Abanico
LA PANDEMIA Y LA ECONOMÍA XCXXIX…Sorprenden los actos terroristas en siete entidades y AMLO arremete en contra de las críticas por la inseguridad.
Mientras que la pandemia, en esta cuarta oleada, va cediendo poco a poco dejando una estela de efectos en los que ya se curaron y de su nueva cuota de fallecimientos y de que la inflación sigue causando estragos en los precios de los alimentos básicos y en los medicamentos, grupos delincuenciales mostraron nuevamente su agresiva fuerza en Michoacán, Jalisco, Guanajuato, Chihuahua, Zacatecas, Baja California y Sonora, donde el Ejército, la Marina y la Guardia Nacional han tenido que acudir apoyar a las fuerzas policiales estatales que han sido severamente amenazadas y rebasadas en actos calificados como terroristas.
En Michoacán, la Guardia Nacional en coordinación con el Ejército Mexicano y Guardia Civil llevaron a cabo una operación conjunta en la que se aseguraron a 167 personas con armas de uso exclusivo del ejército con presencia en esa entidad. Los agentes federales y militares y marinos obtuvieron información que en el poblado de Tiamba, municipio de Uruapan, se encontraban personas civiles armadas, que se transportaban en vehículos de diferentes características.
Se desplegaron en fuerza hacia citado municipio organizados en dos grupos, lo que permitió una reacción adecuada, bloquear al convoy conformado con 25 vehículos en los cuales se transportaban citadas personas sobre un camino de tercer orden, logrando su detención y aseguramiento, sin necesidad de efectuar un solo disparo, con los siguientes resultados: 19,560 cartuchos, 767 cargadores, 233 armas, 167 personas, 25 vehículos, 2 granadas de fragmentación y 2 aditamentos lanzagranadas. Derivado de la detención, se registraron 6 bloqueos carreteros, en las Cruces hacia Tiamba, plaza de cobro “Ajuno”, plaza de cobro “Zirahuén”, Col. San Rafael, Teretán y Zumpimito, los cuales fueron retirados. Las personas y lo asegurado fueron puestos a disposición de las autoridades competentes para determinar su situación jurídica.
Los hechos violentos generados el pasado fin de semana y durante la semana pasada, muestran que el tema de seguridad es una de las prioridades. El gobierno federal se inclina definitivamente porque la Guardia Nacional pase bajo el control absoluto de los militares, pero el asunto de la seguridad es por supuesto más complejo. Las metrópolis y las ciudades medias han crecido a tal ritmo, que la seguridad se ha vuelto difícil y en muchas regiones inmanejable. Las cámaras de video son importantes, pero si no se cuentan con fuerzas policiales eficientes y confiables no se puede hacer nada. Vimos como en ciudades importantes de Chihuahua, Baja California, Jalisco y Guanajuato –sin olvidar Guerrero, Michoacán, Chiapas, Morelos, Puebla- muertos, heridos, incendios, terror que el país no merece.
Aunado a ello, López Obrador rechaza cualquier tipo de propuesta que provenga de la sociedad para modificar su estrategia de “abrazos no balazos” y descalifica y agrede cualquier tipo de crítica, como lo hizo ayer. Hace apenas unos días, representantes y líderes de las diversas iglesias conversaron y oraron juntos por la paz en nuestro país. En un comunicado conjunto, “nos dolemos junto con miles de hermanas y hermanos que han perdido seres queridos por asesinatos, desapariciones, feminicidios, trata y explotación de personas. Manifestamos que nadie debe vivir en este clima de violencia cotidiana” y exhortaron “conjuntamente a las autoridades a encontrar mejores y más eficaces estrategias de seguridad ciudadana que garanticen la paz social, los derechos y las libertades fundamentales”.
En ese sentido, Bryan LeBarón, familiar de las 9 personas asesinadas en Sonora en noviembre de 2019 a manos de un comando armado del crimen organizado, reprochó que se desestime la violencia contra civiles y consideró muy grave que esta semana es la primera vez que se dan ataques en contra de la población por parte de grupos de la delincuencia organizada en varias ciudades.
Por ello, informó, activistas contra la inseguridad y víctimas de la violencia del país pedirán a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que reconozca que en México se vive un conflicto armado; ello ante la negativa del gobierno de México, encabezado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO) de aceptar que este es un gravísimo problema en el país.
La semana pasada, se registraron incidentes de violencia y terror en varias entidades; sin embargo, el mandatario minimizó lo ocurrido y acusó que los hechos fueron inflados por los medios de comunicación «conservadores» y que se manejaron con amarillismo.
«Estamos pidiendo que la ONU reconozca que estamos en un conflicto armado interno. Aquí en México el presidente está negando reconocer realmente el problema que está viviendo en el país», dijo en entrevista con Ciro Gómez Leyva.
«Pedirle su apoyo porque estamos literalmente en guerra y lo hemos visto en este mes. Mucho más desde lo que pasó en los estados de Jalisco y de Guanajuato, en Ciudad Juárez y Tijuana. Y la respuesta del gobierno es pedir cooperación, como en el caso de la alcaldesa de Tijuana, Monserrat Caballero, quien pidió a los empresarios que paguen su cuota para que haya paz. Eso no lo podemos hacer aceptar», clamó.
Ante esto, el secretario de Gobernación (Segob), Adán Augusto López Hernández, minimizó lo dicho por la alcaldesa de Tijuana, Baja California, Monserrat Caballero, quien tras la jornada de violencia pidió a los grupos de la delincuencia que «cobren las facturas a quienes no les pagaron lo que les deben», y no a las familias ni los ciudadanos del municipio. Durante la conferencia de prensa del Gabinete de Seguridad, Adán Augusto López aseguró que los dichos de la alcaldesa de Tijuana los hizo porque «los nervios la traicionaron» y que estas declaraciones se pudieron deber a que la alcaldesa de Morena venía saliendo de «un estado de tensión».
Lo que también es muy lamentable, es que los noticieros de televisión, salvo contadas excepciones, están soporíferos. Además de las notas rojas en las que más bien parecen partes policiacos, nunca se sabe de investigaciones o reportajes que orienten e informen a la propia sociedad. No generan aportaciones para una sociedad ávida de alternativas.