Alfa omega/Jorge Herrera Valenzuela
Hace 25 años… ese tiempo…
Para los anales de la historia, 1994 fue un año que cambió la vida de México. Ese año, además de que se registraron los asesinatos de Luis Donaldo Colosio Murrieta, candidato del PRI a la Presidencia de la República; del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo y de José Francisco Ruíz Massieu, hubo otros hechos que perturbaron la economía y las finanzas de la mayoría de las familias.
Hace 25 años, México, Estados Unidos y Canadá estrenarían su Tratado de Libre Comercio (TLC), pero ese primero de enero de 1994, cuando entraba en vigor, el país amaneció con la irrupción guerrillera zapatista que desde sus inicios fue apoyada y respaldada por sacerdotes católicos bajo la tutela del obispo Samuel Ruiz. Más allá de si eran justos o no sus reclamos, el hecho es que su aparición modificó todo lo que tenía previsto Carlos Salinas de Gortari para que el PRI se mantuviera en el poder.
Aunado a ello, en el país había mucha incertidumbre por los secuestros de prominentes empresarios y banqueros, como fue el caso de Alfredo Harp Helú que junto con los tres crímenes mencionados provocaron la salida de importantes capitales que provocarían a la postre una importante devaluación en la que tanto el propio Salinas de Gortari como el sucesor de Colosio, Ernesto Zedillo Ponce de León, a la fecha todavía se siguen acusando mutuamente de ser los responsables del llamado “error de diciembre”, cuando Jaime Serra Puche no pudo frenar la devaluación de la moneda mexicana y el entonces presidente de Estados Unidos Bill Clinton, hizo un préstamo de emergencia al gobierno de México para frenar la debacle.
Han pasado 25 años y considero que las nuevas generaciones deben saber qué fue realmente lo que pasó no sólo con el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, sino también en las conversaciones privadas que sostuvieron tanto Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Diego Fernández de Ceballos con el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari que años después se supo que ocurrieron. ¿Qué les ofreció a los dos candidatos presidenciales de oposición? ¿Los amenazó?
Lo que es un hecho, es que en el debate entre los candidatos presidenciales que se dio precisamente en ese 1994 –el primero en la historia de México–, Ernesto Zedillo y Cuauhtémoc Cárdenas fueron sobradamente exhibidos y superados por Diego Fernández de Ceballos, el cual semanas después sin explicación alguna dejó de hacer campaña. Muchos panistas sostienen que Salinas de Gortari intervino. No lo dudo. Años después, el propio Fernández de Ceballos fue objeto de un prolongado secuestro, en el cual sus plagiarios cobraron un millonario rescate por respetarle la vida y liberarlo.
Ahora sabe también que solamente dos días antes de haber sido asesinado en Tijuana, Luis Donaldo Colosio Murrieta se reunió en la casa de Clara Judisman Bialostozky, con Andrés Manuel López Obrador, quien aspiraba en ese entonces a ser candidato a la gubernatura del estado de Tabasco.
En cuanto al crimen de Colosio, ahora se acusa el ex gobernador de Oaxaca, José Murat Casab, de haber sido quien organizó el mitin en Lomas Taurinas, donde Mario Aburto Martínez, le dio un tiro en la cabeza. Si Murat organizó o no el mitin, en realidad ya no tiene relevancia, pues Murat formaba parte de un equipo que coordinaba Ernesto Zedillo y el cual por cierto no estuvo en ese mitin porque tenía una reunión en la ciudad de México con José Córdoba Montoya, coordinador de asesores de Salinas de Gortari.
En lo referente al asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, en el estacionamiento del aeropuerto internacional de Guadalajara –iba a recoger a nuncio apostólico Girolamo Prigione–, fue por parte de un grupo de sicarios al servicio del “Chapo” Guzmán, que pretendían ejecutar a dos de los hermanos Arellano Félix, en el mismo aeropuerto –pudieron huir por avión a Tijuana– y se enfrentaron a tiros con los escoltas de estos dos narcotraficantes. Esta versión se fue comprobando poco a poco y con la propia confesión que hicieron los hermanos Arellano Félix al propio nuncio apostólico y que quería que escuchara en su momento el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari y el procurador Jorge Carpizo McGregor, el cual se rehusó y dejó testimonio en uno de sus libros.
Respecto al asesinato de José Francisco Ruiz Massieu, la policía preventiva capitalina detuvo a uno de los sicarios provenientes de Tamaulipas quien confesó que los había contratado el entonces diputado federal del PRI, Manuel Muñoz Rocha, allegado a Raúl Salinas de Gortari, el cual fue detenido y procesado en el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León y fue cuando se filtró un audio sobre una conversación con su hermana Adriana, donde le reclama a Carlos su falta de apoyo, no obstante la gran cantidad de dinero que le dio en sus negocios. Muchos priístas sostenían “en privado” que Raúl tuvo que ver con el caso de Colosio, pero jamás se comprobó.
Muchos de los protagonistas están vivos. El propio Salinas de Gortari ha eludido decir la verdad. Cuauhtémoc Cárdenas, Diego Fernández, el propio Andrés Manuel López Obrador, no han revelado el contenido completo de sus conversaciones. ¿Quiénes fueron los llamados saca dólares y por qué?
Son 25 años en que ocurrieron los hechos. Debemos conocer la verdadera historia de lo que ocurrió, porque muchos mexicanos perdieron en su momento sus casas y sus negocios por créditos financieros impagables. ¿Quién inventó los llamados UDIS? ¿El rescate bancario? ¿Y las miles de familias afectadas?
Ahora que López Obrador quiere reivindicar la Conquista a 500 años de ocurrida, ¿por qué no crea una comisión de la verdad que nos diga que ocurrió hace 25 años?
Esperamos que la historia no se repita.