
El predial talón de Aquiles municipal
Enrique Peña Nieto tiró la toalla y López Obrador se prepara para impulsar la cuarta transformación
Desde mediados de septiembre comenzaron los despidos en la administración pública federal del personal de confianza y de honorarios. Conforme fue pasando el tiempo, los despidos se fueron intensificando. Ahora, comenzó la cuenta regresiva. Hay muchos que se quedarán sin trabajo y, sin amigos…hay otros que ya sienten nostalgia por los cargos públicos que dejarán.
Uno de ellos, sin duda alguna, será Enrique Peña Nieto, quien inexplicablemente, después de que se conocieron los resultados electorales de julio pasado, prácticamente tiró la toalla, se convirtió en un Ejecutivo indeciso, le confirió toda la agenda política a su sucesor Andrés Manuel López Obrador, quien su propia cara, le advirtió que su obra sexenal se iría a la basura.
Peña Nieto dejó que tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores sus principales colaboradores fueran sometidos a juicio público acusados de corruptos e ineficientes durante sus comparecencias con motivo de la glosa del último informe de gobierno. No los defendió ni operó con los pocos legisladores que lo respaldaban para que dichas comparecencias no fueran tan desastrosas.
Y mientras eso ocurría en México, en París, su esposa y sus hijas disfrutaban comiendo en uno de los restaurantes más lujosos en los Campos Elíseos, donde el corresponsal de la agencia Notimex junto con su hija, eran agredidos por integrantes del Estado Mayor Presidencial, quienes los obligaron a borrar las imágenes tomadas.
En tanto, López Obrador y su equipo se preparan para iniciar lo que han denominado la “Cuarta Transformación”, y el primero de diciembre, luego de su toma de protesta deberá ratificar su decisión de cancelar las obras del nuevo aeropuerto de la ciudad de México, lo que generará nuevos amparos que seguramente se resolverán en el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Una de las salidas, podría ser que el propio López Obrador cediera y diera en concesión a los empresarios esta obra por un plazo de 30 años, lo que generaría un polo de desarrollo en la zona nororiente de la capital y del estado de México y obligaría a las autoridades capitalinas, mexiquenses y federales a generar nuevas vías de acceso.
Apenas la semana pasada, tras la realización de la cuestionada y dudosa consulta en la que la mayoría optó por cancelar el aeropuerto en Texcoco, López Obrador informó que en su sexenio se adecuarán el actual aeropuerto de la Ciudad de México y la terminal de Toluca, además de que se construirán dos pistas adicionales en la base aérea de Santa Lucía.
Otro de los temas que se tendrá que resolver en este mes de noviembre, son las caravanas de migrantes que se han venido a multiplicar y como los manifestamos en este espacio pueden llegar a más de 20 mil personas, lo que será una verdadera crisis humanitaria y la actitud del gobierno de Donald Trump no ayuda mucho y menos con los resultados electorales.
La militarización de la frontera no ayuda mucho y López Obrador tendrá que afrontar una primera crisis, pues al interior del país, hay división de opiniones con respecto a si se deben acoger o no a los migrantes centroamericanos que vienen huyendo de la violencia de las pandillas en sus países.
El problema es que ahora, además de huyen de las pandillas de Centroamérica ahora deben afrontar la brutalidad del crimen organizado en México. De acuerdo con Arturo Peimbert, ombudsman de Oaxaca, cerca de 100 indocumentados — niños incluidos– no llegaron a la Ciudad de México, desde Veracruz, porque fueron secuestrados por transportistas y entregados a integrantes del crimen organizado, presumiblemente al grupo de Los Zetas.
Arturo Peimbert, titular de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, y quien acompaña a la caravana migrante desde que cruzó la frontera y se adentró en México, contó que –de acuerdo con testimonios recabados por él y miembros de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México– el secuestro ocurrió en el estado de Puebla. Y lo que falta.
La posición de los mexicanos ante las caravanas de migrantes están divididas, pues mientras que cerca del 50 por ciento es de solidaridad, la otra mitad es de absoluto rechazo, aunque la tercera parte de los mexicanos optan por presionarlos para que regresen a sus países de origen, pues consideran que les van a quitar oportunidades de empleo. El asunto, comienza a agravarse y coincido que la solución, no se reprimirlos, sino buscar una solución integral desde sus propios países de origen, impulsando fuentes de trabajo, mejorando su calidad de vida y frenando el crecimiento de las pandillas.
Y mientras tanto, en la frontera norte, en el río Bravo, cinco indocumentados se ahogaron y se irán a la fosa común y el Ejército estadounidense comienza a patrullar la frontera con Tamaulipas.