México se la juega en 2025
LA PANDEMIA Y LA ECONOMÍA CXLIII…Las cotidianas convocatorias de López Obrador a su marcha de apoyo al cuarto año de gobierno y para para tratar de minimizar las movilizaciones en contra de la reforma electoral.
Más allá de la marcha del próximo domingo, a la que diariamente está convocando Andrés Manuel López Obrador a sus huestes y simpatizantes, y que indudablemente se va a recurrir al acarreo y al chantaje de los activistas y promotores de la Secretaría de Bienestar para convocar a los miles de beneficiarios de los programas sociales, así como a las movilizaciones que dirigentes y legisladores del partido en el poder Morena pretenden realizar para el 27 de noviembre, se pretende ocultar el fracaso de su propuesta de reforma electoral.
Al no contar con los votos suficientes en el Congreso de la Unión para poder llevar a cabo una reforma constitucional que le permita alcanzar la mayoría de las modificaciones que propone el tabasqueño, entre las cuales destacan disminuir 200 curules de los diputados de representación proporcional, así como 60 escaños de senadores por ese mismo formato y también la elección de los consejeros del Instituto Nacional Electoral y los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación por la vía de la elección ciudadana, prácticamente, su propuesta legislativa no pasará.
Debemos recordar que, en días pasados, un reportero le preguntó en su soliloquio mañanero que si él personalmente o algunos de los integrantes de su gobierno negociarían con la oposición su pretendida reforma electoral y de manera tajante dijo que no. Todo o nada. “Llamo a todos los mexicanos a defender la democracia y a que se siga defendiendo la iniciativa de reforma constitucional para que quede constancia de que están actuando de manera antidemocrática si se rechaza la reforma constitucional, porque no hay argumentos para decir que se trata de que el gobierno controle las elecciones, todas esas mentiras, de que es para reelegirme…
A diferencia de lo que por más de diez días estuvo diciendo, de que quienes participaron en la marcha del pasado domingo 13 de noviembre, eran “muy hipócritas, racistas, clasistas, aspiracionistas, déspotas y se creen superiores y sabiondos”, ahora, López Obrador, como si fuera un locutor de una estación de radio de música popular, de preferencia grupera, hace anuncios cotidianos a sus simpatizantes:
“Yo invito a todos los ciudadanos que están a favor de la transformación que se ha venido llevando a cabo en los últimos cuatro años para que nos acompañe, porque es una marcha y un acto por los avances que se han logrado en los últimos cuatro años en el marco de la Cuarta Transformación de la vida pública del país, una marcha festiva, alegre, no diría triunfal. Pero sí de mucha satisfacción, por estar viviendo estos tiempos interesantes, espectaculares de la historia de México, el estar enfrentando al conservadurismo rancio y estar llevando a cabo una transformación, como lo fue la Independencia, como la Reforma, como la Revolución, porque estamos arrancando de raíz al régimen corrupto de injusticias, de privilegios. Entonces, sí tenemos mucho que celebrar. La mayoría de la gente está contenta. (No pues sí, se nota) Y no es un asunto de colores, es que estamos llevando a cabo un proyecto distinto y contrapuesto al que se impuso en los últimos tiempos. El doble discurso.
Lo que es un hecho, es que las multitudinarias marchas y manifestaciones que se llevaron a cabo en 63 ciudades del país y en por lo menos otras diez de cuatro países de América y Europa en defensa de la democracia y del actual sistema electoral mexicano, y que generaron una amplia cobertura periodística a nivel mundial y generaron reacciones de diversos países, entre ellos el de Estados Unidos, obligaron al presidente Andrés Manuel López Obrador a que actuara como dirigente de su partido político y no como jefe de Estado y convocara a una movilización 15 días después para tratar de demostrar que cuenta con un amplio respaldo popular.
El sábado pasado, el coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal Ávila, presentó su Plan de Reconciliación Nacional, una plataforma ciudadana que busca eliminar el “veneno de la polarización”, reconocer la pluralidad de nuestro país y construir un México inclusivo, próspero, con justicia social e igualdad de oportunidades.
En un encuentro que se llevó a cabo en la Arena México de esta capital, donde por cierto se llevan a cabo los eventos de lucha libre, el senador zacatecano advirtió que «no podremos lograr un México mejor y más fuerte si estamos divididos, pues un país que está en batalla contra sí mismo y cuyos habitantes luchan unos contra otros no puede avanzar».
Denostado por los morenistas cercanos a López Obrador, Monreal Ávila dijo que estamos en un momento definitorio para todo el país y recordó que la esencia del movimiento «era preocuparse por los demás y hacer algo por ellos, reivindicar al género humano, formar comunidad y construir ciudadanía; y haber logrado la victoria electoral de 2018 implicaba trabajar por México siempre a partir de ese ideal». No comentó si saldrá de esa organización política, pero cuenta con el respaldo de la mayoría de los legisladores para mantenerse al frente del Senado.
Los poco más de 350 trabajadores y sus familias del diario unomásuno, que iniciaron una huelga hace 12 años y ya ganaron un laudo definitivo, no han podido vender los bienes inmuebles que eran propiedad de la empresa y que ahora les pertenecen, debido a la injerencia de un sindicato de la CTM. Este caso lleva más de 12 años sin favorecer a los trabajadores y sus familias y el único beneficiado es el dirigente cetemista Mario Chágary.
Lo más grave del asunto es que todos los trabajadores, sindicalizados y de confianza, iniciaron una huelga que ya ganaron en todas las instancias. Este mes se cumplieron 45 años del nacimiento de ese diario y 12 años de iniciada la huelga de los trabajadores. La secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde Luján (cuyos padres fueron cercanos a este caso), no ha hecho nada para que se haga justicia y los trabajadores y sus familias le piden que intervenga para que esto se resuelva a la brevedad y ya no se prolongue por ningún motivo.