Contexto/Fernando Ramírez de Aguilar L. 

LA PANDEMIA Y LA ECONOMÍA CXLV…Las secuelas en el corto, mediano y largo plazo por la cancelación del aeropuerto de Texcoco y las prisas por sacar la reforma electoral. 

Uno de los más graves errores cometidos, sin lugar a duda, por Andrés Manuel López Obrador fue haber cancelado el aeropuerto de Texcoco, sin haber ponderado la inversión que se había hecho y sobre el daño que causaría a la economía nacional y regional. El primer secretario de Hacienda y Crédito Público de este sexenio, Carlos Manuel Urzúa Macías, en un artículo que publicó ayer en El Universal, mencionó que las secuelas de este capricho presidencial, por la cancelación de esta magna obra, ha dejado hasta ahora pérdidas en los costos financieros por alrededor de 332 mil millones de pesos.

Al destacar los trabajos de Guillermo Woo y Agustín Caso referentes a este asunto, y en los que solamente dan cuenta parcialmente del desastre, el ex secretario de Finanzas del gobierno capitalino y ex funcionario federal y que fue muy cercano en su momento a López Obrador sostiene además, que habría que sumar a la gravedad de la cancelación, los gastos que se tendrán que hacer en el futuro para poder contar en el Valle de México con un sistema de aeropuertos dignos, eficientes, bien comunicados y de fácil de acceso, pero sobre todo, seguros, ya que los tres aeropuertos existentes, el Benito Juárez, el Felipe Ángeles y el de Toluca, serán rebasados y ello generará mayores tiempos para poder volar y un riesgo creciente de accidentes aéreos en la zona metropolitana.

Eso tendrá sus consecuencias y López Obrador tendrá que responder a la sociedad mexicana por la pérdida de tantos fondos públicos. Hace apenas unos meses, el senador del PAN, Francisco Salazar Sáenz, dijo que con información de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), se sabe que la pérdida por la cancelación del aeropuerto fue de 332 mil millones de pesos, cuestión que el legislador calificó como lamentable, ya que, dijo, se supone que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador había calculado que no sería superior a los 100 mil millones.

“El documento reporta que la cancelación del aeropuerto de Texcoco le estaba costando al país, no al gobierno, no a la bolsa de Andrés Manuel (López Obrador), al país 332 mil millones de pesos, ¿saben lo que es eso?, estábamos preocupados porque estaban cancelando 100 mil millones de los fideicomisos, este errorcito le costó 332 mil millones de pesos, comprobado por la Auditoría Superior de la Federación”, señaló el legislador.

Salazar Sáenz explicó que el argumento del presidente, para cancelar el proyecto, era porque había una serie de “corruptos y tranzas”, pero en este caso concreto preguntó ¿quién es el corrupto?, si tiene la información “que lo meta a la cárcel”. “¿Cuántos corruptos, malvados, ladrones, etcétera, hay en la cárcel por la cuestión del aeropuerto?, cero, ni uno, ni siquiera ha indiciado, ni siquiera ha mencionado en las mañanera, foro que utiliza para juzgar y señalar a todos los que se oponen a su proyecto de la 4T, pero en este caso nada”.

En otro tema, López Obrador y su reforma electoral terminarán en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pues por tratar de sacarla a toda prisa con los votos de Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde, se metieron de último momento algunas modificaciones que no corresponden a las que el propio Ejecutivo envió originalmente a la Cámara de Diputados, entre éstas, como la obtención y pérdida del registro de partidos políticos o la llamada cláusula “de la vida eterna”, que es la transferencia de votos de un partido a otro cuando estos celebren coalición o candidatura común.

También la composición del Servicio Profesional del INE, que reduce tanto el número de personal especializado como la capacidad técnica y logística de la institución. La reforma no debe propiciar que se desaproveche la capacidad profesional y humana que México alcanzó en 30 años. De manera muy enfática, y con responsabilidad, se tiene que garantizar que el INE ofrezca los mejores servicios y bienes públicos tan valorados por la sociedad.

El propio Ricardo Monreal, dijo que “no hay que pasar por alto que la iniciativa incluye otras disposiciones que podrían poner en riesgo el desarrollo del proceso electoral, ni tampoco cancelar facultades del órgano electoral para emitir normas y criterios, lo cual es consustancial a su labor y autonomía constitucional. También hay que evitar que algunos cambios de último minuto, que originalmente no fueron enviados por el presidente de la República, se alejen de los principios constitucionales. El voto ciudadano plasmado en la boleta debe ser el único criterio de permanencia en el sistema electoral. Asimismo, el Poder Legislativo debe cuidar los derechos laborales de las y los trabajadores del Instituto. 

Según Monreal “los pros y contras de la iniciativa de reforma electoral, por su importancia y valor en la vida pública de México, deben ser analizados. Su debate, modificaciones y posible aprobación requieren un estudio objetivo y rigor constitucional; un enfoque que permita avanzar y consolidar la democracia en nuestro país. Por todo esto, debemos blindar la iniciativa de reforma, respetando escrupulosamente el proceso legislativo; cuidando su constitucionalidad y soldando su legalidad, sin arriesgar la profesionalización de los órganos técnicos encargados de organizar las elecciones para renovar poderes, y ejercer a plenitud nuestra democracia.

El mismo López Obrador afirmó que se corregirán las modificaciones a la reforma en materia electoral, ya que según dijo “se está cuidando que no se viole la Constitución y es un asunto de principios; nosotros no vamos a hacer nada que viole la Constitución, por eso es una reforma limitada, muy acotada, porque no se permitió la reforma constitucional y estamos cuidando que no haya ninguna contradicción”.

Por vacaciones, esta columna volverá aparecer hasta el 17 de enero. Les deseo felices fiestas navideñas, incluyendo Noche Buena y también Año Nuevo.