejo Mexicano de Negocios titulado “Así No”, y en donde fue acusado de calumniar a ese sector del empresariado cuando señaló en días pasados que buscaban que decline José Antonio Meade para empujar la candidatura de Ricardo Anaya.
Andrés Manuel López Obrador sostuvo que son normales las diferencias con este grupo y ofreció que cuando sea presidente no perseguirá a nadie. Sin embargo, insistió que los hombres más ricos de México “pensaban ahora en la campaña que iban a seguir igual, tirando la piedra y escondiendo la mano, difamando con guerra sucia y que no se les podía señalar… es nada más decirles: ya, basta, han robado mucho, han destruido al país, han desgraciado al pueblo, háganse a un ladito, ¡ya!”
Ante los concesionarios de la Radio y la Televisión, el aspirante presidencial señaló a los integrantes del Consejo Mexicano de Negocios como responsables de la situación que enfrenta el país porque se cancelaron para muchos mexicanos las oportunidades, pues a su juicio “en buena medida, es el grupo que se opone a que haya un cambio en México porque les ha ido muy bien a ellos, le ha ido muy mal al pueblo, le ha ido muy mal al país; entonces por eso no quieren que haya un cambio de régimen y para ser claros, no quieren dejar de robar”.
Dijo que en dicho CMN “se sienten los dueños de México, tienen confiscadas las instituciones, el gobierno no representa a todos los mexicanos, y está al servicio de esta minoría rapaz que hace y deshace”.
En esa estamos y de repente, un estúpido columnista, a quien ya corrieron de Televisa y Canal 11 donde tenía espacios, dejó entrever en las redes sociales que algún chairo –naco, como él—se armara de valor y asesinara a AMLO.
Ese comentario irracional no tomó en cuenta el daño que le causa al país ese tipo de idioteces y solamente hay que recordar lo que ocurrió en 1994 con los asesinatos del candidato Luis Donaldo Colosio Murrieta y el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, el error de diciembre, la fuga de capitales y la grave descomposición social y ruptura en millones de familias que generó la devaluación y la pérdida de empleo y poder adquisitivo. El principio de la violencia generalizada.
No obstante lo anterior, cientos de organizaciones empresariales dijeron estar dispuestos a “construir con los gobiernos legítimamente electos” e hicieron un llamado a un diálogo respetuoso, en el que exista libertad para disentir y pensar diferente.
“Creemos en un México abierto al mundo, competitivo, próspero e incluyente. Creemos en la libertad como el cimiento fundamental de una sociedad democrática. En la libertad de expresión, de asociación, en la libertad para emprender, para competir y sobre todo en la libertad para disentir y para pensar diferente. Nuestro país ha logrado avances importantes en las últimas décadas, pero aún tenemos muchos retos por delante. En particular reconocemos que los problemas de inseguridad, pobreza y falta de Estado de Derecho son los que más lastiman a la población.
“Pero responsabilizar a las empresas de ser las causantes de la mayoría de los males que aquejan al país es no entender la naturaleza del sector productivo que arriesga y genera 9 de cada 10 empleos y aporta 8 de cada 10 pesos que se invierten en el país. Las empresas somos parte de la solución, no las causantes del problema. La única manera de reducir la pobreza de forma sostenida es a través de la inversión productiva y del empleo formal. Lograr el país al que aspiramos sólo podrá hacerse realidad a través de un diálogo respetuoso en la diversidad, libre, en el que todos busquemos coincidencias en lo esencial. Siempre estaremos del lado de la ley y de la democracia: estamos dispuestos a construir con los gobiernos legítimamente electos, y también a levantar la voz, señalar y disentir cuando sea necesario”, indicaron los empresarios.
También, la Barra Mexicana Colegio de Abogados, publicó un desplegado donde sostiene su inconformidad con el abuso de la prisión preventiva que se está presentando en todo el país, de manera injusta e inexplicable jurídicamente hablando, sin privilegiar la presunción de inocencia, lo que pone en entredicho la forma en cómo están aplicando el nuevo sistema penal acusatorio. Y advierten los abogados que no permitamos que otras razones imperen y hagamos, ante todo, que prevalezca el Estado de Derecho y la Constitución”. Este tema no puede ser menor.
Aunado a ello, hubo otro desplegado, dirigido a los integrantes del programa Tercer Grado de Televisa, donde un grupo de ciudadanos manifestaron su malestar con mucha indignación y coraje, por la forma en que los periodistas le permitieron a López Obrador, no responder sobre temas vitales para la vida del país.
“Mucha gente, al igual que yo, esperábamos este programa con gran interés, ya que su invitado era el candidato a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador. En lo personal, me parecía muy interesante, porque era una magnífica oportunidad para hacerle a esta persona, preguntas inteligentes acerca de sus propuestas, que en mi opinión, me parecen, descabelladas, pretensiosas e inviables.
Ustedes, tuvieron en ese programa, esa magnífica oportunidad. Oportunidad que muchos mexicanos hubiéramos querido tener, para preguntar a López Obrador, debatir, discutir, y decirle lo que realmente pensamos, y en lo que también muchos no estamos de acuerdo. Y nos desvelamos para NADA…Es el peor programa que he visto. Ustedes, los panelistas, parecían niños desorientados, lo dejaron divagar en su discurso. Un discurso por demás repetitivo, escaso de ideas, y las pocas que hubo, totalmente absurdas; y ninguno de ustedes lo interrumpía…Trataron al candidato, como si ya fuera presidente. Y NO LO ES… y en mi humilde opinión, por el bien de México, de nuestros hijos y nietos, deseo de todo corazón que no lo sea.
En fin. Sirvan estos ejemplos, para mostrar que tenemos un México dividido y que no es recomendable, incitar a la violencia y a la intolerancia. Nuestras diferencias las podremos hacer públicas, pero incitar al asesinato, además de ser un delito, es una gran estupidez y que cada quien asuma su responsabilidad personal y social.
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