Itinerario Político
La pandemia y la economía …
Más allá de la Pandemia del coronavirus, mejor conocido como covid-19, como país estamos enfrentando una grave situación económica y financiera que se va a venir agravar por la situación mundial. La caída estrepitosa de los precios de los energéticos, la afectación a las industrias turística y restaurantera, los cines, teatros, eventos deportivos, la contracción del mercado interno, los despidos masivos en empresas, los cierres de negocios y comercios por la falta de ventas, etc., y la recesión que venimos padeciendo desde fines del año pasado, nos vislumbran un año más que difícil.
Y si a eso sumamos, un gobierno federal que no les da certidumbre a las inversiones ni a los inversionistas y que todos los días se la pasa acusando a los “conservadores” y a los gobiernos corruptos del pasado –en parte tiene razón–, de todos los males habidos y por haber, para desviar la atención de los ineficaces e ineficientes que han sido al estar al frente de la administración pública federal, pues la situación se torna sumamente peligrosa.
En Asia, Europa y en otras latitudes, inclusive, con niveles menores de contagio, están tomando medidas de aislamiento extremas mediante el cierre de las fronteras. Se impiden los viajes al extranjero y quienes llegan son revisados escrupulosamente. En nuestro país, irresponsablemente, ni siquiera les imponen a los visitantes un cuestionario sobre sus viajes y condiciones de salud. El gobierno federal no entiende o no quiere gastar irresponsablemente en atender previamente esta emergencia que está fuera de control. Es una pandemia que podrá matar a millones de personas si no se toman medidas adecuadas preventivas porque hasta ahora no hay cura.
Esto me recuerda al secretario de Salud del gobierno de Felipe Calderón, Ángel Córdova Villalobos, el cual, junto con el entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, el hoy canciller Marcelo Ebrard Casaubón, asumieron responsablemente medidas drásticas para frenar la propagación del virus de la influenza H1N1, que en ese tiempo tampoco había cura. Vamos. Ni siquiera se conocía.
Las medidas preventivas, masivas, resultaron efectivas y salvaron muchas vidas. Afectaron la economía, sí, pero en la medida en que fueron pasando los meses la situación mejoro. Ahora, ya se tiene el medicamento para el tratamiento de esa enfermedad y ya se cuenta con la información genética del virus. Sin embargo, desde entones hasta ahora, fallecieron en el mundo 186,500 personas, como consecuencia de la influenza H1N1.
Las acciones que efectuaron en su momento Córdova Villalobos y sus colaboradores resultaron efectivas. Comenzaron a generar zonas de aislamiento hasta llegar a las principales ciudades del país. A manera de cuarentenas, todo el país reaccionó. En cuatro meses se controló la epidemia. Las medidas fueron exitosas. Ahora, si sabemos que la pandemia llegará al país, ¿por qué no nos adelantamos?
El problema se suscita porque la población que lógicamente no es médico, no ha recibido la información suficiente y adecuada hasta el momento, y el máximo líder de nuestro país, se ha pasado por el arco del triunfo inclusive las propias recomendaciones de sus propios colaboradores médicos y científicos.
En Europa, Asia y Norteamérica se suspende todo evento no importa la cantidad de asistentes, puesto que lo que debe limitarse desde el punto de vista epidemiológico es la asistencia de grupos numerosos en espacios cerrados, ya que condiciona una proximidad extrema entre los asistentes, por lo cual debemos suponer que un enfermo en ese lugar podría condicionar transmisión de virus fácilmente. La enfermedad ya está, los casos van a sucederse, la gravedad será variable de acuerdo con el estado previo de salud, la edad y la oportunidad con que se reciba tratamiento. Lógicamente cuando la gente está desinformada, es ignorante del tema o sus posibles alteraciones, actúa por temor y busca alternativas que le ofrece la comadre, el cura, la vecina, la radio, la televisión, la prensa y ahora, las redes sociales, que para desgracia nuestra está llena de información equivocada, sesgada o malintencionada.
Ahora bien, con esta eventualidad, las cadenas productivas se encuentran prácticamente paralizadas y difícilmente se podrán reactivar para el segundo semestre del año, con las consecuentes pérdidas y daños para las economías regionales que de por sí se han visto afectadas por la delincuencia organizada como son los casos de Michoacán, Guanajuato, Guerrero y Veracruz, por mencionar algunos estados.
Además, como consecuencia de la tardanza en la suscripción del Tratado de Libre de Comercio de América del Norte, las industrias automotrices y de autopartes, también se han visto severamente afectadas y la importación de materia prima proveniente de China y de otras naciones asiáticas ya afectaron a las industrias maquiladoras.
En ese contexto, el Bank of America Securities recortó su expectativa de crecimiento para México en el 2020 y anticipa que se registrará una nueva caída en el PIB de 0.1 por ciento. Este pronóstico supone un segundo año consecutivo de contracción de la economía mexicana, que alimentará la posibilidad de que la Junta de Gobierno de Banco de México (Banxico) recorte la tasa en 50 puntos base en su reunión monetaria programada para el 26 de marzo. No obstante, en un análisis distribuido entre inversionistas, los estrategas del BofA consideran que también cabe la posibilidad de que el Banxico asuma una posición más cautelosa para aplicar tres recortes de tasas de 25 puntos base a partir de marzo.
La expectativa previa del PIB, estaba en 0.5 por ciento y el economista en jefe para México y Canadá en BofA, Carlos Capistrán, había advertido que “con el combo de choques externos como el coronavirus, la actividad económica será mucho más débil. Por tanto, otra contracción económica no puede ser descartada”. Al interior del análisis, titulado “El petróleo y el virus: nuevos pronósticos para América Latina”, estima para el caso de México que continuará profundizándose la mayor aversión al riesgo, lo que aumentará el costo de financiamiento. Adicionalmente, prevé que se depreciará aún más el peso mexicano, lo que en conjunto terminará por impactar en el crecimiento.
En el análisis consignan que “a raíz del Covid-19 y la
guerra de precios del petróleo, vendrá un shock de materias primas” que
afectará a todo el mundo, particularmente a las economías de la región. Según
sus nuevos pronósticos, son cuatro las economías de la región que presentarán
una contracción económica en el 2020: Venezuela, que registrará una caída de 20
por ciento; le sigue Argentina con una contracción de 2 por ciento; Ecuador con
un PIB negativo en 1.5 y México con la contracción por segundo año consecutivo
de 0.1 previsto al arrancar el año. Para Brasil, que es la mayor economía del
grupo, anticipan un desempeño de 1 por ciento anual en el PIB.
Este recorte de expectativas también pasó por el PIB de América Latina, a quien
ven creciendo a un ritmo de 0.7 por ciento en todo el 2020, desde 1.2 previsto
al iniciar el año. Para los economistas de BofA se trata de un deterioro,
resultado de una “tormenta perfecta”.
Y mientras tanto, López Obrador sigue con sus besos y abrazos…